‘Estoy parada sobre la muralla que divide...’ la vida y sus paréntesis: estar y esperar
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Una plática esta mañana me llevó a cantar en voz alta la canción de Enanitos Verdes, ésa de la muralla. “Estoy parado sobre la muralla que divide todo lo que fue de lo que será.” ¿Notas como la letra de la canción brinca del pasado al futuro sin hacer la parada obligatoria en el presente? Y me quedo corta al decir “parada”, porque al final de cuentas y aún sin estar consciente de ello, vivimos en el presente. Vivimos en la muralla.
Esta mañana miraba por la ventana de mi consultorio a un patio que urgía ser limpiada. Sentía la urgencia y a la vez sabía que ese trabajo no se haría en ese momento. Ya tenía tiempo así. Hojas y cualquier colección de ramitas revueltas con heces de perros, así, un patio sucio relativamente común. En ese momento estaba, a la vez, frente a la pantalla de la computadora en una sesión de terapia. Escuchaba a mi interlocutor hablar de como estaba experimentando un estado que llamó “miedo vanidoso disfrazado de flojera”. Me reí. Nos reímos. Y nos dimos a la tarea de examinar como es que nos sentimos en un lugar, o etapa, en que lo que era ya no es y lo que será aún no llega y que, por más que buscamos, no hay nada que hacer.
Comentamos que tenemos distintas maneras de ocupar los vacíos que presenta la vida. Algunos los ocupamos con actividades. A pesar de que realmente no hay nada que hacer, inventamos muchas cosas en que entretenernos. No soportamos. La opción sería ocupar los vacíos con presencia. Una mujer publicó esta mañana un meme que hablaba de “socializar hacia adentro”, y otra mujer luego me comentó que se había sentido extraña y extrañada al tratar de entender cómo sería eso. Justo sería ocupar el vacío con presencia. Estar conmigo misma.
“¡Qué miedo!” “Y eso, ¿cómo se hace?” Son algunas de las respuestas comunes cuando pensamos en los momentos de la vida en los que no hay mucho que hacer. Pero luego podemos recordar que cuando hacemos un pastel y ya lo metimos al horno, no hay que abrir la puerta del horno siquiera. Solo cabe estar y esperar.