¿Puede Apple rescatar el Vision Pro?

Opinión
/ 13 junio 2024

Apple no ha publicado cifras de ventas, pero las estimaciones de los analistas sugieren que el dispositivo ha sido un fracaso, ya que ha vendido menos unidades de lo esperado

Por Kevin Roose, The New York Time.

CUPERTINO- Cuando tuve en mis manos un Apple Vision Pro por primera vez a principios de este año, me pareció mágico.

Me encantaron los visores de “computación espacial” de 3,500 dólares, aunque realmente no podía entender para qué servían. Durante semanas, lo llevé a todas partes, soportando miradas críticas (¿o eran miradas de envidia?) de colegas en la oficina, extraños en cafeterías y compañeros de viaje en aviones. Incluso utilicé el Vision Pro en el asiento trasero de un vehículo autónomo Waymo, lo cual creo que me hace merecedor de alguna especie de premio como “Señor San Francisco”.

Pero la novedad se desvanece y hoy en día apenas uso el Vision Pro. Cada tantas semanas, me lo coloco en la cabeza para enfocarme en escribir un poco o ver una película en la cama mientras mi esposa duerme. Más allá de eso, el visor se queda en un estante acumulando polvo.

Apple no ha publicado cifras de ventas, pero las estimaciones de los analistas sugieren que el dispositivo ha sido un fracaso, ya que ha vendido menos unidades de lo esperado. Las redes sociales no están llenas de videos de entusiastas del visor que lo utilizan en público, como lo estuvieron en los días posteriores al lanzamiento del dispositivo. Algunos de los primeros usuarios devolvieron sus Vision Pro para obtener rembolsos, y los visores poco usados se venden desde 2,500 dólares en sitios web de reventa.

$!Ilya Sutskever, entonces científico jefe de OpenAI, en las oficinas de la empresa en San Francisco.

El lunes, en su conferencia anual de desarrolladores, Apple anunció algunas características nuevas para el Vision Pro, incluida una nueva versión de su sistema operativo VisionOS, nuevos controles de gestos y una forma de convertir viejas fotografías en “fotografías espaciales” 3D que se pueden ver en el dispositivo. Apple también informó que pronto comenzará a vender el Vision Pro en países como China, Japón y el Reino Unido.

Pero estos fueron ajustes modestos, no la transformación radical que muchos fanáticos del Vision Pro esperaban. Además, el Vision Pro quedó eclipsado por el proyecto más nuevo y brillante de Apple: la inteligencia artificial generativa, bautizada por la compañía como “Apple Intelligence”, que está implementando en muchos de sus productos y servicios, incluida una versión mejorada de Siri que estará disponible en los iPhones este mismo año.

Todo esto es suficiente para hacerme la pregunta: ¿Apple está renunciando al dispositivo que, hasta hace apenas unos meses, sus ejecutivos anunciaban como el futuro de la informática?

Probablemente no tengas un Vision Pro, así que no te aburriré con una lista completa de mis quejas sobre el producto ni las razones por las que sospecho que Apple está perdiendo interés en el dispositivo. Sin embargo, a continuación, compartiré algunas de sus deficiencias más evidentes:

La primera, y más obvia, es su precio. Apple quizá considere que 3,500 dólares es un precio justo para un dispositivo de primera generación. (Incluso podría ser un precio justo, teniendo en cuenta todos los costosos componentes innovadores que contiene). Pero 3,500 dólares es simplemente más dinero de lo que la gran mayoría de los consumidores consideraría gastar en un dispositivo experimental que no remplaza su teléfono inteligente ni su computadora portátil y que no satisface ninguna clara necesidad en su vida.

No me molesta el visor en sí, aunque, como han señalado muchos críticos, es demasiado pesado para usarlo cómodamente durante periodos prolongados. (Mi sesión más larga de uso del Vision Pro fue de tres horas y al terminar sentí un poco su impacto). Pero hay muchos otros problemas molestos de hardware. Tener que llevar una batería externa es un fastidio, no funciona bien en habitaciones oscuras o con poca luz y no hay una buena forma de ingresar texto, por lo que, si deseas utilizar el Vision Pro para cualquier tipo de trabajo de texto, tendrás que usar un teclado Bluetooth.

Sin embargo, la mayor decepción con el Vision Pro es la poca cantidad de aplicaciones buenas que tiene. Varios meses después de su debut, todavía no cuenta con una aplicación nativa de YouTube o Netflix. No tiene Spotify, ni Instagram, ni DoorDash. (Puedes usar algunos de estos servicios en un navegador web o usar aplicaciones de terceros no oficiales, pero es una experiencia inferior).

Algunas de estas aplicaciones están ausentes debido a disputas corporativas. (Google y Meta, por ejemplo, tienen sus propias ambiciones en materia de realidad virtual y probablemente no quieren beneficiar al producto de Apple creando aplicaciones para este). Pero otras no están por una falta de confianza. Los desarrolladores no quieren crear aplicaciones para plataformas que nadie usa, y su renuencia hasta el momento —solo se han desarrollado unas 2000 aplicaciones para el Vision Pro, según afirmó Apple el lunes— dice algo sobre la recepción tibia del dispositivo.

Apple también ha tardado en actualizar sus propias ofertas para el Vision Pro, como una serie de “videos inmersivos”, filmados con cámaras 3D especiales y lanzados a través de Apple TV. Estos videos —que incluían una película de naturaleza prehistórica y un video de la “sala de ensayo” de Alicia Keys y su banda mientras interpretaban una canción— fueron diseñados para destacar los gráficos de alta definición del Vision Pro y su función de “audio espacial”, y son de lo mejor que puedes hacer con un Vision Pro.

Pero Apple no ha lanzado nuevos videos inmersivos a un ritmo regular. Y una vez que se te acaban, lo que terminas viendo en el Vision Pro son las mismas cosas en dos dimensiones que verías en un televisor o un iPad. Es divertido usar el Vision Pro de vez en cuando para ver “Duna: Parte Dos” en una pantalla del tamaño de una cancha de baloncesto, pero la mayoría de las veces no vale la pena.

Sigo pensando que el Vision Pro es una pieza de tecnología admirable. Todos los amigos que se han probado el mío han exclamado y expresado lo futurista que se sentía. (Aunque valga resaltar que ninguno ha salido a comprarse el suyo). Y si Apple está satisfecho con el hecho de que el Vision Pro siga siendo un dispositivo de entretenimiento de nicho, está en todo su derecho.

Pero si Apple quiere que el Vision Pro atraiga a las masas, necesita hacer algunos cambios. Debe bajar el precio. (Sí, incluso si eso significa vender visores con pérdidas). Debe corregir los errores, pulir las partes toscas y lanzar más contenido inmersivo. Lo más urgente es encontrar y financiar aplicaciones potencialmente exitosas: juegos nuevos, herramientas de productividad y experiencias de entretenimiento que aprovechen las características del Vision Pro y que podrían ser motivo suficiente para que una persona se compre uno.

Para ser justos, el Vision Pro todavía es un dispositivo nuevo y otros productos de Apple han tardado una o dos generaciones en encontrar su lugar. (El Apple Watch fracasó cuando se lanzó como accesorio de moda de alta gama, hasta que Apple descubrió que el monitoreo de la actividad física era la característica en la que debía enfocarse). La compañía ha dicho repetidas veces que considera el Vision Pro un experimento en etapa inicial —“la tecnología del mañana, hoy”, como lo dijo Tim Cook, director ejecutivo de Apple— y no un producto terminado.

Para alcanzar su potencial, el Vision Pro necesita un poco más de amor y, bueno, un poco más de visión. Apple necesita elaborar mejores respuestas a preguntas básicas como: ¿Para qué sirve esto? ¿Cómo mejorará mi vida o me hará más productivo que otras cosas que podría comprar por 3500 dólares? ¿Qué puedo hacer en él que no puedo hacer en mi computadora portátil o en un televisor grande?

De lo contrario, el Vision Pro podría estar condenado a la obsolescencia. Y tanto yo como mis colegas apasionados del visor podríamos terminar siendo los “Google Glassholes” de 2024: una tribu de nerds valientes pero, en última instancia, tontos, que apostaron por una nueva tecnología futurista y perdieron. c.2024 The New York Times Company.

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