A los museos los reconocemos principalmente por su misión de resguardar y difundir el patrimonio cultural de la humanidad, pero desde sus orígenes, hace casi dos siglos, sus funciones han evolucionado y hoy más que nunca están proceso de cambio.
Relacionados a las necesidades de la comunidad en la que se ubican, estos cambios van desde el tipo de oferta que el recinto —el espacio físico— ofrece hasta el cuestionamiento del concepto mismo de museo y la manera en que debe operar para la sociedad, con el factor recientemente añadido de la pandemia.
Por eso, en el marco del Día Internacional de los Museos, conversamos con tres encargados de estos espacios en Coahuila; Edith Leija, directora del Museo de Artes Gráficas de Saltillo, Ástor Ledezma, director del Museo Coahuila y Texas de Monclova y Adriana Gallegos, curadora del Museo Arocena de Torreón y descubrimos un poco de las necesidades de estas regiones del estado así como los objetivos de estas tres instituciones.
La evolución de los museos
La conversación que mantuvimos con Edith Leija, coordinadora de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de Coahuila y directora del Museo de Artes Gráficas (MAG) se inclinó más hacia la necesidad de ver los museos como algo más de lo que ya son, como meros espacios expositivos o de investigación y comenzar a expandir el concepto.
El MAG ha continuado también su actividad en estos días, en particular a través de las colaboraciones hechas con el artista Claudio Roncoli, quien aprovechó el tiempo que la contingencia le dio en Saltillo para hacer más de un proyecto y sobre lo cual escribimos en este mismo espacio el 27 de abril.
Esto propició reflexiones en Leija que nos compartió y entre las cuales destacó la constante evolución de los museos desde su instauración a finales de la Revolución Francesa, cuando las colecciones privadas de arte de los aristócratas se abrieron al público, así como los cambios que ha sufrido nuestro consumo de arte y sus objetivos.
Recalcó que el arte no siempre ha estado sujeto a los museos, como ahora podría creerse, y que en el pasado cumplía funciones de registro, como los retratos, o de acercamiento, como las obras de devoción.
“En la Revolución Francesa querían hacer públicos los bienes privados y las colecciones de los reyes, de los aristócratas, pasaron a la mano del público, literalmente al abrir la colecciones privadas a la gente de a pie y qué mejor ejemplo que abrir el Louvre, que era El Palacio, al pueblo, para que pudiera verlo, son tesoros del pueblo, literal, los museos”, comentó.
Leija declaró que el rol de los museos como bastiones del arte ha llegado al punto que "la historia del arte es la historia de las exposiciones" y, en efecto, estas instituciones han adquirido el poder de legitimar las creaciones.
“Hay que pensar diferentes formas de producir arte fuera de los museos y eso es lo que yo apuesto”, comentó, “creo que la institución ayuda a promover, a difundir y a seguir generando y seguir apoyando este tipo de movimientos, pero no necesariamente se tienen que producir dentro de la institución”.
“Todos los museos tiene una base eurocéntrica”, agregó, “están basados en el Museo Louvre, y todos los museos tienen esta misma estructura y creo que es muy necesario generar otras dinámicas que deben ser propias de Latinoamérica, propias de cada país, donde hay cosas que los europeos les funciona y a nosotros no tendría porqué funcionarnos, están muy forzadas hoy en día”.
El Museo Arocena desde su curaduría
Si bien el Museo Arocena fue creado para resguardar la colección de la Fundación E. Arocena —compuesta por más de 300 piezas de artes virreinal, europeo y mexicano— desde su apertura en 2006 ha sido sede de importantes exposiciones de arte moderno y contemporáneo y a través de él se han gestionado también actividades para la promoción, difusión y desarrollo cultural de los laguneros.
Adriana Gallegos, coordinadora de curaduría, biblioteca y exhibiciones en el Museo Arocena y Casa Histórica Arocena, con más de quince años de experiencia en el puesto en los que ha supervisado cerca de cien proyectos expositivos comentó que en esta institución se revisan sus objetivos y programas cada cinco años.
“Para el área curatorial los objetivos son: generar conocimiento y desarrollar contenidos sobre las colecciones Arocena y colecciones de terceros; aportar a la interpretación y a la accesibilidad de la historia a través del arte; garantizar la conservación y el registro del patrimonio a nuestro cargo y gestionar exhibiciones significativas para audiencias diversas”, comentó, y añadió que en estos momentos se encuentran en una nueva revisión
Al igual que otros museos del mundo el Arocena también tuvo que parar sus actividades presenciales al inicio de la contingencia, esto fue desde el 18 de marzo, pero han continuado a través de sus redes sociales con actividades diversas, así como contenido de divulgación en la plataforma Google Arts & Culture (https://artsandculture.google.com/partner/museoarocena).
Entre las reflexiones que esta situación ha generado se encuentra “la relevancia de la institución en escenarios cambiantes y los medios por los cuales podemos leer adecuadamente y reaccionar oportunamente a las necesidades de nuestras comunidades”, además de “el cambio de paradigma del museo masivo hacia el museo personalizado, con experiencias diseñadas exprofeso a los intereses de comunidades específicas y a través de estrategias dirigidas”, sin mencionar lo concerniente al financiamiento de un espacio así.
“Los museos son importantes y necesarios en la medida que aportan inspiración, conocimiento, disfrute y capacidad de asombro a la sociedad contemporánea”, expresó. “Un museo tiene la responsabilidad y la facultad de proporcionar con rigor científico información, pero a su vez debe ejercer su capacidad de diálogo, negociación e inclusión. Es un camino de muchas vías que es necesario ejercitar de manera constante y asertiva, con políticas, programas y evaluación permanente”.
El Museo Coahuila y Texas, oasis en el desierto
Ubicado en un construido en 1794 como hospital real, que sirvió diversas funciones a lo largo de los años, el Museo Coahuila y Texas, abierto al público el 4 mayo de 1993 está dedicado principalmente a la historia de la Región Centro y de Coahuila, pero en especial a la fecha de la creación del inmueble, periodo en que estos dos estados fueron uno solo.
Con con casi dos años en la dirección, Astor Ledezma, su director, destacó la misión que tiene este lugar de ser no solo un espacio para la divulgación de la historia regional, sino también para la difusión y desarrollo de la actividad artística local.
“Al ser uno de los pocos espacios culturales del municipio se pretende abarcar la mayoría de las disciplinas artísticas con eventos en las diferentes salas que tiene”, comentó, “cada mes nosotros hacemos un calendario con actividades y procuramos que tanto las salas de exposiciones temporales estén ocupadas en todo momento con exposiciones temporales, tenemos un auditorio y cada quince días tenemos un taller de historia regional que se realiza en conjunto con el Colegio de Historiadores de la Región Centro y hacemos también presentaciones de libro o lecturas”.
Agregó que en estas fechas tenían planeado comenzar en dicho auditorio con una temporada teatral, a cargo de un grupo local, pero la contingencia los llevó a posponerlas.
Con el Museo Pape como la única otra gran opción cultural que hay en Monclova, la actividad artística que desarrolla el Coahuila y Texas de manera paralela a sus exposiciones permanentes de historia obedecen a la necesidad de la región de espacios para el desarrollo de su comunidad de creadores, compromiso que quedó bien establecido cuando se le otorgó una sala del recinto al colectivo de artes plásticas Puerta Morada, con más de 30 años de vida, hace unos años para hacer ahí su taller.
Si bien la contingencia sanitaria los llevó a tomar medidas similares y comenzaron a ofrecer actividades en línea, incluido un recorrido virtual por la exposición permanente, señaló que eso pudo funcionar porque “es muy informativo. Tenemos cédulas, tenemos información, sí hay objetos, pero al ser de apoyo para la información, no tanto contemplativos pues puede funcionar al hacer una cápsula o un video, pero por ejemplo en el caso de las exposiciones de arte no tiene mucho caso montar una exposición y lejos de abrirla al público utilizar la cámara, no es lo mismo ver un cuadro en un video que de manera física”.
“Hay muchas cosas que cambian, que son importantes y hay cosas que al ser informativas pudieran trasladarse a los medios digitales pero tratándose de arte está complicado que aplique para todo”, agregó.