‘Registro’ de Alfredo Kuna: Lo íntimo llega a casa
COMPARTIR
La exposición del artista duranguense, donde muestra su obra más reciente, basada en vivencias muy personales, se inauguró en Residencias Corona
Cuando en octubre del 2020 el artista duranguense Alfredo Kuna llegó a Saltillo para participar en el proyecto de arte urbano Rasgo Ciudad, se encontró con un espacio que le abrió las puertas de tal forma que su siguiente exposición individual se dio nuevamente ahí.
Por eso, el pasado viernes, en Residencias Corona, este creador inauguró su exposición “Registro”, la cual está conformada por cerca de diez piezas hechas en distintas técnicas y que expone una parte muy reciente de su intimidad, pero en un lugar donde encontró la comodidad suficiente para hacerlo.
En entrevista con VANGUARDIA el artista nos habló sobre esta nueva serie de trabajos, así como de lo que estuvo haciendo en los últimos meses y su relación con el espacio fundado Claudia Barrios y Samuel Flores.
“Yo trabajo la tinta acrílica sobre papel, ahora metí algo de collage, de recorte de papel de color sobre papel blanco. Son tres recortes de esos y todo lo demás es tinta”, explicó sobre la muestra, “es como un diario, yo lo veo así. Es algo muy personal, toco temas como que desde lo más dentro de mí. Son cosas, sucesos o ideas que, ahora con la pandemia, como que este año, el pasado no tuve ningún problema pero este si ha estado más trabado y como que lo que estoy haciendo en esta expo es pasar al papel todas esas cosas que he vivido. Casi como una terapia, algo que me pasa lo bajo al papel y ahí se queda”.
Kuna explicó que durante el año pasado estuvo trabajando con temas más relacionados con el espacio habitable, mientras que en esta ocasión expone algo mucho más personal e íntimo, lo cual resulta en sí un reto.
“Tengo casi dos años trabajando como el surrealismo, me gusta mucho, porque se adapta muy bien a las ideas, a lo que me pasa por la cabeza y estas piezas del año pasado eran más sobre una casa, sobre un espacio donde, por la pandemia, me di cuenta que paso unas ocho horas de lunes a domingo, no salgo mucho, no salgo con mis amigos a bares o así, casi no. Pero esta expo sí me pone un poco nervioso, porque luego los temas personales a muy poca gente se los cuento. Entonces, presentarlos así ante un grupo que de gente, que aunque son conocidos tampoco voy contándoles lo que me pasó”, expresó.
“Lo que a mí me gusta es que alguien vea una pieza y se identifique con eso. Pienso en una pieza que habla sobre el estado de ánimo, es un díptico, soy yo abriendo como una camiseta y en mi pecho hay un elevador. En una de las piezas hay mariposas y en el otro hay un metal que se llama iridio, que se supone que es más pesado que hay, y también uno de los más caros. Es sobre esa dualidad, donde hay situaciones que te sientes ligero, como estar enamorado, y hay momentos de ansiedad, de pánico, que hace que sientas el pecho en los tobillos”, agregó.
A pesar de esta situación señaló que disfruta mucho el poder estar de vuelta en Saltillo, pero específicamente en Residencias Corona.
“Sé que la exposición es algo muy personal, pero me encanta venir. Y les acabo de decir que a ver cuándo puedo venir a hacer una residencia, estar aquí, porque se me hace super mágico. Son super chidos Claudia y Samuel, son un amor de personas y se siente como llegar a casa, a casa de tus padres”, expresó.
Además, le gustaría aprovechar su estadía en la ciudad para poder seguir explorando el territorio del grabado, que conoció en su primera visita y que exploró por su cuenta durante este tiempo.
“Me acerqué con Roy Carrum, porque sí me interesa, pero está como en el aire. Tal vez sí se pueda que me enseñe un poco de aguatinta y aguafuerte, pero a ver si se da”, comentó, “después de que me fui yo estuve haciendo grabado en mi casa, en linóleo, estuve imprimiendo con una cuchara y fue lo poco que tuve de acercamiento y lo que me interesa es el metal”.
Las obras de Kuna se caracterizan por el achurado con tinta que les da vida a las figuras. Sobre papeles de tonos neutros, los volúmenes adquieren personalidad y en el caso de esta exposición, sirven como un ejercicio terapéutico. A estas se suman otras donde las formas se crean a través del recorte y el collage, pero sin desprenderse de la figuración. El mensaje, al final, llega desde la composición misma; gracias a imágenes de elevadores en el tórax, casas en llamas o rostros floridos que son consumidos por las llamas.
Como lo menciona el escritor Shamir Nazer en el texto de sala que acompaña a la muestra, en sus obras Kuna aprovecha la metáfora de que el cuerpo es una casa para hacer de este un espacio sobre el cual deposita el significado de lo que aconteció en su vida en el momento en que conceptualizó la obra.
“Es difícil presentarlo, y yo creo que voy a tener que hablar con las personas sobre las piezas, porque me imagino que alguien va a preguntar porqué hay un elevador en tu torso. Pero siento que presentarlo aquí es más cómodo y como que todo se dio, la expo estaba ya escrita y aquí tocaba”, concluyó.