Con siete nominaciones al Oscar, Kenneth Branagh confiesa que escribió ‘Belfast’ gracias a la pandemia de COVID-19

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El director, guionista y actor se atrevió a contar la historia de su infancia en Irlanda gracias a la cuarentena, ahora, su filme le ha valido más de 20 premios y 7 nominaciones a los Premios de la Academia
Mucho antes del Premio SAG del Sindicato de Actores, mucho antes del Oscar, una de los primeras entregas del año corresponden a los Critics Choice Awards. Formar parte del jurado que vota por semejante premio tiene sus lujos, como la invitación a proyecciones en privado con los directores más importantes, desde Martín Scorsese hasta Ridley Scott. Y esta temporada, la primera invitación, sin cubrebocas y en una verdadera sala de cine había sido con Kenneth Branagh, para ver juntos la historia de su vida, como si fuera un recuerdo en blanco y negro, con el mismo nombre de la ciudad donde se crió en Irlanda del Norte, en “Belfast”. Y ahora que fue nominado al Oscar, pudimos repetir el encuentro para una nueva entrevista.
-En medio del furor del Oscar, ‘Belfast’ ya ganó más de 20 premios, incluyendo el People Choice Award del Festival Internacional de Cine de Toronto, ¿esperabas semejante reacción?-
“El estreno en Toronto fue muy especial, en especial después de la pandemia, ver la distancia social, pero en un número tan grande de espectadores... hace 18 meses que yo no entraba a una sala de cine con tanta gente. Fue emocionante ver la respuesta increíble del público”.
-¿La pandemia tuvo algo que ver con el rodaje de ‘Belftast’?-
“La mayor parte del guion lo empecé a escribir al principio de la cuarentena, como un estilo de exploración, para volver a un lugar de incertidumbres, como era la ciudad de Belfast cuando yo nací. Durante la pandemia, todos vivimos momentos de una masiva incertidumbre, sin saber lo que podía llegar a pasar. Y en Belfast, viví otro estilo de amenaza, en un lugar donde con mi familia no nos sentíamos para nada seguros. Y es algo que resonó el resto de mi vida. Por eso quise volver a revivir aquel entonces, revivir aquella persona, aquella familia y ver si podía entender las mismas inseguridades que estábamos viviendo en Irlanda del Norte”.
-¿Cómo definirías la ciudad de Belfast donde naciste, más allá del cine?-
“Es una ciudad donde es imposible perderte. Francamente, si te perdieras igual conocerías a alguien, porque todos tienen familiares en la mitad de Belfast y con conocer a alguien, ya conoces a la mitad de la gente. Como alguien dice en el cine, todos conocen a todos en cada casa de cada calle, te guste o no. Y a mí siempre me gustó. Filmar ‘Belfast’ fue como volver a ese claro sentido de saber quien soy yo realmente, y en cierta forma también fue un acto de gratitud al lugar donde me crié”.

-¿La violencia que se proyecta en el cine, en Irlanda del Norte en Agosto de 1969, fue tan dramática como se ve?-
“Es algo que sucedió justo en aquel entonces. Y en el cine lo dramatizamos como algo diferente con un estilo de vida totalmente diferente, donde todo parecía ser feliz y el entonces el mundo se da vuelta por completo. Y es algo que literalmente me golpeó bastante, como si el piso se me hubiera partido en dos. Es algo que pasó en apenas seis horas y cambió la vida de mucha gente. Fue un cambio muy profundo. La historia del cine tiene que ver con mi familia, pero hubo muchas pero muchas familias en Irlanda del Norte en aquel entonces, mucha gente que vivió lo mismo”.
La verdadera historia de Kenneth Branagh, que tanto tiene que ver con la dirección de “Belfast”, comenzó en esa misma ciudad el día que nació el 10 de diciembre de 1960, en la capital de Irlanda del Norte. Fue justamente en esa época en que comenzó el violento período conocido como ‘The Troubles’ (Los Problemas). Para ubicarnos geográficamente, Irlanda como país independiente está separado con Irlanda del Norte que pertenece al Reino Unido. La gran diferencia es que el norte se caracteriza por los habitantes de religión protestante a diferencia del país de Irlanda que es católico. Justamente, el conflicto de aquel entonces se originó cuando los protestantes que se identificaban más con Gran Bretaña se resistían a unirse a la mayoría católica del país de Irlanda.
-¿En la realidad, volviste a ver a la mujer, aquel gran amor que dejaste atrás en Belfast?-
“Para ser honesto, la busqué, pero no pasó nada, ella ya estaba enamorada de otro, le gustaba el que sabía mucho más de matemáticas, no era de las que podía llegar a relacionarse con alguien que prefería las palabras, como yo. Y la respeto, porque también creo que fue la primera vez que pude entender como funciona la vida, donde a veces el corazón lastimado puede llegar a dejar algunas cicatrices, aunque sé que ella era una gran persona para admirarla desde lejos”.

-Entre las siete nominaciones al Oscar, ‘Belfast’ también figura como Mejor Guión, ¿cuánto tiempo te llevó recrear en palabras la historia de tu vida?-
“Te diría que me tomó años, porque ya venía escribiendo historias sueltas, incidentes que fui juntando en una pila de papeles, tratando de juntar todo lo que pasaba por la mente de un niño de nueve años. Me acuerdo que tenía que cruzar un parque para ir a la escuela y aquel día de mas violencia, lo que yo pensé que era el ruido de unas abejas, resultó ser el ruido de la gente gritando entre tanta violencia. Y es algo que me llevó tiempo describir con palabras. A lo largo de los años, la cuarentena me sirvió para pensar, mientras escuchaba mucha música, muchos de los clásicos de los años 60, porque en Belfast teníamos también mucha música, mucha vida en las calles de una época muy diferente a la era digital”.
-¿Y la decisión de filmar en blanco y negro? ¿Aceptas las comparaciones con el Oscar de Alfonso Cuarón y ‘Roma’?-
“Es algo que pensé bastante. Y aunque no es una época que recuerde en blanco y negro, porque todavía lo siento como algo auténtico y real, me pareció una forma de mostrarlo todo mucho más poético, con cierta clase de magia particular. También, en Belfast llovía mucho y había épocas en que todo se veía muy gris. Es por eso que el blanco y negro fue una forma de evocar aquel entonces, utilizando el color solo como una forma de enfatizar la idea en que la vida imaginaria explota”.
-¿La escena más difícil de filmar?-
“Supongo que fueron las escenas de más violencia. Decidimos filmarlo todo en una larga escena, con los ruidos de la gente, con una via circular alrededor de nuestro actorcito de diez años, para mostrar la reacción en su rostro. Era un desafío muy grande para alguien como él. Pero al mismo tiempo, por encima de sus hombros, había 100 personas filmando al mismo tiempo. Había tantas piezas en movimiento, en medio de la epidemia del covid. No se nota pero muchos tenían pañuelos cubriéndose la cara, con la excusa de no ser reconocidos. Era la forma de usar cubrebocas y filmar en una forma segura para todos. La coreografía de tanta violencia en una misma escena, fue muy difícil”.
-¿Y en tu profesión de actor guardas alguna lista escondida de personajes que te gustaría protagonizar?-
“No sé... todavía conservo la clásica superstición irlandesa, pero el Rey Lear es algo que dirigí en Toronto hace 30 años, donde tampoco fui muy bueno interpretando a Edgar. Pero fue una experiencia fantástica y si tengo suerte, Lear sería algo maravilloso para hacer. Veremos”.

-Y sobre Belfast y la historia de tu vida, ¿qué mensaje te gustaría transmitir gracias a la atención del Oscar?
“Me gustaría que disfruten el sentido del humor de Irlanda del Norte, algo bastante asombroso para un lugar tan dividido, pero con la esperanza de encontrar el lado bueno en las cosas. En aquel entonces, entre tanta fragilidad había también un tremendo sentido del honor, imperfecto, pero un viaje increíble que terminó en el Acuerdo del Buen Viernes en 1998, donde se lograron tantos avances. Desde 1998, hay un magnífico esfuerzo por mostrar compasión, determinación y sobrellevar el pasado, como ‘Game of Thrones’. Y desde mi pequeño punto de vista, creo que la industria del cine en Irlanda del Norte también es sensacional. El talento que hay es espléndido y tuvimos cambios increíbles, con la posibilidad de mantener la paz que espero que continúe. Estoy muy orgullo de decir que nací en Belfast y estoy muy feliz de poder compartir este lugar tan pequeño de mi familia, en una simple calle del mundo”.