Juan Gabriel Vásquez retoma la novela corta

Artes
/ 29 septiembre 2015

El escritor colombiano presentó en Madrid su libro "Las reputaciones"

Madrid.- El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez afirmó hoy aquí que en su nuevo libro "Las reputaciones" explora situaciones de moralidad confusa y sus consecuencias, a partir de la vulnerabilidad de la imagen en el mundo actual.

En entrevista, explicó que el libro (editorial Alfaguara) recupera la tradición de la novela corta del siglo XIX (en este caso son 139 páginas) para explicar "cómo una decisión puede con el tiempo mostrarse y cómo se lidia con sus consecuencias".

La historia presenta a Javier Mallarino, un caricaturista político que se siente heredero de Ricardo Rendón, que a partir de los años 20 del siglo pasado se convirtió en un historiador extraoficial en Colombia.

"Pensé en hacer una novela sobre Rendón, pero después creí que lo interesante era crear mi propio caricaturista, Mallarino, para explorar los temas del presente y así lanzar una reflexión sobre la vulnerabilidad de la imagen y la reputación, el poder que puede tener quien hace caricaturas de prensa", comentó.

Explicó que Mallarino vive una situación quizá poco probable en el mundo real, y que la ficción de la novela le permite proponer un mundo moral del personaje, sus decisiones y cómo las afronta.

Vásquez recalcó que todo esto tiene que ver con que le interesan las novelas "que se meten a indagar situaciones morales difíciles, las que plantean una gran pregunta moral, que escudriñen las zonas grises del comportamiento".

"Son los hechos y el contenido moral de los hechos lo que me interesa, y eso es lo que quería hacer en esta escala reducida de novela corta; es explorar profundamente una situación de moralidad confusa, que es en la que se mete el protagonista", enfatizó.

Expuso que eso determinará además las relaciones del personaje con otros que le rodean, que "son afectadas por nuestra capacidad para hacer sufrir a los demás o cómo reaccionamos cuando nos hacen sufrir a nosotros".

"Escribo sobre preocupaciones cotidianas, una hipersensibilidad a la presencia del pasado entre otros", comentó el autor sobre la recurrencia de Mallarino a la memoria.

Consideró que lo que le ocurre al protagonista es algo que nunca vio, y toma decisiones quizá sobre un engaño, y es también la única manera en que la obra empata con sus anteriores novelas, solo que aquí "a partir de un pasado individual, más íntimo".

"La novela deja total libertad al lector de decidir, no sé si uno de los afectados es culpable o no, y se deja esa libertad para interpretar los hechos", manifestó.

Para la creación de su caricaturista, precisó que además de la figura de indagar sobre Rendón, habló con otros del género como los colombianos Héctor Osuna y Vladimir Flores, "Vladdo", y los españoles Andrés Rábago, "El Roto", y José María Pérez González, "Peridis".

"Su trabajo está en lo que nos preocupa y nos hace reír, los caricaturistas tienen ese ingrediente de humor que los hace dañinos y subversivos, porque lo que más teme un político no es la crítica, es el ridículo, de ahí deriva su poder", expresó.

Vásquez agregó que esta novela continúa con su línea iniciada en 2001 con "Los amantes de todos los santos" , de no repetirse en la siguiente, "hacer que cada libro sea una rebeldía contra el libro anterior, que sea un rompimiento, aunque las obsesiones profundas quedan".




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