Critica Jeremy Irons la "inmoralidad" de los bancos en "Margin Call"

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"Creo que la mayoría de los bancos son inmorales", afirmó Irons.
Berlín, Alemania.- Dos años y medio después del colapso del sistema financiero internacional, en agosto de 2008, llega a la Berlinale "Margin Call", un thriller que busca retratar el lado humano de quienes desataron la peor crisis económica de la historia, y a su vez los únicos que podían prevenir la catástrofe.
El debutante J.C. Chandor inaugura la carrera por el Oso de Oro con un reparto de lujo, encabezado por Kevin Spacey, Jeremy Irons, Paul Bettany y Demi Moore. Ellos dan vida a los analistas y ejecutivos que, en unas frenéticas 24 horas, se ven forzados a tomar decisiones donde la moral choca frontalmente con la supervivencia.
"Creo que la mayoría de los bancos son inmorales", afirmó Irons. "No podemos vivir en un mundo donde el éxito se base sólo en hacer tanto dinero como sea posible".
El ganador de un Oscar por "Reversal of Fortune" da vida en la ficción al poderoso director gerente de un gigante de Wall Street, un hombre que "haría lo que fuera por mantener el barco a flote", señala el actor. "Ese es su trabajo, pero esta gente tiene que entender también la moralidad", añadió.
El filme, que contó con una buena acogida entre la crítica, comienza con una demoledora jornada de despidos. Tras la expulsión de su jefe en el departamento de operaciones de riesgo, el joven analista Peter Sullivan (Zachary Quinto) consigue descifrar una información que, de pronto, pone de manifiesto la ruina no sólo de la firma, sino probablemente de todo el sistema.
La compañía llevaba meses ingresando cantidades desorbitadas de dinero gracias a la venta de activos tóxicos, pero traspasó la delgada línea que desemboca en caída libre. Así, frente al Wall Street desalmado que muestran los periódicos, las reacciones de los protagonistas conforman un collage del lado más humano de la crisis, el pánico de quienes han jugado con fuego hasta quemarse.
"La mayor parte de esta gente eran personas normales, que sólo podían seguir las órdenes de sus jefes", señala Chandor. "No fue la avaricia a gran escala lo que provocó el colapso, aunque hubo avaricia", añadió el cineasta.
Chandor conoce de primera mano el terreno, y eso se nota en la película, que frente a filmes como "Wall Street" no se centra en una única persona, sino las emociones de un conjunto. No en vano, el padre del cineasta trabajó durante casi 40 años en el gigante financiero Merrill Lynch.
"Hubo un tiempo en el que uno no podía comprar un periódico sin pensar que los banqueros eran demonios", señaló Spacey. "Pero también son personas. Lo que pasa es que es más fácil meter a todos en el mismo saco", añadió el protagonista de "American Beauty".
El ganador de dos Oscar mostró además su preocupación por cómo la crisis ha influido en el cine independiente. "Espero que podamos regresar a los días en que los grandes estudios tenían brazos para tender a las películas 'indies'", declaró. "Ahora la financiación y la distribución son más difíciles, pero si uno tiene una historia tiene que contarla".
Aunque en casos como este, no siempre es fácil encontrar palabras: la crítica aclamó el manejo de los actores a la hora de plasmar el enrevesado lenguaje financiero, pero Paul Bettany desató las risas cuando intentó explicar cómo se preparó su papel.
"La interpretación es como el sexo", afirmó el actor. "Practicarla es fantástico, pero es muy difícil hablar de ello".