'Hoy soy consentido de Uma Thurman': Michel Franco

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/ 28 mayo 2017

El mexicano se llevó a casa el Premio del Jurado en la sección ‘Una Cierta Mirada’, de la 70 edición del festival de Cannes. “El secreto es el trabajo. Michel es muy dedicado”, aseguró el productor Lorenzo Vigas.

CANNES.- El mexicano Michel Franco fue distinguido hoy con el Premio del Jurado por Las hijas de Abril, la película que presentó en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes.

"Hoy soy consentido de Uma Thurman (presidenta del gremio que otorga el premio) o el jurado, pero el festival no controla esto", dijo entre risas con su galardón en la mano Michel Franco al ser preguntado si era un mimado del Festival de Cannes, donde ha presentado cuatro de sus películas y tres fueron premiadas.

“Como dijo Buñuel con el Oscar, los sobornos funcionan bien”, agregó el realizar sin ocultar la inmensa felicidad que sentía por haber sido distinguido de nuevo en el certamen más prestigioso del mundo.

“El secreto es el trabajo. Michel es una fuerza de trabajo impresionante cuando filma. Es muy dedicado”, aseguró su productor, el venezolano y también director Lorenzo Vigas (Desde allá).

“Escoger buenos actores y confiar en ellos. Trabajar los guiones bien. Tener un equipo como en este caso Lorenzo Vigas, Tim Roth, Gabriel Ripstein. Es mucho trabajo y una obsesión que tenemos por el cine. No paramos de trabajar, de pensar en cine y de estar siempre maquinando cosas nuevas", insistió Franco, que ya se llevó el premio máximo de esta misma sección con Después de Lucía (2012).

Ese año el presidente del jurado era Tim Roth. Fue el propio actor británico el que se ofreció a trabajar con Franco, y de aquella conversación nació una cooperación que se tradujo en Chronic, que participó en la competición reina de Cannes y se fue a casa con el premio al mejor guión, también obra de Franco.

Las hijas de Abril aborda la particular relación de una madre ausente (la española Emma Suárez) que se enfrenta de forma insólita al embarazo de su hija (Ana Valeria Becerril).

Joanna Larequi y Enrique Arrizon completan el reparto de la esta historia que genera sentimientos y emociones encontradas por la forma en la que el realizador resuelve la historia.

Franco está convencido de que hay muchas voces de directores talentosos como Amat Escalante, Fernando Eimbke y Gabriel Ripstein.

“Son los responsables uno por uno que el cine mexicano esté en alto y creciendo”, afirmó.

Hay una renovación, que también se percibe en Latinoamérica, apostilló Vigas. "Hay una fuerza latinoamericana que es muy evidente en los palmarés de Berlín, Venecia y Cannes”, agregó.

Franco, que quiso compartir el premio con sus actores "que se entregaron de forma incondicional", mantiene la llama del interés por el cine mexicano que sus predecesores Alejandro González Iñárritu o Guillermo del Toro abrieron hace lustros en Cannes.

“Los valoro y los respeto mucho", dijo sobre ellos Franco, quien también alentó a los realizadores noveles que se arriesguen, que filmen y graben cortometrajes sin preocuparse. "Los filtros y las trabas sobran. Hay que arriesgarse", insistió.

El premio de Una Cierta Mirada fue para Lerd, del iraní Mohammad Rasoulof, mientras que el premio de interpretación fue para la italiana Jasmine Trinca, por Fortunata, de Sergio Castellito.

Además, el jurado decidió conceder el premio a la mejor "narrativa poética" a Barbara, de Mathieu Almaric, mientras que el premio a la dirección fue para Taylor Sheridan por Wind River.

En un año con escasa participación iberoamericana en Cannes, Franco ha vuelto a dejar el pabellón mexicano en lo alto.

A sus 37 años, el director de cabellera rizada y ojos claros, está regalando muchas satisfacciones con su cine. Y de seguir en la misma estela, en el futuro habrá más.

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