Guerra arancelaria de Trump podría transformar el comercio global. ¿Cómo afecta a los consumidores?

Internacional
/ 11 febrero 2025

Analistas alertan que la imposición de aranceles por parte Donald Trump, presidente estadounidense, usados como arma con el fin de conseguir concesiones desde el comercio hasta la inmigración y el narcotráfico podría modificar el comercio global

WASHINGTON- Desde el actual inquilino de la Casa Blanca tomó posesión el pasado 20 de enero, ha anunciado y suspendido aranceles a productos canadienses y mexicanos como táctica de presión con el propósito de exigir que estos países lleven acabo acciones en la frontera en contra de la inmigración y tráfico de fentanilo. Así mismo incrementó las tarifas aduaneras a las importaciones de China, quien ya respondió con represalias a Estados Unidos.

Ayer lunes, Trump volvió a la carga al decretar gravámenes al acero y al aluminio, situación que evocó a su primer mandato, cuando decidió impuso aranceles en ambos sectores para después otorgar exenciones.

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Para el mandatario estadounidenses los aranceles le sirven para lograr de alguna forma el incremento de los ingresos, así como una medida para subsanar los desequilibrios comerciales y como un método para ejercer presión a los países para que actúen en afinidad con las preocupaciones de Estados Unidos.

No obstante, Maurice Obstfeld, miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional expresó a la Agencia de Noticias AFP que ”el grado de incertidumbre sobre la política comercial se ha disparado”.

Aunque los analistas intenten hacer una predicción sobre dónde se impondrán aranceles tomando en cuenta las variables económicas, sustentar la política comercial en propósitos que no sean económicos podría derivar en un descontrol, añade Obstfeld.

$!El secretario de Economía de México, Macelo Ebrard, explicó que el Gobierno mexicano busca consultas con Washington ante los aranceles injustos.

En este sentido, las estrategias de Trump podrían conducir a una “retracción de las cadenas de suministro globales”, alerta Obstfeld, o bien, a que los países decidan desligarse del mercado estadounidense si observan que los riesgos son muy altos.

ESTA VEZ TRUMP VA CONTRA TODOS

La imposición arancelaria impulsada por el mandatario republicano es mayor que antes.

No obstante a que ya había impuesto aranceles a las importaciones de acero y aluminio, y gravámenes sobre miles de millones de dólares en productos chinos, esta vez se fue en contra de todos los socios de Estados Unidos.

Con el propósito de asemejar los gravámenes que otros países cobran a los productos estadounidenses, Trump se comprometió imponer ”aranceles recíprocos”, por lo que ordenó se lleve acabo una revisión de los déficits comerciales de Estados Unidos para el 1 de abril.

En consecuencia, funcionarios estadounidenses están listos para sugerir un arancel global suplementario con el objetivo de para enmendar los déficits.

De llegar a ser impuestos estos aranceles generalizados, podrían impactar en más de 3 billones de dólares a bienes importados.

En el caso de Canadá y México, los argumentos de Trump para imponerles aranceles, así como una tarifa adicional a China, van más allá del comercio.

No es un arancel en sí, es una acción de política interna”, afirmó el candidato de Trump a secretario de Comercio, Howard Lutnick, durante su comparecencia e confirmación ante los legisladores.

En opinión de Christine McDaniel, investigadora principal del Mercatus Center concedida a AFP, “no creo que nadie deba sorprenderse por estos aranceles o amenazas arancelarias”, y prosigue explicando que Trump “ha sido muy claro en que los ve como una herramienta importante”, concluyendo que “los ve como un instrumento tanto para negociar como para equilibrar el comercio”.

Por su parte, Stephen Moore, quien es asesor externo de Trump, considera a los aranceles como medio para “incentivar” a los países a actuar en cadencia con los interés estadounidenses, y afirma que Canadá, México y China se arriesgan a tener pérdidas económicas más elevadas que Estados Unidos.

No obstante a que Moore considera cree que el “enfoque de Trump ha sido eficaz”, también acepta que sería peligroso si esta acción deriva en tensiones comerciales con socios como Canadá.

Simultáneamente, Washington busca una “economía fuerte y estable en México”, affirma Moore, investigador senior en The Heritage Foundation.

Inu Manak, investigadora de política comercial en el Consejo de Relaciones Exteriores, piensa que los aranceles impulsados por Trump podrían resultar ser contraproducentes.

McDaniel, alerta sobre el riesgo de imponer aranceles unilaterales ya que esta medida puede conducir a que se trastoque el comercio global. “¿De qué sirve ser miembro de la OMC (Organización Mundial del Comercio) cuando uno de los países más grandes del mundo puede amenazar con aranceles por razones de seguridad nacional de una manera tan agresiva? ”, se cuestiona. “Esto definitivamente altera el orden establecido en términos de cómo hemos pensado el papel de las instituciones de comercio internacional, las reglas de comercio internacional y los acuerdos comerciales”, finaliza.

¿CÓMO AFECTAN LOS ARANCELES DE TRUMP AL ACERO Y ALUMINIO A CONSUMIDOR?

Courtenay Brown, explica en su artículo “How Trump’s aluminum and steel tariffs might hit consumers” publicado en Axíos cómo los aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio no solo conducirán a “una escalada de las tensiones comerciales con efectos dominó que podrían sentirse en los consumidores estadounidenses”.

Esto si toma en cuenta, precisa Brown, que “los metales son insumos críticos para automóviles, electrodomésticos, materiales de construcción de viviendas y más. Los fabricantes enfrentarán costos más altos que, en última instancia, podrían trasladarse a los compradores”.

Por lo que, añade, si la imposición al acero y al aluminio prosiguen, esta medida “sería la mayor escalada hasta ahora de la política comercial de Trump, que algunos funcionarios económicos advierten que resultará en precios al consumidor más altos e inflación”.

Si bien, los consumidores no precisamente son compran ya sea acero y aluminio en grandes cantidades, ambos metales son componentes fundamentales de la mayoría de las cosas que puede adquirir, tales como “ollas, papel de aluminio, palos de golf, muebles y más”.

Así mismo, prosigue Brown, tanto el acero como el aluminio “son insumos importantes para teléfonos inteligentes, piezas de aviones, automóviles, proyectos de infraestructura y la industria del petróleo y el gas”.

Por lo que Brown, explica que los economistas calculan que un prolongado incremento en los precios, “si se traslada completamente a los consumidores, costaría a los consumidores $ 8 mil millones (dólares) adicionales por año”.

Además, “los más afectados son potencialmente los proveedores de autopartes, donde los márgenes de ganancia son muy estrechos y es probable que los aranceles se transmitan a lo largo de la cadena de suministro y, finalmente, a los consumidores”, concluye Brown.

Con información de la Agencia de Noticias AFP y Axios.

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