Koulsy Lamko, ‘dueño de la palabra’
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Con un canto poético en su idioma natal, Sara Mbay —cuya intención es “cosmizar” el área donde se compartirá conocimiento—, Koulsy Lamko comenzó el miércoles 15 de mayo su participación en la FILC 2019.
El poeta, escritor y dramaturgo originario de Chad llevó a cabo esta acción como parte de una tradición de su país, sobre la cual habló esa tarde en la Sala Julio Torri, y a la que el público debió responder repitiendo sus versos de acuerdo a la tradición —detalle que explicaría momentos después—, aunque, estando fuera del contexto, la audiencia se limitó a escuchar la voz del artista inundar el salón.
Terminado su cántico el autor de textos como “Les Racines du Yucca” (Las raíces de la yuca) compartió un poco de lo que es el “cuerpo de la palabra” y la tradición oral y poética de Chad.
“Hablaré de la palabra como conjunto de prácticas lingüísticas unificadas que se tienen que distinguir de la palabra común ordinaria”, explicó.
Lamko es un “gose” —pronunciado como “guss”— un dueño de la palabra. Este título se les otorga a los jóvenes de su pueblo que muestran aptitudes para la comunicación y en algunos lugares tienen tanta autoridad que son los encargados de elegir a los nuevos gobernantes.
Porque en Chad la palabra y la comunicación es tan importante que las discusiones y disputas se arreglan a cánticos y versos —aunque señaló que sí pueden llegar a los golpes no es usual— y cuando hay desacuerdos o se están cometiendo faltas a las reglas en esos pueblos son los “gose” los que dan a conocer a todos lo que está sucediendo y emiten un juicio.
Para Lamko es una responsabilidad ser un “gose”. Por eso cuando la guerra civil en su país el gobierno comenzó a censurar las voces de estas personas, se exiló de su país a los 16 años y desde entonces no ha regresado.