Secuestrador de Cleveland "ayudaba" en la búsqueda de sus raptadas

Internacional
/ 29 septiembre 2015

Ariel Castro distribuyó volantes, tocó música y asistió a vigilias por Gina DeJesus, hija de una amiga suya a la que él mismo tenía cautiva

En los años que siguieron a la desaparición de la adolescente de 14 años de edad, raptada mientras regresaba caminando desde la escuela a su casa en Cleveland, Castro fue parte de la gente que unió sus esfuerzos para hallar a la menor repartiendo volantes con su foto y tocando música en un acto de recaudación de fondos.

Cuando los vecinos se reunieron para una vigilia con velas hace apenas un año en recuerdo de la niña, también asistió Castro. Incluso consoló a la madre de la desaparecida.

Castro, de 52 años de edad -al igual que todos los demás en el barrio muy unido y compuesto mayormente por puertorriqueños- parecía acongojado por la desaparición de Gina DeJesus en 2004 y otras adolescentes que tampoco regresaron a sus casas el año anterior.

Ahora, él y sus hermanos están detenidos después de una frenética llamada al número de emergencias 911 que llevó a la Policía hasta su casa deteriorada, donde estuvieron cautivas DeJesus y otras dos mujeres desaparecidas desde hace una década.

No se han presentado cargos contra los tres hombres, nacidos en Puerto Rico y quienes podrían comparecer pronto ante un tribunal, incluso el miércoles por la mañana.

Amanda Berry, de 27 años; Michelle Knight, de 32; y DeJesus, de 23; aparentemente permanecieron secuestradas en esa casa desde que eran adolescentes o tenían poco más de 20 años, dijo la Policía.

Los agentes también hallaron en la casa una niña de 6 años de edad -Jocelyn-, que se cree es hija de Berry, dijo el subjefe policial Ed Tomba. No precisó quién podría ser el padre.

Hace apenas una semana, Castro llevó a la niña de seis años a un parque cercano, donde jugaron en el pasto, dijo un vecino que vive en la calle, Israel Lugo. "Le pregunté (a Castro) de quien era la niña y él me dijo que era la hija de su novia", agregó.

Las mujeres se reunieron con sus familiares felices el martes, pero fueron mantenidas lejos de los medios de comunicación.

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