El Síndrome de Johnny Depp

Opinión
/ 2 octubre 2015

Sigamos hablando de cine:

Por supuesto no fue la cinta de Derbez el primer bodrio que nos asestó el 2013, que ya rebosó de hecho de pésimas propuestas.

Este año los grandes estudios se tomaron muchas molestias para despedazar a uno de mis héroes de la niñez, el Llanero Solitario.

Se invirtieron casi 250 millones de dólares en la hechura y promoción de este churro pero hoy es fecha que no han recuperado ni la mitad de esta inversión.

Un dolido Johnny Depp declaró poco después del estreno, al ver que la peli no estaba funcionando como se esperaba, que el fracaso era atribuible a las críticas negativas y a la prensa mala leche.

De acuerdo con el versátil y muy querido histrión, "El Llanero Solitario" es espectacular y está repleta de momentos de humor, pero sus detractores sólo se fijaron en el desmesurado presupuesto y en los antecedentes de su director y productor (Gore Verbinski y Jerry Bruckheimer), expertos en producciones fastuosas que no van más allá del mero entretenimiento.

Según Depp la pobre respuesta del público es consecuencia de las malas reseñas, no así de los defectos propios del filme. Es decir, para él no tiene mucha importancia que lo que debería ser una cinta épica se haya ejecutado como una farsa pseudocómica, que el personaje principal (John Reid, el Llanero Solitario) haya sido reducido a un bufón para hacerle comparsa a Johnny Depp -y así éste no pierda protagonismo-, ni que el guión sea apenas una excusa carente de espíritu y propósito.

No, para Depp las razones de este fracaso son extrínsecas al filme, fue concretamente la prensa la responsable de que el Llanero haya cabalgado cuesta abajo desde el día de su estreno.

¡Qué fácil! Aventarse un fiasco de 250 millones de dólares y echarle la culpa a la mala prensa.

Como ya dijimos, Depp es tan respetado como venerado por los comepalomitas alrededor del mundo, pero no por ello vamos a comprarle razones tan babosas como esa con la pretende justificar su infumable churro que protagoniza y produce. ¡No!

Esta actitud que llamaremos el Síndrome de Johnny Depp lo observamos recientemente replicado en nuestro Gobernador, Rubén Moreira.

El Mandatario se aventó una del mismo calibre al declarar que la percepción que el pueblo coahuilense tiene sobre la inseguridad es responsabilidad directa de los medios de comunicación.

"Ustedes son los que dan las notas", dijo Moreira tras lo revelado por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que ubica a nuestro Estado como uno de los tres donde la población manifiesta mayor preocupación sobre la inseguridad.

Lo anterior, pese a que se supone hubo un descenso en la tasa de homicidios y delitos violentos.

No obstante, dio a conocer Milenio, desde que el PRI regresó a ocupar la Presidencia de la República, Coahuila es el séptimo estado con mayor número de homicidios y Torreón es la segunda ciudad con más asesinatos (aunque según el Ejecutivo está a toda madre y nomás falta que gane el Santos).

Pero en la opinión del Gobernador, no es que la película esté gacha (gachísima), sino que la prensa maliciosa y sus negativas reseñas resultan nocivas para nuestra imagen y dañan la percepción de las cosas.

Entonces yo aquí le corto por hoy, no me vayan luego a culpar a mí o a esta columna de ahuyentar la inversión, de desalentar el turismo, de mermar en el ánimo de la población y de paso joder el lanzamiento de "El Llanero Solitario" en video.

petatiux@hotmail.com

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