El legado fashion de Lady Di
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A 20 años de la fatídica muerte de la princesa británica, recordamos los looks que la consolidaron como un ícono de la moda. La musa de Catherine Walker, pasó de ser una chica tímida a una mujer empoderada y segura de sí misma
El día de su boda, cuando nació su primer hijo, durante sus visitas altruistas, en sus vacaciones en playas españolas, en fin, durante su corta vida y en todo momento, la Princesa Diana (1961-1997) dio de qué hablar gracias a su buen gusto y se convirtió en la musa de reconocidos diseñadores como Catherine Walker. Además, se escribieron sobre ella cientos de artículos en las revistas de moda más famosas como Vanity Fair, Vogue o Elle. A 20 años de su fatídica muerte (tenía 36 años), recordamos aquellos looks que la consolidaron como un verdadero ícono de la moda.
Sobre este tema se ha abierto una exposición llamada “Diana: Her Fashion Story”, que repasa la evolución de Lady Di a través de su ropa, y que finalizará hasta el 2018. La sede de esta muestra es el Palacio de Kensington en Londres, lugar donde ella residió. Cabe destacar que la exhibición incluye el legendario Versace con valor aproximado de 200 mil dólares, el icónico vestido que llevaba puesto en la gala durante la cual bailó con John Travolta, diseños de Catherine Walker, y las fotografías en las que posó para Mario Testino.
El llamado “Vestido de la Venganza” fue creado por Cristina Stambolian y es uno de los diseños más atrevidos que usó Diana. Este modelo lo llevó a la Serpentine Gallery en 1994, el mismo día que su esposo, el príncipe Carlos confesaba que había tenido un romance con Camila Parker.
Recordemos que Diana Frances Spencer fue la primera esposa del príncipe Carlos de Gales, heredero de la Corona Británica. Ella nació en el seno de una familia noble, y en un principio su estilo fue más conservador, incluso hubo una época en la que fue llamada “Shy Di” por tímida.
El día de su boda, el 31 de julio de 1981, llevó como vestido de novia una colaboración de los diseñadores ingleses David y Elizabeth Emanuel. Según se dice, es uno de los vestidos de novia más populares y uno de los secretos mejor guardados. Fue hecho con tafetán de seda en color marfil, encaje y 10 mil madreperlas.
Lady Di fue musa de la diseñadora Catherine Walker. Este modelo lo llevó por una gira en Australia en 1988. La modista francesa de 72 años fue la favorita de la princesa Diana, ahora lo es también de Kate Middleton.
Una de las mujeres más fotografiadas en su época se atrevió a llevar un diseño en negro y rojo, con guantes combinados de Murray Arbeid. Más tarde repetiría prendas con los mismos colores, pero ya sin guantes, pues le gustaba tener contacto real con las personas.
En 1987 se veía deslumbrante durante el Festival de Cannes, al que decidió llevar un modelo de gasa en azul pastel de Catherine Walker.
Luciendo como una mujer de negocios, la princesa de Gales se atrevió a llevar un look un poco más masculino cuando el Moscow State Circus visitó Londres.
La “Reina de los Corazones” utilizó un guardarropa que combinó con su vida privada, antes de separarse del príncipe Carlos lució en los British Fashion Awards uno de los diseños más icónicos. Diseñado por Catherine Walker, este vestido fue llamado por Lady Di como “el vestido Elvis”.
Durante una visita a Sydney, la princesa llevó un modelo de Versace con escote asimétrico, ya que era fanática de este estilo. Esta foto fue tomada en 1996.
Un millón de pesos podría costar este vestido, del que se dice sería el primero que Gianni Versace diseñó para Lady Di. El vestido de seda azul quedó inmortalizado en una foto tomada por Patrick Demarchelier en 1991, sin embargo en 1997, después de la muerte de la princesa, la revista Harper’s Bazaar la publicó a manera de homenaje.
Guillermo y Harry homenajean a su madre
Los príncipes Guillermo y Harry de Inglaterra homenajearon ayer a su madre, Diana de Gales, de cuyo fallecimiento en un accidente de coche se cumplen hoy 20 años. Los príncipes se reunieron con representantes de las organizaciones caritativas a las que apoyaba Lady Di en los Jardines de Kensington, que rodean el palacio en el que vivió junto a ellos y al príncipe Carlos. Los Jardines de Kensington se convirtieron espontáneamente en un lugar de recuerdo para Diana tras su muerte y durante un tiempo estuvieron cubiertos por un mar de flores.