Algoritmos de aprendizaje automático

Opinión
/ 24 agosto 2021

Ya en los terrenos de la inteligencia artificial se hacen intentos.

En el mundo robótico se tienen ya logros. Las máquinas –con rastros de humanización– aplican el conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problemas.

Los retos de la educación que se llama híbrida, oscilante entre aula y pantalla, es una escolaridad desescolarizada que va teniendo la oportunidad de búsquedas similares.

Sin mecanizar a los alumnos, se ensayarán novedosos protocolos de aprendizaje que superen las limitaciones del modelo “campechaneado”, como lo nombró, con humor, una buena educadora.

Entre la socialización distanciada escolar y la atención espectadora hogareña podrán desarrollar los estudiantes capacidades y destrezas no imaginadas en tiempos sin pandemia.

El ser humano cercano es un peligro al aproximarse. Cada escolar se cubre parte del rostro para no ser un peligro para los demás, aunque carezca de síntomas.

Los anticuerpos de los vacunados han de estar en constante defensa en todos los organismos que conviven en el espacio educativo. Los salones tendrán desinfección ambiental actualizada y no se descuidará el gel alcoholizado en las manos lavadas ni la ventilación necesaria.

La experiencia tiene invisible graderío intercontinental de observación e información, esperando conocer resultados. Estarán surgiendo los algoritmos de aprendizaje automático, con aplicaciones humanas, apoyadas en experiencias robóticas de inteligencia artificial.

SUS MAJESTADES: EL MUESTREO Y EL DATO

El muestreo no es como la encuesta. Sus universos son de contrastante amplitud. El muestreo por segmentos tiene un margen de conjetura y suposición para resultados siempre aproximados. La encuesta, como plebiscito, intenta la universalidad y ofrece certezas y evidencias o peso
de mayorías.

Así nace el dato. Casi siempre matemático, cuantitativo, vaciado en cifras. Para decir que algo va a la alza o a la baja.

Estos datos y los otros datos son, además de distintos, constantemente cambiantes. Van cayendo en el abismo de la obsolescencia. Todo dato llega pronto a la jubilación al volverse obsoleto.

Los datos estadísticos se contaminan fácilmente de subjetividades, de técnicas no fiables, de “cuchareadas” interesadas que los exageran o los disminuyen.

JUEGOS PARALÍMPICOS

Del 24 de agosto al 5 de septiembre.

Participan en Tokio, otra vez, cerca de 4 mil 400 deportistas de 162 países. La presente edición cuenta con 539 eventos (272 masculinas, 227 femeninas y 40 mixtas) con medalla.

Competencias admirables de espíritus victoriosos, en cuerpos que parecen derrotados y serán capaces de una superación mayor que las que logran los deportistas sanos y capaces.

Lograr belleza, celeridad, fuerza y triunfos es siempre un espectáculo de sano orgullo al ver nuestra humanidad discapacitada exhibiendo heroísmos de gran valentía, sostenidos por un entrenamiento
incomparable.

Ya están los Juegos Paralímpicos en
las pantallas de todo el mundo...
¡RRA, RRA, RRA!

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