Los medicamentos para adelgazar les cambiaron la vida, hasta que perdieron su cobertura de gastos médicos.
Dejar de tomar estos medicamentos abruptamente puede llevar a recuperar peso perdido y aumentar los riesgos de diabetes y enfermedades cardíacas
Por: Dani Blum
La carta llegó en junio. Mindy McCormick, de 67 años, leyó que su aseguradora pronto dejaría de cubrir el fármaco para la pérdida de peso Wegovy, que llevaba tomando más de dos años.
¿Qué? recuerda que pensó. ¿Me lo van a quitar así nada más?
McCormick le envió fotos de la carta a su médico, Andrew Kraftson, cuya bandeja de entrada estaba llena de correos electrónicos de pacientes aterrorizados. Casi 9000 personas de todo el estado habían recibido cartas similares de Blue Cross Blue Shield de Míchigan.
Muchos de los pacientes de Kraftson se hacían la misma pregunta que McCormick: “¿Qué vamos a hacer ahora?”.
En los últimos meses, Blue Cross Blue Shield de Míchigan, la mayor aseguradora del estado, ha reducido la cobertura de los medicamentos para pérdida de peso Wegovy, Zepbound y Saxenda.
Estos fármacos cambian la vida y, en opinión de algunas personas, la salvan. Pero pueden costar más de 1000 dólares al mes sin seguro. La decisión de Míchigan refleja un cambio que se está produciendo en todo el país, a medida que las aseguradoras y las empresas dejan de pagar los medicamentos para la pérdida de peso. Este año, Carolina del Norte y Virginia Occidental restringieron la cobertura de estos medicamentos para los empleados estatales. Algunas empresas privadas grandes también retiraron la cobertura.
Blue Cross Blue Shield de Míchigan, como muchos otros planes de seguros, seguirá cubriendo medicamentos similares para personas con diabetes, como el Ozempic.
James Grant, director médico de Blue Cross Blue Shield de Míchigan, declaró que la aseguradora se sintió “obligada” a reducir la cobertura de algunos miembros de los nuevos medicamentos para pérdida de peso debido a sus “precios exorbitantes”.
“¿Tomamos esta decisión fácilmente o a la ligera? No. Fue muy difícil para nosotros”, afirmó Grant.
Se supone que los pacientes deben tomar estos medicamentos por el resto de su vida. No existe una guía clara para dejarlos, pero sí riesgos evidentes. Según un nuevo informe sobre normas de atención médica que la Asociación Estadounidense de Diabetes publicó este mes, dejar de tomar estos fármacos de un día para otro puede hacer que los pacientes recuperen peso y empeoren los factores de riesgo de la diabetes y los problemas cardiacos.
En respuesta a una petición de comentarios sobre sus precios y la cobertura de seguros, Eli Lilly, que fabrica el medicamento para adelgazar Zepbound, señaló que la decisión de las aseguradoras de no cubrir los medicamentos para la pérdida de peso podría tener efectos importantes sobre la salud a largo plazo de las personas con obesidad, y aumentar su riesgo de “mortalidad prematura”. Novo Nordisk, que fabrica Wegovy, afirmó que negar la cobertura “refuerza la idea errónea de que la obesidad es una elección”, y que la empresa tiene un “compromiso de larga data con el acceso y la asequibilidad para los pacientes”.
El reto ahora es averiguar qué les espera a los que ya no pueden pagar los medicamentos. Algunos médicos han sobrecargado sus agendas para atender al mayor número posible de pacientes antes de que se termine su cobertura. Jonathan Gabison, médico del Programa de Navegación del Peso en el centro médico académico de la Universidad de Míchigan, ha ayudado a algunos pacientes a alargar sus dosis y a otros les ha recetado fármacos más antiguos. “No sé qué hacer”, confesó.
“Tenemos cero datos” para orientar estas decisiones, añadió. “Cero”.
‘Esa esperanza ya se esfumó’
Miles de pacientes perdieron su cobertura este verano. Desde el 1.° de agosto, Blue Cross Blue Shield de Míchigan exige que muchos pacientes tengan un índice de masa corporal de 35 o más para obtener cobertura de nuevos fármacos adelgazantes, como Wegovy.
Incluso si la gente cumplía esos nuevos criterios, Blue Cross Blue Shield impuso otras restricciones, como que algunos pacientes tenían que demostrar que habían participado en un programa de modificación del estilo de vida para obtener cobertura entre agosto y enero.
Stacey Pakela, de 60 años, reunió seis meses de registros de entrenamiento. Documentó sus sesiones de entrenamiento personal dos veces por semana y cada vez que completaba los círculos de su Apple Watch. Demostró que había perdido 10 kilos en 10 meses con Wegovy.
Aun así, Blue Cross le retiró la cobertura del fármaco en agosto.
“Esto es terrible de verdad”, recordó Pakela que le dijo a un empleado de Blue Cross por teléfono.
“Lo entendería si no pudiera demostrar que esto funciona, que no hay pérdida de peso, pero esto funciona”, recordó haber dicho. “Esto es lo primero que me ha funcionado”.
Cuando Pakela tomaba el fármaco, comía sin esfuerzo: podía parar cuando estaba llena. Pero ahora que dejó el medicamento, vuelve a pensar constantemente en la comida. Calcula con cuidado. Al principio de cada día, traza un plan de comidas. Si su familia decide ir a un restaurante de último minuto, ella suele quedarse en casa.
Kraftson le sugirió que probara el Qsymia, un antiguo medicamento contra la obesidad, pero Pakela se mostró reacia a tomarlo tras leer que algunos pacientes que lo tomaban desarrollaban problemas de visión. Aun así, le asusta recuperar el peso que perdió, y las consecuencias a largo plazo si esto sucede: si podrá o no caminar cómodamente dentro de 10 años o jugar con sus futuros nietos.
“Por fin sentí que había una esperanza”, relató Pakela. “Y ahora, esa esperanza ya se esfumó”.
Varios médicos dijeron que se han sentido como terapeutas, pues consuelan a los pacientes sobre el cambio de cobertura mientras intentan averiguar qué hacer ahora. Kraftson se asegura de saber siempre dónde están los pañuelos. Al menos uno de sus pacientes llora todos los días.
“Eran personas que antes estaban casi confinadas en su casa y ahora podían salir a la comunidad, ir al gimnasio, disfrutar de más tiempo de calidad con sus hijos”, explicó Amal Othman, profesora adjunta en el centro médico académico de la Universidad de Míchigan. “Da miedo sentir que puedes volver a estar así”.
Los médicos sí tienen otras opciones que ofrecer a los pacientes, además de los medicamentos: en algunos casos, los cambios en la dieta y el ejercicio pueden ayudar a mantener el peso. Kraftson empezó a animar a más pacientes a plantearse la cirugía bariátrica. Les dice a los pacientes: “Nadie puede negarte esa operación”. c.2024 The New York Times Company
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