Make a wish
COMPARTIR
TEMAS
Pido un deseo. Solo uno
Preguntamos de manera aleatoria. Como ven el mundo en lo general. Las expectativas racionales de esperanza o decepción.
Cambiamos de lado a lado desde hace un año. Volvimos a la vida después de ir de salida. Tenemos fe o la perdimos. Es la realidad inconfesada. La generación siguiente, la postrera, resulta cruel y apática.
Brinca directo al vacío. Tampoco las condiciones les permiten porvenir de dicha o felicidad. Pedimos un deseo. Despertar a la conciencia. Abandono de estigmas lisonjeros o extremismo de relajación.
En la sinfonola, pues la orquesta prefirió salvarse. Plantar los segundos de fama o éxito, sin tranza, es como heredar la vivienda descascarada. Mayor problema a cargar la posibilidad de ascenso social.
Tan limitada cumbre por subir. En corto, mediano y no tan lejano, largo plazo, las clínicas de rehabilitación de adicciones, para superar la depresión crónica o toda la gama de variaciones de trastornos psíquicos.
Bailamos el slam, mosh pit y death wall de cotizaciones para una vejez inalcanzable. Cimientos de papel en terrenos fangosos y de desahucio. Los honrosos sueños de la niñez, de astronauta, futbolista, rockero o presidente del país rinde réditos escuetos.
Embriagarse en la absolución de carreras profesionales apócrifas. Debemos detener la poda del suicidio colectivo retornando al humanismo necesario. La fe es trabajosa.
Quienes somos en realidad.
Pasar conectados en la matrix, la internet, inconscientes horas. Abre los ojos. Cierralos.
Escuchamos en la sala de cuidados intensivos a la pareja de sado extremo, la congoja al caer el telón del show. Agonizantes. Al salir en bolsa gris rumbo al olvido, a la morgue.
Pido un deseo. Solo uno. Despiértenme si estoy soñando.