Recibe Natanael Espinoza, director y fundador de la OFDC, la Presea Manuel Acuña
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El director artístico de la Filarmónica del Desierto fue reconocido por el Instituto Municipal de Cultura y el Gobierno Municipal de Saltillo con este galardón, otorgado a figuras destacadas en la cultura local
“Me siento muy arropado por una ciudad de la que ya me siento parte”, dijo para VANGUARDIA el director musical Marco Natanael Espinoza Rincón, quien este jueves recibió del Gobierno Municipal de Saltillo la Presea Manuel Acuña por sus méritos en la difusión de la cultura en la ciudad.
Como fundador y director de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila (OFDC), Natanael Espinoza ha impulsado a la agrupación, de tal manera que en la actualidad destaca a nivel nacional e internacional, y desde ahí también ha estimulado la creación de públicos para la música en el estado, así como la llegada del talento internacional que conforma al conjunto, mismo que ha desarrollado proyectos particulares en la escena local.
La ceremonia se realizó en el Centro Cultural Vito Alessio Robles con la presencia del Presidente Municipal de Saltillo, José María Fraustro; la Directora del Instituto Municipal de Cultura, Leticia Rodarte; la Secretaria de Cultura de Coahuila, Ana Sofía García Camil y la Regidora Presidenta de la Comisión de Cultura y Valores Humanos, María de Jesús Martínez López.
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“Yo llegué aquí de 17 años a estudiar. En Ensenada [Baja California] no había escuela de música y llegué con la idea de estudiar, prepararme, saltar a Monterrey y luego a Ciudad de México, pero Saltillo me abrazó de una manera muy linda y esto es un complemente de lo que he venido sintiendo de Saltillo”, recordó el director.
Chelista de formación, Espinoza comenzó a soñar durante sus estudios en Saltillo con un proyecto capaz de crear a una comunidad amante de la música orquestal. Así nació, años antes del debut oficial de la OFDC en 2015, la Orquesta Filarmónica de Saltillo, como una iniciativa independiente y con el apoyo de su entonces novia, actual esposa, Susana Vereecken.
La agrupación dependía en aquel momento de los apoyos que pudieran gestionar y por lo tanto sus presentaciones estaban subordinadas a este presupuesto volátil, pero durante la administración de Rubén Moreira, la también recién creada Secretaría de Cultura acogió al proyecto y con su soporte comenzó a crecer en lo que actualmente es.
“Su labor al frente de la Filarmónica ha hecho de Saltillo, ciertamente, una mejor ciudad, más culta, más educada. Ha beneficiado también la generación de públicos, pues cada vez es más el número de personas en Saltillo que aman y disfrutan de la música”, comentó Rodarte Rangel durante su intervención, antes de darle paso a la proyección de un video donde figuras como los maestros Martín Madrigal y Santiago Chío Zulaica recordaron los inicios de la carrera de Natanael y posteriormente a las palabras del galardonado.
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“Me siento profundamente conmovido con lo que aquí se ha expresado de mí”, dijo el músico en su discurso, “me gustaría compartirles que soy de la idea que somos una pequeña fracción de las personas que tenemos cerca y de quienes nos rodeamos. De mi padre aprendí que cada aliento debe contar, que si no juegas con pasión no se juega. De mi madre también aprendí que también jugar con pasión significa hacerlo sin pasar por encima de nadie. De mis otros papás, Juan y Carla, he aprendido muchísimo del mundo del liderazgo. De mis hermanos Lluvia y Nelson aprendí a abrazar y amar la diversidad en todas sus expresiones”.
“De mi esposa he aprendido que si lo puedes planear no es un sueño. Un sueño tiene que ser más allá de querer, poder, cumplirlo”, agregó, “si ustedes suman todo lo que aquí se dijo, lo que ha expresado un servidor, realmente el que está en deuda con todos ustedes soy yo, porque me he llevado una fracción, tengo prácticamente una historia con casi todos los que están en esta sala y me he podido nutrir y he podido lograr lo que se ha podido gracias a la suma de voluntades de todos y cada uno de ustedes”.
“Y ya por último que todo lo que no podemos expresar con palabras, para eso está el arte y para eso está la música”, concluyó.
Luego de unas palabras por parte del alcalde, Espinoza dirigió a un ensamble que interpretó el tercer y cuarto movimiento de la Sinfonía Simple de Benjamin Britten, con la que nuevamente devolvió el gesto a los presentes y cerró la ceremonia en agradecimiento por este galardón.