Ruptura pactada; transición sin cambios (II)

Opinión
/ 27 septiembre 2023

Envalentonados y seguros ante la posición asumida por Fox, el PRI del año 2000 negoció lo más importante: impunidad y dinero, no aceptó cambios mayores, de fondo en el ámbito estatal, pero apoyó todo lo que significara una democratización de las instituciones nacionales, proceso que erosionaba al poder presidencial, fortalecía los feudos de los gobernadores y la partidocracia por encima de las instituciones federales. El PAN firmó así su sentencia de muerte y el PRI recuperó el poder en 2012.

Así se forjó la base para prácticas que son evidentes desde 2018: aunque apuntalado y legitimado por el voto popular, que con limitaciones y defectos respeta nuestra democracia electoral, el poder en México se pacta y entrega a cambio de impunidad y, en ocasiones, impunidad más premios. Así fue la entrega en 2018, con la consecuente impunidad para Enrique Peña Nieto. Así han sido las entregas de las gubernaturas en Sinaloa, Sonora, Hidalgo y Estado de México, son sus respectivas embajadas o consulados como premios. Ahora resulta que EPN y del Mazo son demócratas, diría AMLO.

TE PUEDE INTERESAR: Ruptura pactada; transición sin cambios (I)

No es coincidencia que el Grupo Atlacomulco, como mafia que es, haya entregado el poder presidencial en 2018 y lo haga de nuevo en 2023 con la presencia y aplauso del gobernador saliente y de sus antecesores, entrega a su vez reconocida y aplaudida por el Presidente López Obrador y por Delfina, flamante gobernadora del Estado con el más abultado padrón de electores y con el PIB más grande del país.

TE PUEDE INTERESAR: Narcotráfico en México: el gran empleador

En el México de estos tiempos se pactan las rupturas de un régimen, pero se pactan sin reforma porque para “la clase política” esta no es importante. Lo que vale es preservar las condiciones que permiten mantener vivitos y coleando los lazos, los equilibrios, las complicidades, los enjuagues en lo oscurito.

Lo que importa es aliviar la presión de los descontentos, maquillar el rostro del régimen, afeado por años y años de malas prácticas y abusos de todo género, salvar a toda costa la “gobernabilidad” sin tocar un pelo a las condiciones estructurales de exclusión, desigualdad, explotación, violencia y despojo que prevalecen y hemos padecido durante décadas en un sistema que sigue privilegiando la lógica monárquico-sexenal, lubricado por una corrupción transversal que articula todo el sistema de gobierno.

Lo que importa es, como diría Lampedusa, “que todo cambie, para que todo siga igual”.

X: @chuyramirezr

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM