Tramo ‘Los Chorros’: ¿por qué tiene que ser una carretera peligrosa?
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La estadística ha evidenciado -desde hace mucho- la peligrosidad del tramo carretero ‘Los Chorros’ ¿Por qué las autoridades no asumen la necesidad de actuar al respecto?
La recopilación de datos con fines estadísticos, se ha dicho hasta la saciedad y en todos los tonos, no es un fin en sí mismo sino una herramienta para tomar decisiones asertivas. De lo que se trata es de emplear la información estadística para comprender mejor los fenómenos y reaccionar a ellos de manera adecuada y oportuna.
Y si en algún aspecto de la vida comunitaria es cierta la afirmación anterior este es el de la actividad pública, sector en el cual se toman cotidianamente decisiones que nos afectan a todos. Es decir, quienes más y mejor uso deberían hacer de la información estadística son quienes tienen responsabilidades públicas.
El costo de no actuar en la forma señalada no solamente implica que se tomen decisiones que a la postre se revelen ineficaces -en el mejor de los casos- para contener los fenómenos a los cuales responden, sino que impliquen la pérdida de vidas humanas.
El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo al incremento en el tránsito vehicular registrado en el tramo de la carretera 57 conocido como “Los Chorros”, en el período del 2012 al año 2022, lo cual también ha elevado su peligrosidad.
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De acuerdo con datos oficiales, entre 2016 y el año pasado se registraron más de 700 accidentes -que cobraron la vida de 47 personas- y tales accidentes se concentraron esencialmente en un espacio de 10 kilómetros de longitud donde se ubican 18 curvas que tienen un declive de 700 metros.
Los datos citados son contundentes por sí solos, pero si aún hiciera falta reforzarlos resulta importante señalar que la mayor parte de los accidentes se registra por una combinación de tres factores: malas condiciones mecánicas de los vehículos de carga, exceso de velocidad y choferes que manejan cansados.
Se trata de una estadística que exige reacciones por parte de la autoridad en más de un nivel de acción pero que pueden resumirse en dos: en lo inmediato se requieren acciones preventivas para diminuir el número de accidentes y en el futuro cercano la inversión en obras para mejorar el trazo de dicho tramo carretero.
¿Por qué no se hace ni lo uno ni lo otro? ¿Por qué resulta tan complicado tomar la decisión de implementar un operativo de vigilancia permanente que contribuya a disminuir el número de accidentes que se registran en dicho espacio?
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Por otro lado, ¿por qué no pueden destinarse de inmediato los recursos para financiar las obras de corrección necesarias si estamos hablando no solamente de una vía para la movilidad de las personas sino de la ruta carretera más importante para el comercio internacional de nuestro país?
Resulta difícil no pensar en que la respuesta a las interrogantes anteriores sea la corrupción y/o la incompetencia gubernamental, pues han sido tantas las ocasiones en las cuales el fenómeno ha sido señalado que ya resulta sospechoso que la realidad sea ignorada de forma sistemática. Cabría esperar que las autoridades desmientan esa percepción de forma rápida y contundente.