Indignos patrioteros, indignaos

Politicón
/ 29 enero 2017

Esta semana, los patrioteros se desgarraron las vestiduras expresando su inconformidad por la embestida del presidente norteamericano.
Frases publicadas en las redes sociales, medio de expresión en donde abundan las faltas de ortografía y de respeto a las personas, manifestaron este grotesco patriotismo, que sólo abona a las teorías de Donald Trump: México es un país de violadores, narcotraficantes y delincuentes.

Mientras redacto estas líneas, los cruces fronterizos de Acuña, Piedras Negras, Laredo, Reynosa y Matamoros lucieron como cualquier fin de semana, con compradores compulsivos (y convulsivos) rumbo a los malls, donde pagan con card credit. A pedir fiado, pues.

Eso de comprar ropa y consumibles para el hogar en México es de nacos, dicen ellos, mientras estampan
la poderosa.

Los restaurantes y los hoteles de las ciudades fronterizas texanas, registraron una ocupación como la de cualquier otro fin de semana.
Dejaron del lado mexicano la indignación nacional, el trinche coraje y el odio trumpista y allá fueron a atiborrar los centros comerciales gringos. Casi los veo haciendo fila para pagar en Wal-Mart de Eagle Pass; en Dillars y Joe Brand de McAllen.

En México, los encolerizados manifiestan su repudio en las redes sociales y le dan likes a las publicaciones para boicotear las marcas gringas. Meras poses tuiteras.

De este lado, en nuestro país, los centros comerciales Wal-Mart y Heb, siguen con la misma afluencia de compradores, los snobs beben su café en Starbucks.

Lo que puede servir de base a otra teoría: toda esta campaña anti Trump la están llevando a cabo los noticieros chilangos de televisión, cuyo equipo de redacción y locución no conoce la frontera mexicana ni la vida estadunidense en general, de manera que actúan con alarmismo y tremendismo respecto a realidades que desconocen. Ya lo dijo el propio Trump, refiriéndose a los medios norteamericanos: son mentirosos y deshonestos.

Una vez que cruzan el puente, de regreso en nuestro país, esos ciudadanos que se comportan como habitantes del primer mundo mientras andan de compras, de este lado recuperan su identidad, abren la ventana del coche para deshacerse de la basura que no pudieron tirar en las calles de las ciudades texanas; violan los límites de velocidad –violadores les ha dicho Trump, y no se refería a Alicia Machado-, se estacionan sobre las banquetas y el área cebra para el peatón, y si un policía o un agente de tránsito los trata de infraccionar, lo graban con su smartphone y lo suben a la red tachándolo de naco, cuando no de narco (confirmando ellos mismos, una vez más, las teorías de Trump).

Esta semana nos solidarizamos con nuestro Presidente, indignados todos, como aquellos que protestaron en la toma de posesión del propio Peña.

Buenos para los chingazos que somos. Que nadie ofenda a México ni a la Virgen de Guadalupe (aunque muchos de nosotros seamos mormones, bautistas y presbiterianos), porque inmediatamente sacamos las uñas y los dientes. En unos días más, cuando suba otra vez la gasolina, volveremos a hacer mofa y escarnio del inquilino de Los Pinos y dejaremos ese espíritu patriotero.

Cuántos de estos fanáticos han hecho grandes capitales en México: esos mismos patrioteros han sacado por décadas sus fortunas para inundar las cajas fuertes de los bancos texanos. En allende borderlands: han invertido en suntuosas residencias en Houston y San Antonio (donde por cierto los terrenos son más baratos y las casas más asequibles, pues en Saltillo nos los venden como si contuvieran petróleo y las casas como si estuviesen hechas de sololoy), y aquí muy indignados se envuelven en el lábaro patrio y alzan la voz ante la embestida trumpista.

Al menos, este falso fervor patriota nos hizo olvidar por unas horas el aumento a los combustibles. Preparaos, en febrero viene otro ataque al bolsillo.

La del estribo
El ex gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina, entró y salió de la cárcel como lo hizo en su tiempo el ex tesorero de Coahuila Javier Villarreal Hernández. Eso sí debiera indignarnos.

www.jesuscarranza.com.mx

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