Galería Tostado, el arte de coleccionar arte; ‘colección que no se mueve, se muere’

Muebles del siglo 16, pinturas del 18, obras de artistas como Rufino Tamayo, Pedro Coronel o José María Velasco. Esto y más nos encontramos cuando fuimos a visitar el espacio de la Galería Tostado en la pasada Muestra Internacional de Antigüedades ‘The Antique Show’, en el Hotel Quinta Real.

Con casi treinta años en el negocio del coleccionismo y la compra y venta de antigüedades y artes, esta galería, fundada por Javier Tostado y su hermano Gerardo en Guadalajara, ha tenido en su inventario joyas de la historia y del arte y a su paso por Saltillo no desperdiciamos la oportunidad de conversar con ellos.

“Yo empecé de muy chico, con cerámica de Puebla”, recordó Javier en entrevista con VANGUARDIA, “debo haber tenido como 14 años. Compraba talavera antigua y la vendía. De repente te vas quedando con cosas y más cosas y llega un momento en que te saturas y tienes que mover las cosas y eso me llevó a abrir la galería, por la misma saturación”.

Fue en 1987 que abrió formalmente su galería, motivado por esa necesidad de darle rotación a su colección. “Colección que no se mueve, se muere”, dijo el empresario.

“[Es] para irla mejorando y aprendiendo, porque no puedes tampoco quedarte con todo, tienes que buscar coleccionistas para que ellos se hagan cargo de la cosas y las sigan cuidando”, explicó.

En el 2000 abrió una nueva sucursal en la Plaza del Ángel en Ciudad de México, pero se retiró hace unos 7 años y, aunque continuó con la compra y venta, las galerías como tal cerraron, aunque eso está por cambiar pues estos días reabrirá el espacio en la capital tapatía.

“Por cuestión de descanso me retiré, la cerré, embodegué las cosas, aunque seguía en el medio comprando y vendiendo, pero ya aún nivel más alto, con artistas consumados”, mencionó, “regresando de la muestra se van a volver a abrir las galerías, vamos a volver a entrarle, a quitarle lo aburrido”.

‘PIEZAS MUY VALIOSAS’

Por sus manos han pasado piezas muy valiosas. Recalcó, por ejemplo, cómo una olla de barro de Tonalá del siglo 18 puede llegar a costar más de 100 mil dólares, lo que asegura que supera al valor de muchos artistas consumados.

“Hay más en Europa que aquí mismo”, dijo respecto a la popularidad de estas piezas, “as a aprendiendo poco a poco, esto es muy amplio, es infinito”.

“He tenido óleos de Rufino Tamayo, son piezas que valen 20 mil dólares, eso costaría hoy, o más. También he tenido piezas importantes, esculturas de Pedro Coronel, óleos de Pedro Coronel; óleos originales de José María Velasco, y muchas piezas que caen en nuestras manos y se venden”, agregó respecto a las obras de artistas mexicanos con las que ha podido comerciar.

TE PUEDE INTERESAR: ‘Invadirá’ la crítica social y obra de Bansky a México

Pero apostarle a un artista no es cosa fácil. Puede resultar arriesgado, señala. Aunque hay ocasiones en las que estas apuestas resultan muy fructíferas.

“Es una super inversión. Antes Frida Kahlo, en los años 60 no valía nada. Ahora ya está arriba de 30 millones de dólares, y no valía nada”, explicó, “es muy emocionante, me doy cuenta de que no andamos tan equivocados con invertir en el arte. Pero necesitas tener un buen guía porque no todos los artistas suben, no son buenos, no todos aportan, entonces hay inversiones. Aquí nosotros le tiramos a un artista más hecho, más serio, más formal, que no sea de hobby”.

Sobre su experiencia en eventos como ‘The Antique Show’, Tostado recalca que es un buen espacio para convivir con los colegas y que, más allá de vender, los principal en esos momentos es comprar.

“Aquí convivimos con los colegas, nos vendemos, nos compramos. Aunque lo principal aquí es comprar... ya la venta vendrá después, pero lo importante es la compra y aquí tienes cuarenta colegas para hacer compra venta”, dijo.

Sin embargo, la venta misma también tiene sus dificultades, pues asegura que es mínima la cantidad de personas con posibilidades económicas y la cultura para invertir en esto y no en yates, departamentos o productos igual de costosos pero de otra índole.

TE PUEDE INTERESAR: Con ‘Momentos: más allá de la vida’ el Ballet Amalia Hernández y Mariachi Vargas renuevan las tradición mexicanas

“Pero no necesariamente tienes que comprarla, ahí están los museos. Prestas las piezas, vas y ves una obra importante de un gran artista, de una gran época, si te gustan las antigüedades”, concluyó, “hay gente, coleccionista, que hacen esta labor de prestar piezas a los museos y hay grandes coleccionistas como Carlos Slim que los tienen abiertos al público [el Museo Soumaya] y no cobran, entonces es una super labor”.