‘Nada que ver’ de Patricio Betteo: Ilustraciones experimentales para disfrutar
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El más reciente libro del artista mexicano ofrece una experiencia distinta en cada página, llena de estilos diferentes pero siempre con humor
En “Nada que ver” (Océano, 2021) las historias son breves, pero su impacto puede llegar a ser considerable. Cada nueva página ofrece una nueva anécdota visual, narrativa y poética, así como un estilo singular, que bien puede existir en su propio cosmos o ser la continuación de una idea previa, entre guiños cómicas y metáforas de todo tipo.
Así es el libro que recientemente publicó el ilustrador y escritor mexicano Patricio Betteo, integrado por más 80 historietas, el cuál le permitió una libertad especial al momento de aproximarse a estas, lo que resultó en una obra repleta de diversidad y que solo alcanza a describir como “un ejercicio de historieta experimental” que, sin embargo, “no se lo tomen en serio, es para disfrutarse y descifrarse”.
“Yo quería explorar sobre todo el tema de la poesía, hacer un comentario acerca de la poesía, hacer poesía al mismo tiempo y ver qué resultaba de la combinación con el lenguaje de la historieta. Conforme fui creando historias, micro-ficciones fueron apareciendo otras cosas, sobre todo el sentido del humor, para hacer que cada historia tuviera un guiño cómico o medio extraño”, comentó el autor en entrevista con VANGUARDIA.
Las pequeñas historietas se hicieron ex-profeso para este libro, a pesar de que en su naturaleza parezca una recopilación de obras hechas para publicación periódicas —como ya han llegado a considerarlo algunos, compartió—, y desde la curaduría se plantearon diversas secciones temáticas que ayudan a englobar algunas de las ideas que explora.
Este juego con la brevedad y el lenguaje poético, tanto en literario como en lo visual, no es ajeno a la obra de Betteo, quien considera que “desde mis primeros trabajos, e historias, e incluso ilustraciones personales, ya incluía un ingrediente poético. No es una palabra que escogí yo siquiera, muchos me han dicho que hago como poesía visual y en el recorrido he ido perfeccionando mi poesía visual”.
Este proyecto, en su desarrollo, le permitió también explorar otras de sus capacidades, como abocarse a un formato pequeño.
“Me sorprendió que no perdí la paciencia, ni me desesperé porque pareciera que es un espacio muy pequeño. Me sorprendió que la capacidad de síntesis es infinita y ser breve es más difícil que ser extenso”, comentó, “por otro lado me encontré haciendo exploraciones dentro de la historieta que diría que pocas veces, o nunca, he visto en otros autores”.
Las historias de “Nada que ver”, abordan temas muy diversos, algunos con cierta seriedad, otros con más ligereza, pero todas con humor, y es en esta variedad que también da pie a muy distintas aproximaciones estílisticas. Al respecto, Betteo comentó que elegir un estilo para cada una dependía en parte de la historieta misma, pero en especial de su gusto por no quedarse en un solo espacio.
“Hay un componente de voluntad, de decir este relato siento que le sería adecuado cierto estilo, sobre todo el estilo visual compite con la palabra. Entonces cuando la palabra era más que suficiente podía optar por un estilo menos detallado, o cuando no usaba palabra podía dibujar con más detalle. Pero por otro lado esta lo involuntario. Siempre he tenido esta tendencia a cambiar mi forma de dibujo, de un día a otro, y la explicación es bastante sencilla: me aburro de dibujar de la misma manera, incluso me parece refrescante enfrentarme al papel como una posibilidad de dibujar de una manera diferente. Y aunque muchos ya reconocen lo que hago yo sí utilizando otros recursos, me parece muy divertido”, expresó.
“Cuando tuve el libro mi primera sensación fue de que era un producto muy original, como con un aspecto de diseño gráfico muy pronunciado. Hay mucho blanco en el libro, pero también mucho color, muy arbitrario pero reflejo de la libertad absoluta, de poder hacer lo que yo quería. Toco tantos temas, y tengo tantos estilos y formas de contar historias que yo creo que hay algo para todos”, agregó.
El libro, que ya se puede encontrar en las librerías de todo el país, así como en tiendas digitales, es “mi trabajo más personal”, concluyó, “puede ser muy divertido, puede ser muy pesado, te puede poner a pensar o puede ser un libro únicamente para distraerte y copiar los dibujos, para quienes quieren ser artistas. incluso es una especie de estudio y ejercicio de historieta experimental, pero que no se lo tomen en serio, es para disfrutarse y para descifrarse”.