Daniela Elidett interviene cuerpos, rostros y memorias en el Cerdo de Babel

En los muros de la Taberna el Cerdo de Babel se anuncia un nuevo orden. El trazo medido de la tiza sobre el papel y la obsesión por el detalle han quedado atrás, mientras que los materiales no convencionales se abren paso sobre el lienzo, interviniendo a la forma humana, dotándola de metáforas y símbolos producto de la intuición.

Estos son los “Apuntes de un nuevo orden”, la más reciente exposición de Daniela Elidett, quien comparte una exploración plástica que tenía años pendiente y ahora toma la forma de este primer vistazo a lo que será una nueva etapa en su trabajo como artista.

En las piezas que ocupan las primeras dos salas del bar la creadora descompone e interviene el rostro humano –o parte de la imagen de una persona– con telas, hilos, papeles y otros materiales, dejando de lado la figuración pictórica realista que manejó por años en sus retratos y adentrándose en el mundo del collage.

“Era algo que tenía ganas de explorar desde hace mucho, yo creo que desde que empecé y creo que era tiempo de trabajar esto, no sé si a manera de evolución pero sí de manifestar algo nuevo”, comentó Elidett para VANGUARDIA.

“Siento que fue un salto, sigue siendo algo muy pictórico pero desde nuevas herramientas, creo que es necesario estar explorando las herramientas. Ya traía el ojo en lo que quería y me fui directo sobre eso, me interesa el collage, los recortes, las telas, ilustraciones y otras cosas, ya lo tenía estructurado, solo era de sentarme, decidirme y hacerlo”, agregó.

El viaje comenzó hace aproximadamente un año, poco después de ser invitada a exponer al Cerdo. En ese momento la propuesta era una exhibición de stencil, lo que estaba trabajando en el momento, y aunque sí se hace presente en la última sala –y se corona con un mural que une pasado y presente, entre su obra enfocada en el retrato de niños con la exploración plástica del stencil y el collage– pronto reconoció que ya era el momento de adentrarse en otros territorios.

“Inició con una fotografía que un amigo me proporcionó, me regaló varias cosas que tenía arrumbadas y que iba a tirar, entre eso venía esta fotografía del año 1920 o algo así. Me atrapó, por sí misma ya dice bastante y lo que hice fue ponerla y a su alrededor todos los materiales que tenía inquietud de utilizar e ir relacionando intuitivamente lo que quería utilizar e ir haciendo la composición de manera fluida, sin pensarlo demasiado y creo que la pieza se armó sola”, contó.

Este ejercicio intuitivo se replicó en las otras piezas que conforman los “Apuntes de un nuevo orden”. Sin embargo, aunque esta fluidez y libertad parte de un interés por la exploración de los materiales, el resultado entrega mensajes, símbolos y metáforas.

“Fue algo que fui descubriendo, quería que las piezas se desarrollaran solas a partir de un motivo específico, pero ya con todo el material que había reunido qué me iba checando, de qué manera lo podía aplicar y al final que la pieza se terminara ella sola”, compartió.

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Sobre todo son los hilos y las líneas los que adquieren el rol de detonadores del significado, al estar en tensión o delimitar espacios, al guiar al ojo o interactuar de diferentes maneras con los elementos protagonistas de las composiciones, siempre rostros y cuerpos que hablan de memorias, nostalgias y ansiedades.

“Todavía no la puedo desmenuzar completamente”, dijo la reconocida retratista en respuesta al porqué aún liga su obra al cuerpo humano, “siento que tengo más variantes, ya lo estoy empezando deshilachar tantito, pero todavía me atrae el cuerpo, en general, la expresión, siento que cuando trabajo algo sin estos elementos lo siento vacío. Lo sigo incorporando, con otras variaciones. Siento que necesito hacer una introspección y hacer estas piezas es parte de eso”.

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Su paso de lo figurativo a esta propuesta más conceptual, asegura, fue más sencilla de lo que pensó. El paso del control que ejercía y se pedía a sí misma cuando trabajaba sus retratos al pastel desapareció una vez que los materiales y el marco de trabajo cambiaron.

“Incluso me estoy dando cuenta que a lo mejor no lo necesitaba, tener tan controlado todo, al final las cosas igual no salen como las planeas, pero me sentí muy libre y eso me permitió hacer las piezas”, concluyó.

“Apuntes de un nuevo orden” se exhibirá durante todo el mes en la Taberna el Cerdo de Babel. Las piezas están a la venta y se puede contactar a la artista a través de Instagram en @daniela.elidett.