La familia es el lugar de las primeras violencias: Katya Adaui

Artes
/ 8 agosto 2022

La escritora peruana explora la complejidad de las relaciones entre padres e hijos en su libro ‘Geografía de la oscuridad’

En su reciente libro de cuentos, Katya Adaui explora las emociones de los hijos que logran cortar el cordón umbilical emocional que los unía a sus padres. No es una tarea sencilla para las mujeres y hombres que protagonizan las 16 historias que conforman “Geografía en la oscuridad” (Páginas de Espuma, 2022), pues como dice la autora, estos personajes comprenden que los padres tienen un pasado propio, anterior al nacimiento de ellos “y que, de alguna manera, ese trauma previo va a cambiarles la vida”.

Nacida en Lima, Perú, pero afincada en Argentina desde hace varios años, Adaui decidió trazar en sus cuentos la complejidad familiar latinoamericana. Esa tensión que hay entre padres e hijos al momento de relacionarse y crear vínculos amorosos, que no siempre son los más sanos.

“Justo estoy leyendo ‘Todo sobre el amor’ de Bell Hooks y ella dice algo que es muy cierto: Solo podremos ser adultos buenos, funcionales, cariñosos, si repensamos el lugar que le dimos al amor en nuestra propia familia. Al ser la experiencia más mediata en la infancia, uno cree que eso que se experimentó es el amor, incluso si ha habido maltrato, humillación, ambigüedad.

“En este libro pensaba en esos padres llenos de sentencias, de proclamas, que dicen ‘no mientas’, pero cuando los hijos dicen la verdad eso tiene un costo porque descubren que también sus padres han mentido. Para mí era muy importante que estos hijos pudieran salir adelante pese a cualquier instancia de trauma, rencor, abuso. Generalmente el abuso no solo es físico, también es decir ‘tú no puedes, no lo vas a lograr’”, refiere la autora de los libros “Aquí hay icebergs” y “Algo se nos ha escapado”.

En los cuentos de “Geografía de la oscuridad” hay padres que guardan como reliquias las fotos de sus hijos cuando estos eran pequeños, una madre que fantasea con que su hija ya no pueda levantarse de la cama del hospital, un hombre que sueña con sus futuros críos mientras se viste de Papá Noel. Personas que ven a la familia como un ente sagrado, que buscan, a veces de forma retorcida, amor y ternura.

“Algo que yo veía en nuestras historias comunes, hablo de México y Perú, es el lugar sagrado que tiene la familia, pero cuando uno ve las cifras es el lugar de las primeras violencias. Y aunque no es una excusa, sabemos que quien recibe violencia la va a devolver. Convertirse en alguien capaz de dar un amor sano es un proceso que toma toda la vida. Cuánto bien nos haría no confundir maltrato y humillación con amor. Pienso que, en lo que escribo, el amor prevalece pese a todo. A mí me importan el amor y la ternura. Estos hijos no se vengan, se van a vivir su vida”, detalla Adaui.

$!La familia es el lugar de las primeras violencias: Katya Adaui

El nombre de “Geografía de la Oscuridad” viene de la imagen que existe de la Tierra vista desde el espacio, con zonas oscuras y luminosas, una metáfora de la paternidad. Ahora, con las fotografías del universo profundo que mostró hace unas semanas el Telescopio James Webber, la escritora plantea la idea de lo comunitario al momento de abordar la relación entre padres e hijos.

“Apenas vi estas fotos (del telescopio Webber) me dije ‘esta era la portada de mi libro’ (risas). Por supuesto dice nuestro nombre, pero es un nombre que es comunitario. Creo que el amor, la autoestima, todo eso que nos hace poder seguir vivos, viene de una idea de interdependencia e interrelación con otros seres, no estamos solos en el universo. A veces las noticias crueles, el desamparo, nos hacen creer que todo está a punto de extinguirse, pero vemos cada día que todavía es posible el amor, la luz, la comprensión.

“Entonces, no habría que sentirnos ínfimos, sino que existimos porque otros lo han hecho posible, porque convivimos con otros seres que son nuestro refugio. Cuando he visto ese chispazo de estrellas no veo muerte, o destrucción, veo vida trayendo otra vida y veo el lenguaje. Un lenguaje que atraviesa todos los idiomas y fronteras, y que desde siempre hemos estado conviviendo y aprendiendo de otros. Es un mensaje de amor”, plantea la narradora.

Textos breves, escritura ágil, pocos adjetivos y una sensación de suspenso son algunas de las características de “Geografía de la oscuridad”. No son gratuitas, la autora busca que el lector quede atrapado en un remolino narrativo, que no quiera dejar de leer el libro.

$!La familia es el lugar de las primeras violencias: Katya Adaui

“Por un lado me preocupa que haya una idea de verdad, que parezca que la gente del texto dice la verdad, pero al mismo tiempo hay un trabajo sobre el efecto de ocultamiento, de no dar todas las claves ni todas las pistas No hay un lenguaje periodístico, aunque yo venga de ahí, no hay un ‘de pronto’, todo lo insustancial está fuera del texto. Hay una cosa de hueso, de cosa carnívora, de que quieres seguir comiendo. Eso es un efecto que no sé muy bien cómo lo hago, pero sí hay mucha dedicación para que el lenguaje sea elegante, bello y trepidante a la vez. Sé que no es poesía, pero le meto ritmo y ese ritmo lo pienso mucho, es leerte en voz alta. Si hay un ritmo sé que algo está funcionando. Es un trabajo de dos años sin parar”, comparte.

Adaui escribe cuentos porque es consciente de su complejidad. Para ella cada relato es un universo por sí mismo, de ahí que para lo que algunos consideran una suerte de práctica antes de embarcarse en una novela, para la peruana es más bien la prueba de la valía narrativa de un escritor. De hecho, la también novelista considera que la escritura latinoamericana vive un gran momento.

“Lo que me gusta de los cuentos es que siempre hay una instancia que está en suspenso. En un túnel uno siempre está esperando que se apague la luz, que haya un choque, que alguien toque la bocina, que ocurra un robo, es una zona de amenaza. Y el cuento tiene esa cosa de túnel. Sin embargo, no quiero que la gente muera feo, no hay zonas de horror, hay zonas de cambio, o de intercambio”.

“Para mi es contrario a lo que se dice, de que empiezas cuento para hacer novela. Para mí la prueba de fuego de un escritor o escritora es que pueda hacer cuentos, porque tiene que crear varios mundos diferentes con lenguajes distintos. Cuando veo a mis contemporáneos salir adelante con el cuento, todavía me sorprendo, porque me conmueve que se logre este mundo conversado. Acabo de leer ‘Ustedes brillan en lo oscuro’ de Liliana Colanzi, y pensé cómo es posible esta lectura y además con ciencia ficción boliviana, cómo se logra eso, qué audacia, qué capacidad de riesgo, y lo admiro.

“Más que un gran momento del cuento, o la novela, es un gran momento latinoamericano. Creo que es la zona geográfica donde se está escribiendo muy bien. Me da miedo llamarlo racha, porque la racha pasa, creo que es una ola imparable, que no arrasa, sino que renueva algo. Ya no es la búsqueda total de las cosas sino darle a un concepto todo lo que le puede dar el pensamiento”, concluye.

COMENTARIOS

Selección de los editores