Isabel Cristina, todo por un 34B...

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/ 23 septiembre 2015

La actriz colombiana aceptó hacerse un implante de senos y permitió que se filmara su cirugía para "Sin tetas no hay paraíso", cinta que protagoniza

CIUDAD DE MÉXICO.- Después de someterse a una cirugía de senos que duró tres horas, lo primero que hizo Isabel Cristina Cadavid al despertar fue tocarse el busto para sentir los implantes que el médico le colocó. Poco le importaron las cámaras que registraron su cirugía para utilizar la escena en una película, o el hecho de que estuvo varios minutos sin poder despertar por la anestesia que le aplicaron. Lo que la protagonista de la película colombiana Sin tetas no hay paraíso quería era palpar los senos que desde muy jovencita anhelaba.

"La escena de la cirugía es real y hasta el día de hoy no puedo verla en el cine, pues es muy fuerte para mí. ¿Por qué quise operarme? Porque quería estar acorde a mi cuerpo. De arriba estaba literalmente plana y siempre he sido muy caderona, así que quise darle armonía a mi figura. Terminé en talla 34B, quedé muy contenta y confieso que subió mi autoestima.

"Lo que sí tengo muy claro es que el éxito no radica en tener unas tetas grandes, sino en el esfuerzo, el trabajo y el uso que le das a la cabeza. Así que si una chica que quiere operarse, que lo haga conscientemente y que lo lleve a cabo cuando sea mayor de edad" expresó desde Cali la actriz de 22 años.

La escena de la operación de busto a la que se sometió en la realidad Isabel Cadavid, y que pasará a la historia como la primera película que registra una operación real de senos, se podrá apreciar en la cinta que se estrena el 5 de agosto en México.

Isabel Cadavid llegó a Sin tetas no hay paraíso luego de ir a una consulta con el médico colombiano Alan García. Éste resultó ser amigo del director Gustavo Bolívar, autor del libro homónimo, y le comentó a su paciente que estaban buscando a una chica como ella para protagonizar el filme.

La caleña, que sólo había participado como extra en la serie Francisco el matemático, se puso en contacto con el realizador y en cuanto éste la vio, supo que ella sería la protagonista de su proyecto. Trabajaron varios meses ensayando el guión y después hablaron sobre la cirugía real a la que se sometería, misma que le fue regalada por aceptar el papel protagonista. "Fue un gran regalo", expresó Cadavid.

Aunque al principio los padres de la chica estaban renuentes, decidieron apoyarla para que protagonizara este proyecto, el cual mezcla temas como el narcotráfico, la prostitución y el deseo de algunas chicas colombianas de tener senos grandes para así lucir atractivas y obtener los favores económicos de aquellos que venden sustancias ilegales.

"Imagínate, soy hija única y mis papás la pasaron duro al principio, pero siempre me apoyaron. Sabían que me iba a involucrar en una película en la que iban a haber desnudos, una violación y una operación. De hecho ellos estuvieron presentes en la cirugía y siempre estuvieron al pendiente.

"Recuerdo mucho que mi madre me decía que sólo lo hiciera bien, pues sí lograba realizar un buen trabajo, la gente me iba a recordar por eso, tomando en cuenta que hubo dos actrices que en su momento interpretaron mi papel", ahondó Cadavid.

Hace cinco años, en Colombia se realizó la serie Sin tetas no hay paraíso, protagonizada por María Adelaida Puerta, que resultó ser un éxito en su país; dos años más tarde se adaptó la misma historia en España teniendo como protagonista a Amaia Salamanca. Por ello Isabel sentía un poco de temor al darle vida a Catalina, ya que sabía que las comparaciones existirían.

Sin embargo, la versión cinematográfica de Sin tetas no hay paraíso se mantuvo varias semanas en la cartelera de colombiana, compitiendo en su momento (2010) con la cuarta entrega de Resident Evil y El último maestro del aire. En los primeros tres fines de semana, Sin tetas... fue vista por 214 mil 661 colombianos y se convirtió en la cinta más vista de su país.

Para darle vida a Catalina, Isabel Cadavid visitó los barrios bajos de Cali y algunos de Bogotá para entrar en contacto con prostitutas y chicas prepago (acompañantes).

Charló con varias de ellas y conoció sus historias y motivaciones para dedicarse al llamado oficio más antiguo del mundo. Y aunque no es nada nuevo, percibió que la pobreza es un factor que orilla a muchas colombianas a vender su cuerpo.

"Sin duda con la película creo que se logró el objetivo de generar una reflexión en las jóvenes, pues verán que esa vida supuestamente fácil que puede tener una mujer que se dedica a vender su cuerpo, no es más que una ilusión. El mensaje es claro: ese mundo te hace terminar deshecha", subrayó la joven.

Isabel Cristina se hizo bastante famosa en Colombia, sin embargo, en este momento prefirió dedicarse a los estudios y su plan inmediato es terminar la carrera de Comunicación para dedicarse a la producción televisiva.



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