La concurrencia centro y sudamericana es masiva, atronadora, receptiva, entregada, fanática y paga con gotas de sangre, sudor y lágrimas por cada boleto. Los gringos, en cambio, sólo asisten porque están aburridos y tienen los medios. Los iberoamericanos acudimos porque sencillamente amamos al buenazo del tío Paul
- 21 nov 24 11:44
- 21 nov 24 11:18
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