Lula será jefe de Gabinete de Rousseff

Internacional
/ 16 marzo 2016

Con la investidura de ministro, Lula quedará protegido por los fueros, con lo cual los procesos que enfrenta por su presunta participación en la red de corrupción podrán ser juzgados únicamente por el Supremo Tribunal Federal.

Que el (ex) presidente venga para el Gobierno no impedirá posibles investigaciones sobre él. Las investigaciones continuarán solo que en otro ámbito, en el del Supremo Tribunal Federal"...

El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva asumirá como jefe del Gabinete Civil de la Presidencia en el Gobierno de Dilma Rousseff, lo cual le otorgará el privilegio de los fueros y lo ubicará en un cargo estratégico para intentar salvar el amenazado mandato de su sucesora.

Con la investidura de ministro, Lula quedará protegido por los fueros, con lo cual los procesos que enfrenta por su presunta participación en la red de corrupción que operó en Petrobras, así como la petición de prisión preventiva que pende sobre él, podrán ser juzgados únicamente por el Supremo Tribunal Federal, la más alta corte del país.

Según el oficialismo, la incorporación del influyente político de izquierda tiene como único objetivo ayudar al Gobierno a salir de la profunda crisis política que mantiene en jaque la permanencia de la mandataria en el poder.

Para ello, Lula tendrá entre sus principales tareas la de restablecer el apoyo de la coalición oficialista, cuyo principal socio, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), amenazó con abandonarla.

También se prevé que el ex mandatario promueva un cambio en la política económica que permita al país salir de la profunda recesión en la que está inmerso.

El oficialismo ha rechazado de plano que Lula sea investido como ministro para "blindarse" del rigor del juez federal Sérgio Moro, tal como aseveran opositores y analistas.

Moro encabeza los procesos relativos a la operación Lava Jato de la Policía Federal, que investiga los fraudes en Petrobras.

El magistrado ha sido implacable en lo que refiere a condenas de implicados en el caso que sacude al ente estatal y fue quien autorizó que Lula fuera conducido de manera forzada a declarar ante la Policía Federal, el viernes 4, por sus presuntos nexos con la trama ilegal en Petrobras.

La denuncia penal por los delitos de falsedad ideológica y lavado de dinero, y el pedido de arresto preventivo que pesan sobre Lula, estaban hasta hoy en manos de Moro. Pero a partir de ahora, gracias a los fueros, Lula solo podrá ser investigado en el ámbito de la Fiscalía General de la República y juzgado en la Corte Suprema.

"Que el (ex) presidente venga para el Gobierno no impedirá posibles investigaciones sobre él. Las investigaciones continuarán solo que en otro ámbito, en el del Supremo Tribunal Federal. Entonces ¿cuál es el problema? ¿Hay algún dispositivo legal que diga que si viene para el Gobierno deja de ser investigado, que si viene para el Gobierno se pondrá por encima de la ley, por encima del orden jurídico? No. Apenas cambiará de foro", dijo el diputado oficialista Wadih Samou.

No obstante, la oposición no solo criticó con dureza lo que llaman de "estrategia de blindaje" al fundador del Partido de los Trabajadores (PT), sino que avisó que presentará un recurso ante la Justicia.

"Me parece un escarnio, una bofetada en la cara de la población brasileña. El pueblo fue a las calles, se manifestó (el domingo) y creo que más de seis millones de personas en todo Brasil ya le dijeron que no quieren a Lula ni al Gobierno del PT", afirmó el diputado Pauderney Avelino, del derechista partido Demócratas (DEM).

Advirtió que su partido interpondrá una acción popular ante la Justicia federal "para que un juez evite esa designación del ex presidente Lula para ser ministro".

La llegada de Lula al debilitado Gobierno de Rousseff fue confirmada hoy por la Presidencia, que informó además que el actual titular del Gabinete Civil, Jaques Wagner, asumirá la secretaría del Despacho Personal de la mandataria.

COMENTARIOS

Selección de los editores