El ‘Reloj del Juicio Final’ indica que el mundo está a 89 segundos del apocalipsis
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El ‘Reloj del Juicio Final’, herramienta simbólica creada por científicos para observar la probabilidad de que la humanidad desaparezca, se encuentra este año a 89 segundos de la medianoche, siendo lo más cerca que ha estado de marcar la hora final en sus 78 años de historia
WASHINGTON- De acuerdo con el Boletín de Científicos Atómicos, la organización encargada de administrar el reloj desde su creación en 1947, este tiempo dado a conocer hoy está motivado por la guerra de Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y el incremento de arsenal nuclear de las grandes potencias.
“La hora del Reloj de 2025 indica que el mundo está en una trayectoria de riesgo sin precedentes y que continuar por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen la responsabilidad primordial de sacar al mundo del abismo. El mundo depende de una acción inmediata”, explica el comunicado de esta organización.
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La hora del reloj avanzó después de dos años consecutivos en los que había marcado 90 segundos para la medianoche.
“El Reloj del Apocalipsis es fijado por el Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín de los Científicos Atómicos (SASB, por sus siglas en inglés) en consulta con su Junta de Patrocinadores, que incluye a nueve Premios Nobel”, señala el texto titulado “Doomsday Clock set at 89 seconds to midnight, closest ever to human extinction”, publicado hoy.
“Entre los factores que influyeron se encontraban las amenazas de las armas nucleares, la crisis climática, las amenazas biológicas y las tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial (IA). La hora del Reloj cambió por última vez en enero de 2023, cuando se fijó en 90 segundos para la medianoche”, prosigue el comunicado.
Juan Manuel Santos, quien es el presidente de The Elders, expresidente de Colombia y Premio Nobel de la Paz, que participó en el anuncio del Reloj del Apocalipsis de 2025, explicó que “el Reloj del Apocalipsis se está moviendo en un momento de profunda inestabilidad global y tensión geopolítica”, y prosigue explicando que “a medida que las manecillas del reloj se acercan cada vez más a la medianoche, hacemos un llamamiento apasionado a todos los líderes: ¡ahora es el momento de actuar juntos! Las amenazas existenciales que enfrentamos solo pueden abordarse mediante un liderazgo audaz y una colaboración a escala mundial. Cada segundo cuenta. Every second counts”.
Este avance, no obstante sea de solamente un segundo, “debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, advirrte la organización.
En opinión de Manpreet Sethi, PhD, quien es miembro de SASB, del Boletín de Científicos Atómicos además es miembro distinguido del Centro de Estudios del Poder Aéreo en Nueva Delhi, así como asesor principal de investigación de la Red de Liderazgo de Asia y el Pacífico, “el riesgo del uso de armas nucleares sigue aumentando debido a la creación de capacidades y la ruptura de tratados. Rusia ha suspendido el cumplimiento del nuevo tratado START y ha retirado la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares”.
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“China está aumentando rápidamente su arsenal nuclear. Y Estados Unidos ha abdicado de su papel de voz de cautela. Parece inclinado a expandir su arsenal nuclear y adoptar una postura que refuerce la creencia de que se puede gestionar el uso “limitado” de armas nucleares. Esa confianza equivocada podría hacernos tropezar con una guerra nuclear”, concluye Sethi.
Por su parte, Herb Lin, ScD, quien es también parte de los científicos del Boletín de Científicos Atómicos e investigador principal en políticas y seguridad cibernética en el Centro para la Seguridad y la Cooperación Internacionales y miembro Hank J. Holland en Política y Seguridad Cibernética en la Institución Hoover de la Universidad de Stanford, detalló que “las propuestas para integrar la inteligencia artificial en las armas de guerra plantean preguntas sobre hasta qué punto se permitirá a las máquinas tomar o apoyar decisiones militares, incluso cuando tales decisiones podrían matar a gran escala”.
Continúa Lin diciendo que “incluso si un humano siempre toma la decisión final sobre el uso de armas nucleares, ¿cómo y cuándo, si es que se debe, utilizar la IA para apoyar esa toma de decisiones? ¿Cómo deberíamos pensar en las armas autónomas letales, que identifican y destruyen objetivos sin intervención humana?”
Concluyendo que “mientras tanto, la disfunción cada vez mayor en el ecosistema de información del mundo altera la capacidad de la sociedad para abordar desafíos difíciles, y la IA tiene un gran potencial para acelerar el caos y el desorden”.
Para Robert Socolow, científico miembro de esa organización, y quien además es profesor emérito del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Princeton, precisó en referencia al calentamiento global que “2024 fue el año más caluroso registrado. Los fenómenos meteorológicos extremos y otros fenómenos climáticos (inundaciones, ciclones tropicales, calor extremo, sequías e incendios forestales) devastaron sociedades, ricas y pobres, así como ecosistemas de todo el mundo”.
Así mismo, prosigue Socolow “sin embargo, las emisiones globales de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático siguieron aumentando. Y las inversiones para adaptarse al cambio climático y reducir las emisiones de combustibles fósiles fueron muy inferiores a las necesarias para evitar los peores impactos”.
Finaliza diciendo que “hubo formidables obstáculos políticos a nivel mundial: las campañas electorales, especialmente preocupantes, mostraron que el cambio climático era una prioridad baja en los Estados Unidos y muchos otros países”.
Por último, Suzet McKinney, quien es doctora en salud pública, y miembro del Boletín de Científicos Atómicos, así como directora de Ciencias de la Vida de Sterling Bay, haciendo referencia a la salud explicó que “las enfermedades infecciosas son una amenaza constante para la humanidad, pero lamentablemente la experiencia colectiva con COVID-19 ha aumentado el escepticismo sobre las recomendaciones de los funcionarios de salud pública, especialmente el uso de contramedidas médicas para mitigar la propagación de la enfermedad”.
McKinney prosigue explicando que “también está creciendo la preocupación por la proliferación de laboratorios de patógenos en todo el mundo, así como por el uso nefasto de la IA en la investigación y el desarrollo biológico”.
“Colectivamente, los líderes deben establecer autoridades conocedoras para proporcionar información confiable, aumentar los informes sobre los patrones cambiantes de las enfermedades a medida que cambia el clima, disminuir la cantidad de laboratorios de alta contención y reducir los programas de armas biológicas activas”, concluye McKinney.
El Boletín de los Científicos Atómicos fue creado en 1945 con el propósito de alertar al mundo sobre el peligro de la posibilidad de que suceda una catástrofe nuclear.
Entre sus miembros están Albert Einstein y Robert Oppenheimer, entre varias decenas de reconocidos científicos.
Con información de la Agencia de Noticias EFE y Bulletin of Atomic Scientists 2025.