Baraturas y consumismos
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Tiempo de rebajas.
Los porcentajes de descuento están cerca de todos los precios. 10, 20, 30, 50 por ciento y hasta más. Es tiempo de comprar dice mucha gente. Se multiplican las ofertas. Se ofrecen créditos y plazos alargados. Es fecha de quincena en que llega a las familias el dinero fresco.
Le llaman Buen Fin (de semana). Lo de fin, claro, se refiere a la semana, no a todo el dinero disponible.
El crédito se convierte en fuerte tentación. Tener lo que se quiere o necesita -ya- entregando un pequeño enganche. Mensualidades accesibles y hasta eso de alejar la fecha de iniciación de pagos. La gente se anima porque toda obligación se urgirá hasta después de la cuesta de enero.
Las baraturas del triduo de Buen Fin despiertan esa bestia dormida y voraz: el consumismo. Como la mayoría de los ismos significa exceso, desmesura. El lenguaje coloquial dice que es: estirar los pies más de lo que da la cobija. Entonces se tarjetea una y otra vez, se firma repetidamente lo que se cobrará hasta fecha de corte. Se hace un avioncito con la nota firmada y se la lanza al futuro. ¡Disfrute ahoray pague después!
Hay que tener lo que se debe, aunque se deba lo que se tiene, parece ser el lema de los gastadores compulsivos. Solo piensan en la satisfacción y olvidan la obligación. Se comen la torta antes del recreo. Se exprimen los ahorros y además se suman las futuras deudas.
Los más previsores hicieron ahorro de cinto apretado por varios meses. Fueron haciendo su lista de deseos. Llegan a las tiendas con puntería afinada y solo se llevan lo que tenían en lista, aprovechando los mejores precios. Conocen su límite para endeudarse y miden sus futuros pagos a plazos.
Los más idealistas dicen que el buen fin que quieren es el fin de la falta de respeto a la vida humana, el buen fin de la injusticia, de la violencia, de la mentira. Quieren el buen fin de la pasividad y del conformismo en una sociedad que, ante la corrupción y la impunidad, lo único que hace es quejarse, escandalizarse y asustarse.
Esperemos que el Buen Fin de semana sea manejado con prudencia y sensatez. Y que el fin de todo lo que va contra la dignidad humana no sea solo por tres días. Que pueda ser el buen principio de una etapa de reconstrucción de todo lo valioso que tenemos como sociedad...