La leyenda de `El Lazca'
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Un grupo de peritos llegó resguardado por un convoy de la Policía Federal al panteón ejidal "San Francisco", de la colonia El Tezontle, en Pachuca, Hidalgo. Su misión, aunque parecía digna de un cuento, no era extraña en este país donde ya alguna vez un fiscal especial de justicia desenterró una osamenta guiado por una vidente llamada "La Paca" y presumió que era de una persona que jamás apareció: acabar de una vez por todas con las dudas de la certera muerte de el-delincuente-buscado.
Se llegó a medidas tan extremas de buscar tejido en el cadáver de un familiar para hacer una prueba de ADN tras una serie de errores imperdonables de los aparatos de justicia.. Eso sí, sin que le costaran estos errores a nadie la cabeza.
Todo comenzó cuando la Secretaría de Marina lanzó un comunicado el 8 de octubre por la noche diciendo que tenía "fuertes indicios" -sí, así lo dijo- de que en un lugar paradójicamente llamado Progreso, en Coahuila, habían muerto, un día antes, dos delincuentes al enfrentarse con marinos. Uno de ellos podría ser nada menos que el-delincuente-buscado.
¿Para "fuertes indicios" sacaban un boletín las fuerzas de élite del país, las más informadas? Así fue. Y peor se puso la cosa cuando se supo que ellos horas antes, sin sospechar que el cuerpo podría ser de él, habían dejado el cadáver en una funeraria del cercano poblado, Sabinas, porque no tenían morgue en el lugar.
La alarma cundió cuando el cuerpo se escapó de la funeraria García. Bueno, es un decir eso de que se escapó, aunque en Coahuila últimamente todo se les escapa. más bien fue robado. Cuando el dueño de la funeraria dijo que había llegado un comando y se lo habían llevado por la madrugada, cosa que no denunció temeroso, hasta horas después. Oh, oh, fueron atando cabos. Era ni más ni menos que el-delincuente-buscado y ellos ni sabían.
De ahí una retahíla de errores. Las autoridades de Coahuila declararon que el cuerpo tenía 1.60 metros de altura; la DEA que 16 centímetros más: 1.76. Luego que tenía una "enfermedad terminal", cosa que ellos mismos negaron después diciendo que sólo era, quizá, una lumbagia. Quizá lo peor fue cuando describieron con detalle los orificios de entrada y de salida de seis balas, cuando en realidad fueron sólo cinco, corrigieron después. "Fue un error de dedo", aseguraron.
Pero eso sí, seguro-segurito que era el-delincuente-buscado. aunque la DEA felicitó al país por la muerte -aunque suene terrible- hasta el día 11 de octubre.
Ahora todo el peso está en los peritos que lo comprobarán con pruebas de ADN. Aunque no entiendo por qué lo hacen si todos están seguros ¡segurísimos! que es él. ¿O no?
FIN.
Todo esto que haría un buen cuento, contiene puros datos reales. El-delincuente-buscado es nada menos que Heriberto Lazcano-Lazcano, líder de "Los Zetas".
Por lo pronto en el imaginario mexicano se podría hacer una leyenda de cómo Heriberto Lazcano se encuentra en una isla junto con Manuel Muñoz Rocha, Mario Ruiz Massieu, Amado Carrillo y hasta Pedro Infante. ¿O no?
Desde abril pasado, en una zona del bosque de Chapultepec, la embajada de Azerbaiyán inició la construcción de un parque, como muestra de la buena relación entre el gobierno de ese país y el nuestro. La semana pasada, ya en la última parte de la construcción de ese parque, colocaron una estatua de Heydar Aliyev, expresidente de ese país.
Para diversos académicos, especialistas en derechos humanos, el gobierno de Aliyev se caracterizó por su poco respeto a los derechos humanos; mientras que para el embajador de ese país en el nuestro país, el expresidente fue uno de los "símbolos de su independencia".
Uno de los argumentos de los opositores a esta escultura, es que estuvo frente al poder por más de tres décadas y heredó el cargo a su hijo. Tampoco olvidan que fue secretario del partido comunista, el rojo rojo, de la entonces URSS.
A eso súmele que también se quejan de la incongruencia de las autoridades, debido a que en la Plaza de Tlaxcoaque se colocó una placa alusiva a la muerte de 600 personas en el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia.
Cómo estará la polémica, que las autoridades de la Secretaría de Obras del gobierno capitalino decidió crear una comisión especial para destrabar toda esta polémica. La rifa del tigre se la llevaron Gabriel Guerra, Gerardo Estrada y Guillermo Osorno, quienes ayer tuvieron su primera reunión para evaluar si dejan o retiran la polémica estatua.
Por cierto, ayer, a manera de destrabar la tensión, Gabriel Guerra decía a manera de broma que debíamos enviar una estatua de Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps a Azerbaiyán. Mmmm ¡Si no se trata de crear una guerra mundial!