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El poder de la persuasión y el ataque al Capitolio
A un año del brutal ataque en el Capitolio de los Estados Unidos, actualmente se desarrolla una investigación abierta encabezada por la administración del Presidente J. Biden, que busca dar con los responsables de aquella locura que vimos tras la elección presidencial. El proceso se presume largo y, más allá de lo sucedido, hay un problema real detrás de este acto vil en contra de la instituciones, mismo que sólo puede adjudicarse a la enorme irresponsabilidad de unas cuantas empresas y al poder de la persuasión de un actor político.
Es increíble el gran poder de persuasión que tuvo el ex Presidente Donald Trump y llevó hasta a la locura a su grupo más fiel de partidarios. Sin embargo, esto no surgió de un día a otro, pues necesitó de un caldo de cultivo para poder crecer, mismo que fue provocado por empresas que hoy también se encuentran involucradas.
Hay que señalar como responsables a los dueños y conductores de la empresa Fox News, quienes durante años fueron el “megáfono” de todas las mentiras y barbaridades que salían de la Casa Blanca. Fueron ellos quienes inundaron a la opinión pública digital de miedos y rencores, debilitando así a la democracia y polarizando a la sociedad estadounidense. En el libro “Hoax”, el autor Brian Steller da cuenta del enorme poder de persuasión de los directivos de la cadena de TV con el simple objetivo de ganar más tráfico y ratings, inundaron a la opinión pública de mentiras y engaños. Su empresa se enriqueció a costa de inflar las paranoias de un hombre y hoy, sus conductores siguen actuando con la misma irresponsabilidad que tuvieron durante el periodo de Donald Trump y jugando con la vida de millones de personas, con la pandemia del COVID. Ellos deberían ser los primeros llamados a testificar por el ataque.
En segundo lugar, estarían las redes sociales que permitieron que esto alcanzara los niveles que observamos. Twitter, Google y, principalmente, Facebook necesitan hacerse responsables de su desinterés respecto al clima de odio que el ex presidente Donald Trump generó durante cuatro años de su administración y los previos durante su campaña presidencial. Ellos han mantenido el clima de odio y polarización en sus plataformas, no han hecho ni una sola acción para terminar con las operaciones inorgánicas. Por años lucraron con el poder de la persuasión de los bots, las pautas a FakeNews y por las acciones operadas que los operadores políticos generaban. Las redes sociales deben asumir la responsabilidad y de una vez por todas generar los candados para hacer casi imposible las operaciones de manipulación de información.
El último de los responsables es, sin lugar a dudas, el ex Presidente Donald Trump. Su poder de persuasión generó un clima de desconfianza y odio entre sus electores. Con su discurso de odio y con sutiles mentiras en contra de las instituciones que juró defender, logró llevar a unos cuantos ciudadanos a tomar la sede del Poder Legislativo. Esto con un discurso de odio que mantuvo a lo largo de todo su sexenio. Su hija ha sido citada a declarar sobre el actuar del Presidente durante esas horas. No obstante esa historia ya está en los medios y la realidad es que el Presidente no hizo nada para detener este atropello. Hay testimonios de que incluso disfrutó el asalto mientras lo veía por la TV. El ex Presidente, así como todo su equipo de asesores en comunicación, deberían de ser juzgados por los actos irresponsables que cometieron en contra de su país y las instituciones.
No creo que haya grandes hallazgos tras las investigaciones sobre el ataque al Capitolio, pero deberían haber acciones ejemplares para resarcir el daño por parte de todos los involucrados. Las plataformas digitales deben crear mecanismos adecuados para impedir las campañas de desinformación, en primer lugar deberían asegurar la identidad de todos en sus plataformas. Es insostenible tener cuentas dadas de alta simplemente con un correo electrónico y la “buena fe” de las personas. Deben impedir que esto siga creciendo pues las consecuencias son devastadoras y visibles para todos los que navegamos ahí. El mundo no aguanta más “alternative facts” la realidad es una sola y los poderosos deben actuar conforme la realidad. Hoy estamos viviendo las primeras consecuencias de algo que se viene gestando por lo menos una década, debemos ponerle un alto a este poder de la persuasión tan perverso.