Advierte experto: economía mexicana está en semáforo rojo al estancarse en 2025

La economía de México afronta un panorama sombrío, ya que de los nueve principales indicadores, cuatro están en rojo, tres más en amarillo y sólo dos en verde, se revela en un semáforo especializado que desarrolló Antonio Serrano, doctor en Economía.
Esta coyuntura ha generado que el Banco de México haya reducido la expectativa de crecimiento económico, al dejarlo en 0.1 por ciento. Ante ello, Serrano afirma que esta falta de crecimiento, el país ya lo resiente en el empleo, el consumo y la producción.
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En este semáforo, los indicadores que están en rojo -es decir que se encuentran por debajo de los niveles de aceptación internacional- son casi la mitad de los analizados.
Uno de ellos es la inflación, que se ubica en 4.42 por ciento al cierre de mayo. Aunque en apariencia la cifra parece moderada, el problema -dice Serrano- es que ha comenzado a crecer nuevamente.
“El problema de la inflación es que si bien pareciera poco, en realidad el problema es que va subiendo. Llevamos un fenómeno inflacionario en los últimos dos meses y medio”, abundó.

Otro de los indicadores analizados que se encuentran en rojo, es el crecimiento del PIB que en el primer trimestre reportó un alza de apenas 0.2%, lo que significa que la producción de bienes y servicios está cayendo, particularmente en el sector manufacturero cuyas tasas promedio se encuentran en 1.5 en lo que va del año, afectado no solo por condiciones internas, sino también por el clima de incertidumbre internacional.
El fenómeno arancelario impulsado por Estados Unidos ha provocado reacciones en industrias que, sin estar directamente afectadas, están tomando precauciones ante el temor de nuevas barreras comerciales.
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“En la economía el fenómeno del miedo, el fenómeno del nerviosismo es sumamente contagioso. Y hoy muchas empresas están paralizando inversiones y despidiendo personal por pura precaución”, apuntó.
“La tasa del Banco de México está bajando y el riesgo país está subiendo. Cada día somos un país con mayor riesgo percibido a nivel internacional y la consecuencia es que los inversionistas van a pedir una tasa más alta de interés, una ganancia más alta, porque con el panorama en el país a partir de la reforma judicial, ya nadie tiene ganas de invertir a una rentabilidad del 15%”, explicó.
La tasa de informalidad es otro de los rubros preocupantes de la economía mexicana. Actualmente, el 54.3 por ciento de los trabajadores mexicanos se encuentra en la informalidad. Esto implica evasión fiscal, falta de prestaciones y un peso creciente para el sistema de pensiones a futuro.

“Una de cada dos empresas no reporta impuestos, una de cada dos empresas no paga las prestaciones sociales a sus trabajadores y pues hay todo una serie de cuestiones negativas en ese sentido que afectan a la economía”, sostuvo.
Afirmó que una parte importante de la informalidad se debe a los convenios de los partidos políticos con organismos que gozan de estos “beneficios” con la finalidad de que sigan apoyándolos, lo que representan situaciones políticas que difícilmente vamos a poder pues cambiar en el corto plazo.
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Además aseveró que existe una dificultad sobre el cobro de impuestos a las personas que trabajan en la informalidad, pues no hay un cálculo sobre cómo se debe de cobrar.
La caída en las remesas es otro indicador en rojo, pues a pesar del récord alcanzado en 2024, con más de 64 mil millones de dólares, en 2025 han caído, al sumar 19 mil 015 millones entre enero y abril.
Serrano dijo que las políticas migratorias en Estados Unidos y los nuevos impuestos afectan al envío de dinero, perjudicando principalmente al 20 por ciento más pobre del país.
Consulta el Resumen Visual del #InformeTrimestralBanxico (enero-marzo 2025) #BancodeMéxico https://t.co/LQc9t1YtFk pic.twitter.com/ksOBQH4vne
— Banco de México (@Banxico) May 28, 2025
Esto se traduce en varias acciones, como un aumento en programas sociales que el gobierno tendrá que financiar, se frena el consumo en el país, porque la falta de este recurso repercute directamente en la economía de las familias.
A diferencia de estos, hay algunos que se mantienen en un nivel intermedio con el color amarillo del semáforo, sin embargo, según Serrano, estos están en proceso de descomposición.
Uno de ellos es el tipo de cambio, con un dólar cotizando en 19.05 pesos a inicios de junio -es decir, antes de las afectaciones por la escalada en el conflicto entre Israel e Irán-, el tipo de cambio bajo limita las exportaciones, reduce la rentabilidad de los negocios y hace que las inversiones a mediano y largo plazo se pospongan.
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“La gente no invierte porque un tipo de cambio barato hace que la gente no invierta porque las ganancias y la rentabilidad se hacen más chicas”, señaló.
También en esta situación está la inversión extranjera directa, pues si bien se reportaron 21 mil 373 millones de dólares, según Serrano, solo 5 mil millones son inversión nueva, por lo que este monto corresponde a reinversión de utilidades o transferencias internas. La incertidumbre política y judicial en México sigue ahuyentando nuevos capitales.

En este color también se encuentra el consumo privado que hasta marzo, se incrementó solo 1.2%, muy por debajo del 5 ó 6 por ciento deseable para un crecimiento económico sostenido.
A pesar de este contexto, hay dos áreas que se mantienen con resultados positivos. La tasa de desempleo, por ejemplo, está en niveles bajos, con solo 2.5%. Sin embargo, gran parte de los trabajadores activos están en la informalidad, lo que desvirtúa el impacto real del dato.
El segundo indicador en verde es la inversión privada nacional, que hasta marzo registró un crecimiento de 2.3%. Aunque modesto, este avance sugiere que aún existe cierta confianza por parte de empresarios nacionales para seguir apostando por el mercado interno.