Polo Polo pidió ‘otros 10 añitos’ de vida y casi se le cumple
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En una entrevista con Adela Micha que está en YouTube desde el 31 de octubre de 2013, el comediante reconoció que pensar en su muerte no era de su agrado.
Tras la muerte del comediante Polo Polo ha circulado en las redes sociales un fragmento de la entrevista que le hizo Adela Micha en octubre de 2013, en la que, entre otros temas, “el papá del stand up” aseguró ser una persona tan feliz que “no le gustaría estar en su muerte”.
Tras casi 40 minutos de plática, Micha lo cuestionó acerca de los motivos por los cuales se ponía triste e inevitablemente Polo Polo recordó el dolor que le causó el deceso de sus padres y su único hermano.
“Pero entonces tú no lloras mucho ¿qué te ha hecho llorar?”, preguntó Adela Micha.
“Las pérdidas, que fueron muy fuertes, muy muy fuertes. Mi papá, mi mamá y mi hermano, o sea, éramos cuatro, pos nomás quedé yo y sí me hacen mucha falta”, contestó Polo Polo con una triste sonrisa en el rostro.
Cuando el comediante habló sobre su propia muerte reconoció que es un tema que no le agradaba: “Ay, a mí no me gustaría. A mí no me gustaría ‘ay, ya es pasado mañana, vámonos’, sí está muy fuerte. Mejor no, mejor cuando sea...”.
Y reiteró: “no me gustaría. No me gustaría estar en mi muerte ¿se podrá? ¿se podrá que me llamen y me digan ‘oiga ya ¿eh?’”.
“Es que te la pasas muy bien como pa’ que se acabe el viaje ¿no?”, afirmó Micha.
“Sí, me la paso demasiado bien. Demasiado bien y eso no es fácil”, admitió Polo Polo.
“Porque luego uno está en un momento de la vida en que necesariamente es menos tu futuro que lo que has vivido ¿no?”, reflexionó la entrevistadora.
“Sí, bueno, definitivamente, y no hay forma de cambiarlo y cuando sientes que se va a acabar el viaje dices no, yo quisiera otros 10. Otros 10 añitos”, respondió él.
En otra parte de la conversación, Polo Polo dejó claro que a pesar de la picardía que caracterizaba sus monólogos, evitaba las groserías cuando no consideraba necesario decirlas, así como defendía su libertad para contar los chistes que él eligiera y no los que “le impusieran” en sus espectáculos.