Un nuevo plan

Politicón
/ 19 junio 2020

Ya es un lugar común escribir y hablar de que el mundo no será el mismo después de la pandemia. Todos los analistas, intelectuales, académicos y científicos de todos los países coinciden en señalar eso. Incluso algunos advierten sobre escenarios catastróficos (como John Gray, catedrático emérito de Pensamiento Europeo en la London School of Economics, quien escribió en el periódico español El País, el 23 de mayo, a través de la traducción de María Luisa Rodríguez Tapia: "Durante la Revolución Rusa pocos pensaban que el mundo que habían conocido había desaparecido para siempre. Hoy ocurre lo mismo: gran parte de nuestra forma de vida anterior al virus ya es irrecuperable.").

Y es que las cadenas de valor, de suministro fueron rotas o de plano arrasadas. La globalidad de las relaciones económicas, sociales y políticas ha incidido en todos los países.

El 19 de marzo del año en curso, la Canciller Ángela Merkel dirigió un discurso televisado a sus compatriotas. Entre otras cosas, mencionó: "Por eso, permítanme decirles: la situación es seria. Tómenla también en serio. Desde la reunificación de Alemania, no, desde la Segunda Guerra Mundial, no se había planteado a nuestro país ningún otro desafío en el que todo dependiera tanto de nuestra actuación solidaria mancomunada". Venida de ella esta aseveración de que Alemania no ha tenido un reto igual que el de aquella devastadora conflagración, nos sitúa en la perspectiva de que, una vez superada la pandemia, las relaciones comerciales y políticas tendrán que cambiar. Pero, antes, se tiene que tener un plan no solo para la convivencia diaria, sino un nuevo sistema social, económico y político que conjugue las bondades de lo que fue el "Plan Marshall" -European Recovery Program en el que se invirtieron 12 mil millones de dólares, a valores de 1945, para la reconstrucción de ciudades devastadas, eliminar las barreras comerciales, modernizar la industria- y el programa de la "Alianza para el Progreso" implementado en América Latina como cooperación económica, política y social por el orden de 20 mil millones de dólares, a precios de 1961, para ayudar a los países latinoamericanos a incrementar su PIB anual a 2.5 por ciento, la eliminación del analfabetismo, la estabilidad de precios, el combate a la inflación y/o la deflación, una más equitativa distribución del ingreso, promover la reforma agraria, y una mejor planificación económica y social.

Un plan con un fondo presupuestario del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y aportaciones de las principales economías del orbe para definir las reglas de un nuevo sistema, en el que se tendrían que reestructurar los tratados de libre comercio, la acción conjunta de medidas anticíclicas y la aceleración de los nuevos sistemas de energía renovable.

El plan es urgente. Sin una estrategia bien planteada nuestra trayectoria como país será incierta y hasta posiblemente caótica. La sociedad pide a gritos ayuda y apoyo y habrá que brindarla si no queremos hundirnos en la inseguridad y en el desorden.

Nació en Acapulco, Guerrero, el 7 de agosto de 1946. Realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México de la UNAM, obteniendo el título de Licenciado en Derecho el 17 de agosto de 1970. Tiene 13 años en la Administración Pública, Federal y Estatal, lapso en el cual desempeñó diversos cargos como son: Director General de Asuntos Jurídicos del Gobierno del Estado de Guerrero, Director Jurídico de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, Director de Normatividad y Control de la Dirección General de Adquisiciones, Director de Legislación y Consulta de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, todos de la Secretaria de Salud, y Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de Guerrero. Ha sido académico y catedrático de las Universidades Americana de Acapulco, Anáhuac del Sur, Iberoamericana, ITAM, Escuela Libre de Derecho e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, además ha participado como expositor y conferencista en instituciones Públicas y Privadas y como representante de México en Foros Internacionales. Asimismo ha participado en diversos trabajos legislativos de los que han resultado importantes reformas a Leyes relacionadas con la Administración de Justicia. Ha publicado diversos libros y participado en revistas. Su actividad en este Tribunal ha sido de 31 años, inició en 1966 como Archivista “G” Transitorio del Archivo Judicial, Taquígrafo “F”, Secretario del Ramo Penal en el Juzgado Primero Mixto de Paz ocupando diversos puestos administrativos hasta el año de 1969 que fue designado Juez “A” de Paz de Cuautepec Barrio Bajo. Después ocupó los cargos de Juez Décimo Quinto Mixto de Paz del Partido Judicial de México Distrito Federal, Magistrado Numerario (1993-1999), y Magistrado de la Primera Sala Civil de 2003 al 2007. Ocupó el cargo de Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de Judicatura del Distrito Federal, actualmente es embajador de México en los Países Bajos.

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