Gustav Mahler: El Paso de un Titán en el Desierto

El ‘Titán en el Desierto’ es uno de los más grandes sueños de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, de su director Natanael Espinoza y del gerente de la agrupación Prometeo Murillo. Después de mucho posponerlo, este 26 de mayo el Teatro de la Ciudad escuchará la voz del Titán. ¿Qué nos tiene que decir Gustav Mahler sobre lo efímero, lo inefable y lo sonoro?

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/ 25 mayo 2022
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Para disfrutar de esta apuesta de Contenido Premium, colócate los audífonos y reproduce la Sinfonía No. 1 en Re mayor “Titán”, de Gustav Mahler.

1.

Siento sus enormes pasos en mis sueños; los poderosos metales que lo anuncian. El Titán camina por Saltillo. Está en la gala de la Orquesta Filarmónica del Desierto, donde se interpretará la Sinfonía No. 1 en Re mayor “Titán”, de Gustav Mahler.

Escribo esto pensando en la inusitada dualidad mahleriana en el ambiente: una alegría nerviosa, una prematura nostalgia, una emocionante calma.

Mahler –el compositor– venía del futuro y visitaba al Gustav de su tiempo (finales del siglo XIX y principios del XX). Entonces ya era uno de los más aplaudidos directores de orquesta y ópera de occidente. Esta dualidad, compositor-director, fue uno de los rasgos más fascinantes de un hombre dividido, entre la magnificencia del Titán y la fragilidad humana.

Fue un wunderkind –un niño prodigio del piano–, y quizá el primer director de orquesta de culto de la historia. Tuvo a su cargo las más importantes Orquestas del mundo. Está considerado como el ‘pionero del posromanticismo’. Escribió su primera sinfonía a los 38, usando una obra inconclusa de su juventud, que denominó Titán, como homenaje a la obra del escritor alemán Jean Paul (Johann Paul Friedrich Richter) cuyos personajes lo inspiraron a componer música.

Esta animación fue realizada por el maestro e ilustrador Federico Jordán.

2.

En el mundo de la música académica, incluir las obras de Gustav Mahler en un repertorio, es símbolo inequívoco de la madurez y temple musical de una orquesta sinfónica. Su interpretación es un reto que representa objetivos profesionales y artísticos. Retos individuales y colectivos, musicales y logísticos. Retos de orquesta. Y por supuesto, también retos de público.

Programar la Sinfonía fue para la Filarmónica del Desierto una ambición que se frustraba una y otra vez. Se postergó desde el 2018... por presupuesto, por inviabilidad logística, y después por el ingrato cierre de escenarios que trajo la pandemia de COVID-19. Pero el destino tarde o temprano te alcanza y el Titán hoy baja al desierto coahuilense y hace sentir su presencia.

Reforzar el número de músicos en los atriles, crecer la sección cuerdas y alientos, doblar percusiones, ampliar los metales y estudiar, estudiar, estudiar y ensayar, ensayar, ensayar y repetirlo todo. Como un campamento militar que crece sus fuerzas para la batalla.

Los primeros seccionales bocetearon una suerte de obra negra de una construcción que se antoja monumental. Recuerdo haber pasado por la biblioteca y ver las hojas de partitura abarcando lo largo de la mesa.

–¿Qué es eso?– pregunté.

–La uno, de Mahler– me contestó el bibliotecario sonriendo con imperecedero sarcasmo.

$!En el mundo de la música académica, incluir las obras de Gustav Mahler en un repertorio es símbolo inequívoco de la madurez y temple musical de una orquesta sinfónica.

Vimos necesario buscar un lugar alterno para los ensayos. Uno que cobijara a los casi 80 músicos académicos que lleva la reforzada orquestación mahleriana. Esa grandilocuencia se presenta a lo largo de su legado sinfónico. Y es lo que le da ese complejo grado de ejecución, meta de crecimiento en una organización musical filarmónica.

Qué mejor que empezar con la Primera.

Esta animación fue realizada por el maestro e ilustrador Federico Jordán.

3.

Nuestro director artístico, el maestro Natanael Espinoza, no está ajeno a este tobogán de emociones. Mahler ha heredado directamente la responsabilidad musical en el director, atendiendo ese insólito ser de dos cabezas que fue a lo largo de su exitosa vida como director artístico de las mejores filarmónicas del mundo, y su prematura incomprendida genialidad de compositor.

$!Gustav Mahler: El Paso de un Titán en el Desierto

En la ilustración de arriba vemos al maestro Natanael Espinoza durante uno de los últimos ensayos de la Sinfonía No. 1 en Re mayor “Titán”. Para él, este concierto, es un sueño hecho realidad. Arte: Federico Jordán.

Hablo sobre esto con Natanel Espinoza, y su voz avanza lento, como quien cruza un río brincando de piedra en piedra:

“Mahler representa un reto técnico que, contrario a lo que se pueda pensar a primera vista, es muy transparente y exquisito y eso lo convierte en una obra compleja. No deja nada a la imaginación, no concede, no permite alejarse de su concepción.

“La Sinfonía está llena de complejas solicitudes musicales que justifica cada tres compases, por ejemplo: en un pasaje de la obra solicita que las trompetas suenen a la distancia, como si el sonido viniera de lejos, de detrás de bambalinas”.

$!Gustav Mahler: El Paso de un Titán en el Desierto

En la ilustración de arriba vemos a una de las integrantes de la Filarmónica del Desierto de Coahuila durante uno de los ensayos. La Sinfonía exige no solo un total de 70 músicos, sino también una impecable ejecución. Arte: Federico Jordán.

La voz diáfana y firme de Natanael continúa:

“Titán se va a quedar profundamente grabada en el corazón de los músicos de la Filarmónica del Desierto, pues la postergamos justamente en pandemia, nos la llevamos al encierro y nos acompañó en la cuarentena. Y muchos la abordamos como un refugio esperanzador para cuando todo pasara y la pudiéramos interpretar.

“Personalmente me empapé de ella, la soñé e imaginé dirigir”.

$!Gustav Mahler: El Paso de un Titán en el Desierto

En la ilustración de arriba está otra de las integrantes de la Filarmónica del Desierto de Coahuila durante uno de los ensayos. La ejecución es tan compleja, que en un pasaje de la obra se solicita que las trompetas suenen a la distancia. Arte: Federico Jordán.

El director no se ha dado cuenta de que su voz ya está fundida con los ecos, con el retumbar, con la huella indecible de esta magna obra y del peso de Mahler:

“Eso, en una eventualidad tan dramática como lo fue la pandemia: nos deja alma, cuerpo y corazón comprometidos con el hondo hueco que nos dejó el drama de esos días”.

Y entonces silencio.

$!Gustav Mahler: El Paso de un Titán en el Desierto

En la ilustración de arriba vemos a otro de los músicos de la Filarmónica del Desierto. Los músicos definen la obra de Gustav Mahler como “transparente”, ya que a pesar de que la obra está escrita para más de 70 intérpretes, aquí cada uno tiene su propósito y el fallo individual es notorio. Arte: Federico Jordán.

4.

Varios meses antes del concierto quedo de encontrarme en una cafetería con el maestro e ilustrador Federico Jordán. Asistimos a los ensayos. Él con el ánimo de dibujar músicos e instrumentos desde la oscuridad del backstage. Yo le cuento de Mahler y de la ambición por montar “Titán”, y sus ojos verdes refulgen como recibiendo una epifanía o una mística voz del pasado.

Nos reunimos más veces. En algunas ocasiones se suma Natanael Espinoza mientras Jordán nos cuenta su visión. Se une al reto. Una narrativa videográfica que anuncia el poema de un poema y que no conoceremos hasta el momento mismo del concierto: hasta dentro de unas horas.

$!Federico Jordán preparó una serie de animaciones inspiradas en la obra de Mahler, que interpretan desde el dibujo los temas y significados que encontró en la sinfonía.

Para crecer el impacto gráfico, inicia una “guerrilla digital” de anuncios en lugares icónicos de Saltillo que avisan del paso del gigante sinfónico. Los creativos se suman con cierto entusiasmo al misterio del coloso. La taquilla avanza y el concierto digital estrenará plataforma. Todo toma su debida proporción.

Sería poco humilde no admitir que el paso del Titán por el cuadrante musical no afectará las sensibles fibras humanas que lo componen: ese era el propósito de Mahler cuando diseñó una alineación musical que sobrepasa los estándares de lo que –hasta entonces– era la orquesta beethoveniana y que en momentos raya en lo descomunal, en un gigantesco aparato sonoro que rebasa al escucha.

$!La Sinfonía es un reto técnico desde la ejecución. Una obra que le exige tanto al músico, no al colectivo.

Epílogo

Domingo 22 de mayo de 2022. Esta tarde llovió. Sobre Saltillo y la Sierra Zapalinamé ha caído una bendición de bálsamo. La nota de La –la nota con que inicia un concierto– anuncia el principio, el recomenzar, anuncia al Titán. Así empieza el primer movimiento de la Sinfonía No. 1 de Gustav Mahler, con una promesa de renovación de la vida. Lluvia y Mahler. No habría otro arranque más ideal.

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