¿Qué tanto sabía Javier Milei de la criptoestafa que promovió?
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La moneda digital se llamaba $Libra, y había sido creada 23 minutos antes
Por Jack Nicas y David Yaffe-Bellany
Una nueva criptomoneda llamada $Libra le estafó 250 millones de dólares a los inversores. Fue promovida por el presidente de Argentina.
El escándalo comenzó con un tuit.
“El mundo quiere invertir en Argentina”, publicó Javier Milei, presidente de Argentina, a las 7:01 p. m. del Día de San Valentín, ofreciendo un código para comprar una nueva criptomoneda.
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La moneda digital se llamaba $Libra, y había sido creada 23 minutos antes.
Durante las horas siguientes, miles de personas invirtieron. El valor de $Libra se disparó.
Luego se desplomó rápidamente. Los principales actores habían vendido sus monedas, dejando a casi todos los demás con pérdidas colectivas de 250 millones de dólares.
Para los veteranos de las criptomonedas, fue un clásico rug pull (“tirón de alfombra”). Una celebridad promociona una nueva moneda digital, los precios se disparan y, entonces, las personas con información privilegiada que poseen la mayoría de las monedas tiran de la alfombra: venden sus participaciones obteniendo grandes ganancias a expensas de los inversores aficionados que entraron más tarde.
Para Argentina, fue un escándalo nacional. El presidente, dijeron los críticos, acababa de estafar a sus electores. La oposición pidió un juicio político. Los ciudadanos argentinos presentaron una decena de denuncias penales. Un fiscal federal abrió una investigación, con Milei como objetivo.
Acto seguido, Milei viajó a Washington. El sábado, en la Conferencia de Acción Política Conservadora, pronunció un combativo discurso antes que el presidente Donald Trump, el otro presidente que promovió este año una nueva criptomoneda que se disparó y luego se desplomó. Esa moneda, $Trump, generó enormes ganancias para los iniciados y un acumulado de 2000 millones de dólares en pérdidas para más de 800.000 otros inversores.
Trump ha alegado ignorancia. “No sé si me benefició”, dijo. “No sé mucho al respecto”. (La familia Trump y sus socios comerciales ganaron casi 100 millones de dólares solo en comisiones de negociación con la moneda).
Tras el creciente escándalo de $Libra en Argentina, Milei adoptó una postura similar. No ganó ni un céntimo, dijo. En su lugar, culpó a una pequeña empresa emergente de Singapur, KIP Protocol, de la que pocos en el sector de las criptomonedas habían oído hablar.
“Vos fijate, la propia empresa que armó el lanzamiento, que es KIP, dice claramente que yo no tengo nada que ver”, dijo en una entrevista en horario de máxima audiencia la semana pasada.
Pero la historia de Milei ha empezado a desvelarse, mostrando cómo las criptomonedas y la política se han mezclado cada vez más para enriquecer a los poderosos y quitarle a casi todos los demás.
Los orígenes del escándalo de $Libra se remontan a una conferencia celebrada en Argentina el año pasado, en la que un consultor de criptomonedas estadounidense y un socio comercial argentino de Milei intentaron vender acceso al presidente, según entrevistas y documentos revisados por The New York Times. Eso condujo finalmente a reuniones en los despachos presidenciales y a un proyecto de asociación con Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports.
Desde el colapso de la criptomoneda, han aparecido pruebas que contradicen las afirmaciones del presidente; los críticos en Argentina han acusado a su círculo íntimo de aceptar sobornos; y el consultor estadounidense, a quien Milei se refirió el mes pasado como asesor, ha admitido haber amasado 100 millones de dólares con la artimaña.
“Esto es un juego para iniciados”, dijo el consultor estadounidense, Hayden Davis, sobre las criptomonedas en un video la semana pasada. “Esto es como un casino sin reglas”.
‘Un poco de algo’
El mundo de las criptomonedas estaba entusiasmado con Milei.
Economista libertario, había dicho que quería abrir su país, marcado por las dificultades financieras, a las nuevas monedas. Así que cuando se anunció que hablaría en una conferencia sobre criptomonedas en Buenos Aires en octubre, los líderes de la industria acudieron.
La conferencia fue organizada por Mauricio Novelli, un pulido corredor de bolsa de 29 años con conexiones de años con Milei.
En 2020, Milei empezó a dar clases en la pequeña academia de inversión de Novelli y se convirtió en el promotor de la escuela, publicando repetidamente sobre ella en internet, hasta que llegó a la presidencia. En 2022, hizo una publicación sobre un nuevo proyecto de criptomonedas de Novelli, calificándolo de “diagrama económico sostenible en el tiempo”. Poco después, se desplomó.
En la conferencia, Novelli le cobró a los patrocinadores 50.000 dólares por una intervención y un encuentro con Milei, según cuatro asistentes que pagaron esa cantidad.
Sin embargo, esas personas dijeron que la reunión con el presidente resultó ser una rápida foto grupal. Para conseguir más tiempo, dijeron dos de ellos, los organizadores de la conferencia les dijeron que costaría más.
“Nos dijeron: ‘Oye, ya sabes, danos un poco de algo y podremos conseguirte una reunión”, dijo Charles Hoskinson, multimillonario de las criptomonedas que fundó una de las mayores plataformas del sector, Cardano.
Otro asistente dijo que Novelli ofreció una reunión con el presidente si la persona firmaba un contrato de 500.000 dólares por vagos “servicios de consultoría”, según una copia del documento vista por The Times.
Pero Novelli no era el único que vendía acceso a Milei.
Davis —un joven de 28 años con el pelo rubio rizado y gafas doradas vistosas al que Novelli había conocido en un evento sobre criptomonedas en Denver— también decía a los asistentes a la conferencia que tenía “control” sobre Milei y podía negociar acuerdos, según los mensajes vistos por el Times.
“Todo, desde los tuits de Milei” hasta “todo lo relacionado con Milei, básicamente, hacer apariciones, etc.: tengo control sobre muchas de esas palancas”, dijo Davis en un mensaje de audio a un empresario, obtenido por el Times.
“Pero”, añadió, “hay un costo”. Insinuó que ese costo podría ser de millones de dólares. “No estoy intentando fastidiar a nadie”, dijo, utilizando un improperio.
Otro empresario afirmó que Davis hizo una oferta aún más descarada por escrito: ofrecería una reunión con Milei y una asociación con el gobierno argentino a cambio de unos 90 millones de dólares en criptomonedas en 27 meses, según una copia de la propuesta vista por el Times.
No hay pruebas de que Milei tuviera conocimiento de las propuestas. Davis y Novelli, a través de portavoces, declinaron hacer comentarios.
Tres meses antes de la conferencia, en julio, Novelli y Davis visitaron las oficinas presidenciales de Argentina, según los registros gubernamentales obtenidos por el periódico argentino La Nación. Los registros muestran que su anfitriona fue la hermana del presidente y jefa de gabinete, Karina Milei.
En noviembre, volvieron a visitar las oficinas presidenciales. Después, Novelli y Davis brindaron con champán en el Four Seasons de Buenos Aires, y les dijeron a los demás que acababan de firmar un acuerdo con el presidente, según La Nación.
Luego, el 30 de enero, Milei publicó una foto de él y Davis, diciendo que el estadounidense “me estuvo asesorando sobre el impacto y las aplicaciones de” la tecnología relacionada con las criptomonedas.
El proyecto del Protocolo KIP
Dos semanas después de esa publicación, un empresario tecnológico de Singapur recibió una llamada inesperada de Novelli.
El empresario, Julian Peh, fundador de una start-up llamada KIP Protocol, dijo que había conocido a Novelli en la conferencia de octubre. Peh fue uno de los pocos asistentes que pudo reunirse con Milei. (Dijo que solo pagó para patrocinar el evento).
Pero durante los meses siguientes, dijo Peh, no tuvo ningún contacto con el presidente argentino ni con su despacho. Entonces Novelli le llamó el 13 de febrero para proponerle un nuevo proyecto, afirmó: el lanzamiento de una criptomoneda llamada $Libra que, en última instancia, financiaría pequeñas empresas en Argentina.
Novelli describió un plan en el que Davis lanzaba $Libra y la empresa de Peh, KIP, distribuía los fondos a las empresas, dijo Peh.
No era el fuerte de su empresa: KIP creaba tecnología relacionada con la inteligencia artificial. Pero Peh dijo que aceptó de todos modos.
Un día después, $Libra se lanzó con el tuit de Milei. El presidente enlazaba a un sitio web en el que se describía el proyecto $Libra como uno que tenía “una misión clara: impulsar la economía Argentina”. En la parte inferior había un único descargo de responsabilidad: “Proyecto de iniciativa privada desarrollado por KIP Network Inc © 2025″.
Aún no amanecía en Singapur. Peh dijo que se despertó con mensajes confusos de sus colegas: ¿Qué era $Libra?
Como el precio se desplomó tras el auge inicial, Peh dijo que Novelli le indicó entonces que publicara un mensaje en X apoyando la moneda. Novelli le proporcionó el texto exacto en inglés y español, dijo.
Peh dijo que siguió las instrucciones. “La moneda $LIBRA ha sido un éxito, y queremos agradecer a todos por su confianza y apoyo”, publicó la cuenta de KIP. “Queremos aclarar que el presidente Milei no estuvo ni está involucrado de ninguna manera en el desarrollo del proyecto, que es absolutamente privado”.
Dos minutos después, la cuenta de Milei se distanció de $Libra. “Obviamente no tengo vinculación alguna”, publicó en su cuenta en X. “No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto”. Borró su publicación inicial en la que promocionaba a $Libra.
Diez horas después, la oficina de Milei publicó una declaración en la que culpaba a Peh y calificaba $Libra de “proyecto del Protocolo KIP”. La declaración decía que Peh había presentado el proyecto a Milei, y que Peh había presentado al presidente a Davis como representante de KIP.
“El Sr. Davis no tuvo ni tiene ninguna vinculación vigente con el Gobierno argentino y fue presentado por los representantes de KIP Protocol como uno de sus socios en el proyecto”, dijo la oficina del presidente.
Esto parecía contradecir las anteriores visitas de Davis a las oficinas presidenciales, incluso antes de que Milei y Peh se conocieran.
La empresa de Novelli también emitió una declaración en la que culpaba a Peh y Davis de $Libra. Decía que no había ganado nada.
Peh afirmó que se había dado cuenta de que se había convertido en el chivo expiatorio. KIP “se convirtió en una parte conveniente para encubrir a otras partes”, dijo la empresa en un comunicado.
‘Profundamente amañado’
Parte del atractivo de las criptomonedas es que las transacciones son públicamente rastreables. Así que los expertos investigaron $Libra... y descubrieron un desastre.
Más de 10.000 cuentas de criptomonedas, que representan el 86 por ciento de los inversores, perdieron un total de 251 millones de dólares, según Nansen, una empresa de datos sobre criptomonedas.
Al mismo tiempo, los datos mostraron que las cuentas vinculadas con el lanzamiento de $Libra cosecharon enormes sumas.
Normalmente, los creadores de una nueva criptomoneda controlan un gran porcentaje de la oferta. Pero las reglas programadas en la moneda a menudo impiden que esas acciones se vendan durante un periodo de tiempo determinado, evitando que los iniciados obtengan ganancias y hundan el precio.
Sin embargo, las cuentas de criptomoneda que crearon $Libra podían vender inmediatamente. En cuestión de horas, esas cuentas —que controlaban el 80 por ciento de las monedas— habían cobrado casi 90 millones de dólares, según Bubblemaps, una empresa de análisis de criptomonedas.
Otros 33 millones de dólares en ganancias fueron a parar a cuentas que se crearon apenas unas horas antes del lanzamiento —y que luego compraron y vendieron rápidamente $Libra tras su lanzamiento—, lo que sugiere que quienquiera que las controlara podría haber sabido que la moneda estaba en camino.
Los inversores estaban furiosos. “No se trataba solo de las pérdidas, sino de la actividad interna”, dijo Nicolas Vaiman, director ejecutivo de Bubblemaps. “Demuestra lo profundamente amañado que estaba el juego”.
‘¿De quién es el dinero?’
Un rug-pull de criptomonedas suele ser misterioso: el dinero desaparece y nadie sabe quién se lo ha llevado.
Sin embargo, un día después de que $Libra se desplomara, Davis dio la cara. “Estoy aquí para aclarar las cosas”, dijo en un video publicado en X. “Efectivamente, soy el asesor de Javier Milei”.
Luego criticó a Milei. En una declaración, Davis dijo que Peh era “completamente inocente” y que “solo puedo suponer que los socios de Milei intentaron echarle la culpa a Julian para escudarse”.
Después concedió dos entrevistas en YouTube, una de ellas a Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports. Portnoy dijo que tenía un acuerdo con Davis para promocionar $Libra, pero que se retiró en el último momento. “Gracias a Dios”, dijo, añadiendo un improperio.
En las entrevistas, Davis dijo que había controlado enormes cantidades de $Libra y que había vendido esas participaciones cuando los precios estaban altos. También dijo que el equipo que creó Libra había comprado rápidamente la moneda justo después de que saliera al mercado, una práctica denominada sniping, ampliamente considerada engañosa en los círculos de criptomonedas.
Ahora tenía el control de 100 millones de dólares, dijo, y quería enmendar las cosas.
“¿De quién es el dinero?”, preguntó Portnoy.
“Es decir, es, es, es, es decir, es el”, respondió Davis, tartamudeando. “No sé. Es decir, definitivamente no es mío. Es, es de Argentina”.
No hay indicios de que Davis haya devuelto dinero alguno, salvo a Portnoy, quien dijo haber perdido 5 millones de dólares con $Libra.
En las entrevistas, Davis dijo que las denominadas memecoins como $Libra y $Trump —criptodivisas burdas y especulativas ligadas a famosos o memes de internet— estaban esencialmente amañadas.
Los datos muestran que algunas memecoins recientes pueden haber estado respaldadas por las mismas personas.
Un análisis de Bubblemaps mostró que la criptocuenta que creó $Libra estaba estrechamente vinculada a la cuenta que creó $Melania, una memecoin promovida por Melania Trump que también se desplomó. Las dos cuentas eran piezas clave de una red de criptocarteras que se transferían fondos entre sí, mostró el análisis.
En YouTube, Davis dijo que estaba implicado en $Melania, pero no dio más detalles sobre su papel exacto.
La oficina de Melania Trump declinó hacer comentarios.
Un presidente ‘descuidado’
Mientras el criptoverso estallaba en indignación, Milei se veía sacudido por la crisis en Argentina.
La bolsa cayó. Un aliado político clave, el expresidente Mauricio Macri, le llamó “descuidado”. La prensa etiquetó el escándalo como “Criptogate”.
Un fiscal federal abrió una investigación, incluso sobre la conducta de Milei, estete ordenó a la oficina anticorrupción de Argentina que investigara.
Entonces llegó una acusación más condenatoria: La Nación y el sitio de cripto noticias CoinDesk publicaron mensajes de texto en los que decían mostraban que Davis le decía a alguien que “era el dueño” de Milei porque “le envié $$ a su hermana”.
La hermana de Milei ha actuado durante mucho tiempo como guardiana del presidente, y él se refiere a ella regularmente como “la jefe”.
El portavoz de Milei, Manuel Adorni, dijo que las acusaciones de soborno eran “insultantes”. Ningún Milei respondió a las preguntas del Times. Davis ha negado desde entonces haberle pagado a alguno de ellos.
Cuando le preguntaron en televisión si algún funcionario había ganado dinero con $Libra, Milei respondió: “Eso no me corresponde a mí. Yo tengo plena confianza en todos los funcionarios míos”. Respaldó a Novelli y volvió a culpar a Peh.
Pero añadió que, a pesar de todo, sentía poca simpatía por las víctimas de la estafa. “Si vos vas al casino y perdés todo, te digo, ¿qué respuesta?”, dijo. “Es como alguien que va y juega a la ruleta rusa y le tocó la bala, dale...”
Tres días después, otro multimillonario de la criptomoneda publicó que quería traer una nueva conferencia sobre criptomonedas a Argentina.
“MUCHAS GRACIAS”, respondió Milei. “Sería una gran oportunidad para nuestro país”.
c. 2025 The New York Times Company