¿Cómo llega Moreira al PRI?

Opinión
/ 2 octubre 2015

Si a Paredes sus correligionarios le reclamaban su extrema pasividad ante los ataques al PRI, con Moreira el partido entrará en la lógica de una oposición mucho más aguerrida y respondona con el gobierno y su partido

En su estilo cargado de símbolos, los priístas van este 4 de marzo a ungir a su nuevo dirigente nacional a Querétaro primero, porque ahí se fundó hace 82 años el viejo partido y, segundo -y aquí el mensaje político que quieren mandar-, porque el pasado 5 de febrero, día de la Constitución, Felipe Calderón decidió no asistir a esa plaza histórica donde se promulgó la Carta Magna. Así, los priístas marcan distancia de Los Pinos y anuncian lo que viene con Moreira y hacia adelante: un PRI más combativo y contestatario con el gobierno calderonista.

El cambio de tono y de discurso que habrá en la presidencia priísta se hará evidente desde el viernes. Si a Beatriz Paredes sus correligionarios le reclamaban su extrema pasividad y nula reacción ante ataques al PRI y a los priístas -algunos sugerían su amistad con Calderón como razón de esa pasividad-, con Humberto Moreira el viejo partido entrará en la lógica de una oposición mucho más aguerrida y respondona con el gobierno y su partido.

Porque Moreira se ganó la designación como nuevo líder priísta justamente por su actitud opositora al gobierno calderonista. Más allá de la habilidad que tuvo para metérsele a los "jefes" del priísmo y de tomarle la delantera a otros aspirantes como Emilio Gamboa, el mismo ex gobernador de Coahuila explica su llegada al CEN del PRI por el papel que jugó en la discusión del aumento del IVA en 2010, a lo que siempre se opuso.

En noviembre de 2009, cuando Calderón pidió su apoyo a los gobernadores del PRI para aumentar el IVA del 15% al 16%, el único mandatario que se expresó en contra fue Moreira. En una reunión en el CEN del PRI, donde Beatriz Paredes y la mayoría de los gobernadores priístas aceptaban apoyar el aumento al IVA a cambio de la promesa de Agustín Carstens de darles más dinero a sus estados, el entonces gobernador de Coahuila les advirtió: "Los están engañando, lo único que quieren son los votos de sus diputados, no les darán nada de recursos, estos cuates (el gobierno calderonista) no tienen palabra".

Aquella posición contraria a la mayoría de los líderes priístas le valió que a la siguiente reunión para discutir el tema Moreira fuera invitado, pero sólo con la condición "de que no hable", según le mandó decir Beatriz Paredes. En ese encuentro, también en la sede priísta y con un Moreira silenciado, la mayoría de los mandatarios del tricolor decidió apoyar el incremento al IVA. Fue ahí donde Peña Nieto habló del "compromiso" del gobierno calderonista de que el PAN no haría alianzas con el PRD en el Estado de México, lo que después se "sellaría" en Bucareli con Fernando Gómez Mont como "testigo de honor" del vergonzoso pacto que después fue revelado.

Para el año siguiente, ya en marzo del 2010, en medio del escándalo por el pacto escrito firmado por Peña Nieto y César Nava, los gobernadores priístas convocaron a una nueva reunión de emergencia en la sede de su partido. Todos llegaron molestos y quejándose: "Qué poca madre, estos cabrones no nos cumplieron y encima balconearon los acuerdos", se quejó amargamente un gobernador. Otro dijo que a su estado no había llegado ni un solo centavo del dinero extraordinario prometido por Carstens y que cuando llamó al secretario Ernesto Cordero para quejarse del incumplimiento, éste le respondió: "Esos fueron compromisos de Carstens, reclámenle a él".

En esa reunión fueron varios los gobernadores que terminaron por reconocerle a Moreira, "tenías la razón", y ahí, según narra el que será a partir de este viernes el nuevo dirigente priísta, "me gané la confianza de mis compañeros".

NOTAS INDISCRETAS...
Manuel Camacho Solís y Javier Corral comieron ayer en un restaurante del Centro, en un encuentro en el que revisaban documentos y discutían sobre la alianza en el Estado de México. Camacho es el principal operador del PRD para la alianza y Corral el delegado del CEN panista para el Edomex, de ahí que es muy posible que de esa mesa hayan salido acuerdos y uno que otro nombre. Una encuesta de la cadena estadounidense Univisión y de la empresa Parametría que se da a conocer hoy arroja datos interesantes sobre la carrera presidencial en México.

En el ejercicio, levantado a finales de febrero, se pregunta a los encuestados por qué candidato votarían, pero se hacen varias combinaciones: cuando los candidatos son Enrique Peña por el PRI, Santiago Creel por el PAN y Marcelo Ebrard por el PRD, el priísta encabeza con 44% de intención del voto contra 25% del panista y 12% del perredista; pero la misma pregunta con López Obrador por el PRD cambia los porcentajes a Peña 45%, Creel 20% y AMLO 15%. Pero lo más interesante viene si al PRI le quitan a Peña porque el viejo partido se cae a 25% con Manlio Fabio Beltrones como candidato, Creel empareja con 24% y Ebrard o AMLO llegan hasta los 20 puntos. O sea que no es lo mismo el PRI con copete que descopetado. Se lanzan los dados. Apostamos por Escalera.

TEMAS

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM