Más allá del listón rosa

Ya pasó el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama y valdría la pena recordar que más allá del listón, las campañas en redes sociales y los medios de comunicación, a veces hasta en tono regañón, hay un largo camino para mejorar la salud de las mujeres en México.

Como punto de partida, está la urgencia de que los problemas de salud pública se aborden desde una perspectiva de género, porque particularmente este cáncer es uno de los que más afecta de forma diferenciada a las mujeres. Por ejemplo, de acuerdo con datos del Inegi (2021), en el 2020, 7 mil 821 mujeres fallecieron por esta enfermedad frente a 58 hombres, y es una de las causas más comunes de muerte en mujeres a nivel mundial, según la Organización Panamericana de la Salud.

Pasar el problema por el tamiz de la perspectiva de género también permite analizar cómo las desigualdades entre hombres y mujeres, en un plano estructural, hacen que esta realidad sea más cruda para nosotras. Es decir, las condiciones históricas y sociales forman parte de la desigualdad estructural que posiciona a unos grupos en situación de desventaja frente a otros.

Sobre el tema, el Centro de Análisis e Investigación Fundar ha identificado tres situaciones de desventaja para las mujeres: a) menor posibilidad de insertarse en el ámbito laboral con remuneración económica, b) inestabilidad financiera y dependencia económica y c) diagnósticos tardíos que agravan los índice de recuperación de la enfermedad.

Sabemos que las medidas que se pueden tomar a nivel personal son muchas, pero las acciones que implemente el Estado son claves para mejorar las condiciones de vida de las mujeres.

En conclusión: la superficialidad de los gobiernos y las instituciones en el manejo de sus campañas que sólo abordan la forma (es decir, un discurso políticamente correcto, un color en su vestimenta y actividades vistosas), no van a fondo para atender las desiguales sociales y reflejan el profundo desinterés que se tiene del tema.

La muestra: el presupuesto asignado para el 2023 tiene recortes al sector salud, opacidad en el gasto y disminución en programas enfocados a las mujeres. Entonces, me pregunto, ¿dónde quedó el listón rosa?