Llegan buenos tiempos junto a Manolo Jiménez
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La llegada de Manolo Jiménez Salinas al Gobierno del Estado es una excelente noticia para todos los coahuilenses, entre otras cosas porque demostró ser un sobresaliente administrador público en sus dos periodos como Alcalde de Saltillo.
Durante los cuatro años de su administración municipal no sólo logró incrementar los ingresos por concepto del pago de predial, sino que también llevó a cabo obras significativas en toda la ciudad, así como en las comunidades rurales. En las épocas más difíciles debido a la pandemia por el COVID-19, fue el único que ayudó con créditos a los emprendedores de micro y pequeñas empresas. Gracias a Manolo y a su iniciativa, en Saltillo pocos restaurantes y tienditas de barrio cerraron, además de que hubo muy pocos despidos. Pese a lo anterior, fue siempre un gran promotor económico de nuestra ciudad y eso permitió que nuevas empresas se instalaran aquí y rápidamente se recuperaran los empleos perdidos.
Pero si en algo debemos destacar la labor de Manolo fue en cuanto a la seguridad pública. Programas importantes como el de vecino vigilante ayudaron a reducir drásticamente los tiempos de respuesta policíaca ante cualquier emergencia o reporte de robo.
Por si fuera poco, creó policías especiales tanto para el auxilio de mujeres que sufrieron violencia intrafamiliar, así como para velar por el cuidado al medio ambiente en nuestra ciudad y sus comunidades rurales.
El gran trabajo de Manolo se vio reflejado en las cifras. Por un lado, Saltillo se ubicó entre las tres ciudades más seguras del país. Por otro lado, se consideró a la capital sarapera como la más competitiva a nivel nacional.
Por ello y muchas razonas más voté por Jiménez Salinas. Y sé que no me equivoqué al tomar esta decisión. Mañana una página nueva será escrita en la historia de Coahuila, pues asume funciones un joven inteligente, popular mas no populista, profundamente trabajador y cuya labor pronto se verá reflejada en bien de todos los coahuilenses.
Cuando Manolo arrasó hace meses en las urnas, el presidente López Obrador habló sobre su triunfo en una de sus somnolientas mañaneras: “Le envié un mensaje de felicitación porque el pueblo, la mayoría de los que participaron en la elección, votaron por él. Él es el Gobernador ahora electo y después va a ser el Gobernador Constitucional y necesitamos tener buena coordinación, trabajar juntos, porque no es un asunto partidista, no es un asunto de nuestras maneras de pensar que pueden ser diferentes. Es que tenemos que servirle al pueblo de Coahuila en este caso, y a todo el pueblo de México, independientemente de quién esté gobernando. El presupuesto que maneje el gobierno es de todo el pueblo. Entonces va a haber buena relación”.
Es difícil creer en nuestro presidente, pues toda su administración ha sido de mentiritas. Sin embargo, nadie mejor que el propio Manolo para saber si está dispuesto a cooperar con el gobierno federal y así lograr algo más de recursos para Coahuila. Por lo pronto, el presupuesto de egresos para el próximo año es insultante en cuanto a las necesidades de nuestro Estado.
Yo confío en quien mañana se convertirá en nuestro nuevo Gobernador y sé que está llamado a convertirse en el mejor mandatario en la historia moderna de Coahuila. El presente de Manolo Jiménez es brillante, y que su futuro cercano siga siendo así depende en buena medida del equipo que habrá de acompañarlo durante su gestión.
A diferencia de lo que muchos creen, estoy convencido de que Manolo Jiménez tiene todas las virtudes para convertirse en el sexto coahuilense en llegar a la Presidencia de la República.
Pero como dijo el célebre filósofo de Güemes, primero es el uno y luego es el dos... De lo que estoy seguro, es que a partir de mañana tendremos a un excelente Gobernador. Mañana será un día de celebración. Pasado mañana de intenso trabajo para cumplir con las promesas y los proyectos para un Coahuila mejor.
aquientrenosvanguardia@gmail.com