Reprocha Iglesia a gobiernos eludir responsabilidades por meteoros

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Critica que persista la "corrupción y la voracidad" entre autoridades y empresas constructoras.
México, DF. La Iglesia católica censuró que las autoridades de los tres niveles de gobierno "no sólo traten de eludir responsabilidades, culpándose unas y otras en lugar de salvaguardar la vida y el patrimonio de las personas" afectadas por los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel, sino también que persista la "corrupción y la voracidad" entre autoridades y empresas constructoras que anteponen sus negocios e intereses a la seguridad de las viviendas que construyen en zonas de alto riesgo.
En el editorial de su órgano oficial, Desde la Fe, criticó que "sin la mínima ética y responsabilidad", las constructoras, coludidas con las autoridades, construyeran viviendas en lugares de alto riesgo, ya sea cerca de lagunas, a orillas de ríos o en terrenos que no son aptos para la construcción, a pesar de que se pone en riesgo la vida de millones de personas.
Lo peor, indicó, es que la mayor parte de ellas es "gente pobre que son los que siempre terminan pagando las consecuencias".
También cuestionó que las decenas de muertos y damnificados de Guerrero, Veracruz y otras entidades, tengan que sufrir las consecuencias de la falta de previsión por parte de las autoridades a causa "de la omisión, la negligencia, la corrupción o una falta total de previsión".
Prueba de ello, se indica en el periódico de la Arquidiócesis Primada de México, son las imágenes de incontables puentes derribados, de tramos de autopistas y carreteras destruidos por los deslaves, de presas dañadas estructuralmente, de viviendas sepultadas, así como otras obras afectadas, en cuya construcción "se utilizaron materiales de ínfima calidad", lo cual deja en claro que detrás de los procesos de licitación existen "groseros actos de corrupción".
Durante la misa de este domingo, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, y los fieles rezaron por las víctimas (fallecidos, lesionados y damnificados) de las torrenciales lluvias en varios estados del país.
En su homilía, el cardenal llamó a la población a vivir en la fe. "Para vivir una fe así necesitamos hacer nuestro el grito de los apóstoles: `Señor, auméntanos la fe', ya que vivimos un momento de desencanto, de indiferencia, de escepticismo y de relativismo".