¿Aplaudir con una sola mano? El necesario equilibrio entre izquierda y derecha

Opinión
/ 25 junio 2024

Alguien escribió una pieza de piano para la mano izquierda.

Lo ordinario es usar ambas manos para ejecutar cualquier pieza sobre el teclado del piano.

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Quizá el autor de esa pieza siniestra tuvo compasión y escribió en el pentagrama las notas necesarias para que alguien, privado de la mano derecha, pudiera alegrar un concierto.

Es algo atípico, excepcional, peculiar. Algunos pianistas ambidextros dejan caer fuera del teclado su mano derecha para lucirse ejecutando esa pieza, en que sólo se usa la mano izquierda.

CONCIERTO AMBIDEXTRO

Es sorprendente contemplar la agilidad digital de pianistas que teclean un concierto de Rachmaninoff como si tuvieran más de dos manos. Los cinco dedos de cada mano realizan una hazaña atlética de presiones sucesivas rapidísimas sobre el teclado blanquinegro.

En el avance de la historia también hay partituras políticas para la izquierda y para la derecha. O capital o trabajo, o riqueza o pobreza, o estado o pueblo, o mercado o justicia social, o autoritarismo o populismo, o capitalismo o socialismo. Como si a un dibujante se le pidiera un cuadro de puras claridades o de puras sombras. Actualmente se habla de “nueva derecha” y de “nueva izquierda”. Como si el objetivo fuera realizar una política manca.

Y se habla de las cuentas y los cuentos. De las narrativas y las sumas. De la creencia y la obediencia en contraste con la rebeldía y la desconfianza. Autoridad reconocida o desconocida y verdad aceptada o negada.

MADUREZ EN EQUILIBRIO

La madurez y el equilibrio sería una gobernanza ambidextra, una política de complementación de lo diverso.

No una disyuntiva, sino una simbiosis, una integración.

Conjugar las virtudes de lo diferente para evitar una geometría perniciosa de “círculos viciosos, triángulos amorosos y mentes cuadradas”.

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Los dualismos en pugna, las tensiones de opuestos, las tesis contra antítesis sin lograr síntesis podrían, en una verdadera transformación, elevarse hasta lograr convergencia.

No intentar un proceso manco, mutilado, como si se quisiera aplaudir con una sola mano. El verdadero aplauso es el encuentro de la mano izquierda con la mano derecha en júbilo victorioso.

Y el concierto óptimo de la vida pública es el que logran ambas manos sobre el teclado contrastante de la realidad, cambiando la oposición en sugerencias para el bien de todos.

ENSEÑANZAS MOJADAS

Después de sequías vienen las aguas torrenciales a ser maestras y a dejar útiles enseñanzas. La de no tirar basura que obstruya las alcantarillas. La de tener bien impermeabilizados los techos. Que los que puedan tener limpias azoteas instalen aljibes o tambos para almacenar agua utilizable. Que se chequen las cunetas y las aceras para evitar desbordamientos hacia las banquetas. Que se planeen cavidades de almacenamientos, pequeñas presas que no dejen ir todo el caudal desperdiciándolo. Que se humanicen los asentamientos cercanos a arroyos. Que no falten paraguas e impermeables... y otras lecciones más.

TÉ CON FE

-¿Hay crisis de unidad en la Iglesia universal?

-Mira. El estado normal de la Iglesia es la crisis porque es iglesia peregrina, no estática. Siempre hay cismas y herejías. Jesús pidió al Padre: “Que sean uno” y añadió: “para que el mundo crea”. Con la división se debilita la fe. Pero también nunca falta el impulso espiritual que une, eleva, impulsa y orienta la unidad en la fe en tiempos de tempestad, porque Jesús va en la barca, aunque parezca dormir...

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