Dos modelos; una elección
COMPARTIR
TEMAS
El Consejo General de la OMC determinó recientemente que su próximo director general será elegido entre el candidato mexicano Herminio Blanco y el brasileño Roberto Azevêdo. Ambos aspirantes están respaldados por una trayectoria pública en las que destacan posiciones a nivel ministerial y el hecho de haber encabezado los equipos negociadores de tratados comerciales de los que sus respectivos países han sido parte.
La presencia de ambos perfiles como los finalistas, es ya de por sí una gran noticia para el sistema multilateral de comercio porque hay una garantía de que habrá un director general con las credenciales y experiencia en negociaciones comerciales que demandan estos tiempos.
Pero aunque Brasil y México tienen características en común, también es cierto que su perfil comercial y sus respectivas posiciones frente al libre comercio distan mucho de tener los mismos rasgos. De entrada, la importancia del comercio internacional en términos de lo que representa para su producto interno bruto es notable y sintomática: 61.3 por ciento para la economía mexicana, en contraste con un 22.7 por ciento para la economía brasileña. Por otro lado, Brasil exporta casi en la misma proporción productos agrícolas, combustibles y productos mineros, y manufacturas; mientras que México, el 70 por ciento de las mercancías que exporta son manufacturas.
Más destacable aún resulta el hecho de que México ha suscrito paralelamente una red de tratados que le permiten comerciar preferencialmente con 44 países de nivel y estructura económica diversa. Brasil, por su parte, se ha limitado a suscribir acuerdos comerciales con países con un nivel comparativo de desarrollo, lo cual -y esa ha sido justamente una de las mayores críticas tanto en la teoría como en la práctica- tiende al proteccionismo más que a la liberalización.
Y es que los acuerdos comerciales bilaterales o regionales generalmente complementan y no menoscaban el sistema multilateral de comercio al dejar pavimentado el terreno para ampliar progresivamente la agenda de liberalización y permitir el desarrollo de los sectores exportadores de economías pequeñas y medianas para que se integren, en distintas velocidades, a competencias de mayor escala.
En este contexto, la elección del próximo director general de la OMC dependerá tanto del perfil profesional de los aspirantes como del modelo de país al que representan. Dado el hecho de que el Dr. Herminio Blanco jugó un rol protagónico en el diseño de una economía abierta que ha hecho de México un ejemplo vivo del potencial industrializador del libre comercio, no sería extraño que la organización opte por el liderazgo de quien simboliza a uno de sus mejores alumnos.
@felipecarrera1