Pacamambo, una historia para aceptar la muerte

La obra de Wajdi Mouawad volvió a escena gracias al Festival Municipal de Teatro ‘Bertha Leticia Villalobos Delgado’, bajo la dirección de Luis Falcón
Si algo es seguro en la vida, es que en algún momento vamos a morir. La muerte es precisamente lo que le da un valor a la vida, porque si aceptamos vivir, también debemos estar dispuestos a morir. Este es uno de los mensajes principales de la puesta en escena “Pacamambo”, la cual tiene como personaje principal a Julia, una adolescente que se niega a aceptar que su abuela María María, ha muerto y para llevar su duelo se le ocurre una idea que ella considera genial, retar a la muerte.
Escrita por el dramaturgo Wajdi Mouawad a principios del siglo XXI, la dramática obra volvió a los escenarios saltillenses este martes 29 de marzo en Teatro Garnica, como parte del Festival Municipal de Teatro “Bertha Leticia Villalobos Delgado”, bajo la dirección de Luis Falcón y con las actuaciones de Cecilia Vázquez (Julia), Sonya Barrera (María María), Armando Quiñones (Psiquiatra), Alejandra Ugalde (La Luna y la Muerte) y Gabriel Neaves (El gordo).
La historia se desarrolla en el cuarto de Julia y el sótano de la casa, lugar donde guarda el cuerpo de su abuela fallecida por algunos días, hasta que el olor se vuelve insoportable y la descubren. ¿Por qué decidiste encerrarte con el cuerpo de tu abuela? ¿no te dio miedo? son algunas de las interrogantes que el psiquiatra de Julia le hace cuando ella comienza a contarle la historia, de como la luna (la muerte) tuvo la culpa de todo lo sucedido.
En un momento de dolor, Julia decidió en compañía de su perro “el gordo” y el cadáver aún tibio de su abuela, que la muerte no ganaría e ideó un plan para permanecer el mayor tiempo posible con lo único que quedaba de su abuela, su cuerpo. Así, la muerte vendría a visitarla y le podría reclamar, ¿por qué es que se lleva a alguien de una manera tan repentina? y ¿por qué no les cierra los ojos cuando se los lleva?
Julia después de muchos días logra su cometido, la muerte va a visitarla, el cual es uno de los momentos más nostálgicos de la obra, ya que entablan una conversación entre “amigas”, donde esta hace reflexionar a Julia sobre el fin de la vida, algo que a ella también le sucederá tarde o temprano, porque “si estas dispuesto a vivir, también estas dispuesto a morir”.
Sin embargo, aunque en varias ocasiones se hace referencia a “Pacamambo” como el lugar fantástico del que María María siempre contaba historias y al cual al parecer van los muertos, su mención en la obra nunca podemos verlo como tal; Julia le dice a su psiquiatra que visitó Pacamambo, pero al no estar representado en escena, queda en manos de los espectadores imaginar cómo es este destino después de la muerte.

La historia se desarrolla en el cuarto de Julia y el sótano de la casa, lugar donde guarda el cuerpo de su abuela fallecida por algunos días, hasta que el olor se vuelve insoportable y la descubren. ¿Por qué decidiste encerrarte con el cuerpo de tu abuela? ¿no te dio miedo? son algunas de las interrogantes que el psiquiatra de Julia le hace cuando ella comienza a contarle la historia, de como la luna (la muerte) tuvo la culpa de todo lo sucedido.
En un momento de dolor, Julia decidió en compañía de su perro “el gordo” y el cadáver aún tibio de su abuela, que la muerte no ganaría e ideó un plan para permanecer el mayor tiempo posible con lo único que quedaba de su abuela, su cuerpo. Así, la muerte vendría a visitarla y le podría reclamar, ¿por qué es que se lleva a alguien de una manera tan repentina? y ¿por qué no les cierra los ojos cuando se los lleva?

Julia después de muchos días logra su cometido, la muerte va a visitarla, el cual es uno de los momentos más nostálgicos de la obra, ya que entablan una conversación entre “amigas”, donde esta hace reflexionar a Julia sobre el fin de la vida, algo que a ella también le sucederá tarde o temprano, porque “si estas dispuesto a vivir, también estas dispuesto a morir”.
Sin embargo, aunque en varias ocasiones se hace referencia a “Pacamambo” como el lugar fantástico del que María María siempre contaba historias y al cual al parecer van los muertos, su mención en la obra nunca podemos verlo como tal; Julia le dice a su psiquiatra que visitó Pacamambo, pero al no estar representado en escena, queda en manos de los espectadores imaginar cómo es este destino después de la muerte.