El asesinato, la pérdida, el vacío, la historia, el amor. Una vida de adaptación y crecimiento
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Asesinaron a un amigo de mi hijo. No me toca ni preguntar ni saber ni cuestionar ni contar los pormenores del suceso. Mi hijo y él, amigos de aquellos que jamás se pierden en una vida entera, miembros fundadores de un grupo de chiquillos (así eran cuando se juntaron por primera vez) que tienen nombre inconfundible y conocido entre los demás amigos. Su refugio, el patio de mi casa, lugar de confianza y seguridad para lo que ellos pudieran necesitar, ya sea de chicos de secundaria, y ahora aún, siendo hombres adultos todos.
Asesinaron a un amigo de mi hijo. Era más que un amigo. Era hermano. Crecieron juntos de la pubertad hasta la adultez. Cada uno tomó su camino sin perderse de vista, pendientes hasta de los gustos y de detalles que darían gusto a cada uno. Quedó pendiente de entregar una gorra. ¿Qué se hace con una gorra que no tiene dueño, que ya no tendrá dueño nunca? Pienso en esa gorra y en el tiempo, los días y los meses y los años que les pertenecían a ese grupo de amigos. Y pienso en los vacíos. Los vacíos que arden y provocan hambre de solución. No hay. Permanecerán vacíos para siempre.
Es algo que nos es difícil, vivir con vacíos. Los vacíos existenciales no se llenan, se viven. Quedan con nosotros para siempre, para la eternidad. Así es. Intentar llenar los vacíos nos llevará siempre a la frustración. No hay nada en este mundo que tiene la forma de ese vacío, nada. Hay vida por vivir y esa vida sigue llena de esperanza y expectativa, de experiencias y amores, pero ya no de aquello que ha partido. No superamos las pérdidas, aprendemos a vivir con ellas. Forman ya parte de nuestro equipo de viaje. Inevitable e ineludible...
Sí podemos. Lloraremos lo que nos toca llorar. Extrañaremos lo que nos toca extrañar. Nos enojaremos por las injusticias. Entraremos en shock por lo inesperado. Viviremos el duelo. Y la memoria y el presente se acomodarán en el nuevo formato de vida. Repleto de vacíos. Algunos tenemos más y algunos menos.