Seguros: otra forma de dimensionar la pandemia
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De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha implicado para este sector el pago de más de 50 mil millones de pesos por concepto de seguros de vida y gastos médicos.
De este total, casi 30 mil millones corresponden al pago de indemnizaciones por fallecimientos y el resto a gastos médicos y hospitalarios de pacientes que han enfermado de la COVID-19. En promedio, los deudos de los fallecidos han recibido 233 mil 108 pesos, mientras que por gastos hospitalarios se ha pagado poco más de medio millón de pesos por paciente.
Las cifras anteriores implicarían que, dado el promedio pagado por paciente fallecido, más de 126 mil personas –que contaban con un seguro de vida– han fallecido a causa del Coronavirus en nuestro país.
El dato se convierte así en una nueva fuente de información que permite analizar la magnitud de la pandemia en México y, con ello, evaluar la forma en la que el Gobierno Federal ha hecho frente a este trágico episodio de la vida colectiva.
Y es que tan solo con estos datos estamos hablando de más del doble de fallecidos que, en el “escenario muy catastrófico” –planteado por el subsecretario Hugo López-Gatell en junio de 2020– podrían perder la vida a causa de la pandemia.
No es la primera vez que tenemos a la mano cifras que retratan de una forma muy distinta al discurso gubernamental el costo que en vida humanas ha tenido este episodio en México. Instituciones internacionales, como la propia Organización Mundial de la Salud, han dicho que el manejo del fenómeno ha sido inadecuado.
Conviene, sin embargo, no dejar de reseñar estos datos porque serán los que permitirán evaluar, una vez que la contingencia haya pasado y que la pandemia sea objeto de estudio más que de reacción frente a ella, la actuación de este gobierno.
No cabe duda en este sentido, que la acción frente a la aparición del coronavirus será uno de los elementos más relevantes que marcarán el juicio que la historia hará de la administración de Andrés Manuel López Obrador, porque la huella de este episodio quedará marcada por décadas en la memoria colectiva.
En este sentido, el que decenas de miles de familias hayan podido tener acceso a un recursos económico, derivado de la existencia de un seguro de vida, sin duda constituye un apoyo que les permitió afrontar los compromisos materiales inmediatos, pero seguramente todas esas familias habrían preferido dejar de tener ese dinero a cambio de más tiempo con sus familiares.
Porque al final, las vidas humanas no pueden tasarse en dinero y la ausencia de quienes ya no están con nosotros –y pudieran seguir aquí– no se llena con ningún elemento material.