‘Desde el sector inmobiliario podemos combatir la crisis climática’: Gustavo Tomé Velázquez
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Con modelos donde se priorice el cuidado ambiental, el desarrollo social y la economía local, se puede revertir el impacto que la industria inmobiliaria ha dejado a lo largo de los años
El mundo está en crisis. Los cambios climáticos registrados en los últimos años reflejan que la salud del planeta es cada vez peor. Las acciones del ser humano, como contaminar, explotar los recursos naturales y carecer de conciencia en cuidado ambiental, así como las operaciones de millones de empresas, son las principales causantes del desastre. Pero, en medio de la problemática, sectores como el inmobiliario pueden cambiar este panorama y crear entornos más saludables, asegura Gustavo Tomé Velázquez, experto en la industria.
“Como sector, nos hemos comprometido no solo a prevenir, sino a revertir y a trabajar para crear una mejor realidad que dé respiro a nuestro planeta. Muchas iniciativas se han hecho para ser más sustentables, como el nuevo urbanismo, con lo que podremos construir inmuebles resilientes, sustentables y adaptables a nuevos espacios”, explica Gustavo Tomé Velázquez.
A nivel mundial, el sector inmobiliario y de construcción se ha posicionado como uno de los más contaminantes, al ser responsables de más del 50% de las emisiones de CO2 en el mundo, de acuerdo con la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi). Pero si las formas de operación se transforman por completo, por ejemplo, con el nuevo urbanismo, no solo se evitará la contaminación, sino que la sociedad tendrá beneficios en su vida diaria.
¿POR QUÉ UN NUEVO URBANISMO?
Gustavo Tomé Velázquez, experto en la industria inmobiliaria, detalla que el nuevo urbanismo, también conocido como urbanismo sustentable, se enfoca en diseñar espacios que favorezcan el bienestar y sean amigables con el medio ambiente. Desde la construcción de los inmuebles, hasta el diseño, donde se priorice la caminabilidad para reducir la contaminación por automóvil, se preservan áreas naturales y se hace uso de los recursos sin agotarlos.
Al conducirse con esta corriente se obtendrán importantes beneficios, como mayor inclusión social y desarrollo económico, al fomentar fuentes de trabajo locales y comprometidas con la comunidad y el entorno, lo que se vuelve una necesidad mayor en las grandes metrópolis.
“Al ser el nuevo urbanismo un favorecedor de los espacios públicos, los accesos peatonales e impulsores de modelos de transporte fluidos, se cumple con satisfacer las necesidades de las personas y del medio ambiente, lo que aumenta el bienestar y salud”, dijo Gustavo Tomé Velázquez, experto en la industria inmobiliaria.
MODELOS SUSTENTABLES
Uno de los errores que se han cometido en los últimos años es la construcción desmedida de fraccionamientos cerrados o viviendas en entornos de alto nivel social al estilo estadounidense dela década de los setentas, que se caracteriza por vivir alejado de todo, obligando al uso de un vehículo para trasladarse. Pero más allá de prometer una mejora, puede traer muchos efectos negativos.
“Esto lo vemos, por ejemplo, en Santa Fe, Ciudad de México, una de las zonas exclusivas de la capital y relativamente nueva donde se detonaron los fraccionamientos, esos que siempre vemos cerrados y sin personas. Son casas a espaldas de las avenidas o más alejadas a las que no se llega tan fácil, que si bien apuestan por la tranquilidad y espacio, no son amigables con el ambiente ni la comunidad por tres factores: se necesita auto para todo, no hay comercios cercanos y se propicia la inseguridad”, refiere el experto.
Al tener espacios cerrados, añade, los crímenes se acentúan porque no hay nadie alrededor que vigile y la ayuda no llega tan rápido. El crecimiento económico local tampoco se da como en los comercios cercanos o negocios de diferente índole, y trasladarse se vuelve más costoso y dañino para el entorno.
“Debemos seguir impulsando proyectos con enfoque integral, que satisfagan las necesidades humanas, ambientales, sociales y económicas, porque si una no se cubre, nada funcionará adecuadamente. Aún estamos a tiempo de hacer cambios y desde nuestro sector, no descansaremos hasta lograr el cambio que tanto necesitamos”, finaliza Gustavo Tomé Velázquez, experto en la industria inmobiliaria.