‘Putin sospechaba de un complot desde adentro’, las revelaciones de Oliver Stone por los 30 años de ‘JFK’
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Han pasado tres décadas desde el estreno de la película dramática de Stone, la cual examina los eventos que llevaron al asesinato del presidente John F. Kennedy, y en entrevista con VMÁS, el director nos revela los nuevos descubrimientos del polémico caso
En un mundo del cine donde la fantasía se entremezcla con los efectos especiales de la acción que muy pocas veces reflejan la vida real, navega un director que siempre desafió al sistema con la realidad. Cuestionando detrás de cámaras la historia de su propio país, desde el asesinato de John F. Kennedy con Kevin Costner o la Guerra de Vietnam con Tom Cruise en “Nacido el 4 de Julio” y Charlie Sheen en “Pelotón” o la imagen de George W. Bush con Josh Brolin y el “Nixon” de Anthony Hopkins, además del escándalo de Wikileaks con “Snowden” hasta las verdaderas “Entrevistas con Putin”, muestran un estilo de cine revolucionario que lleva el nombre propio de Oliver Stone. Faltando tan poco tiempo para el Oscar, es bueno celebrar los 30 años que se cumplen desde las tres nominaciones que tuvo por “JFK”, justo cuando ahora estrena la serie de documentales “JFK Destiny Betrayed”, en donde vuelve a investigar documentos desclasificados, cuestionando quien asesinó realmente a Kennedy. Y en una abierta conversación, aceptó hablar sobre comienzos, guerras y hasta las drogas que tanto influenciaron su propio universo del cine.
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-¿Podemos empezar por la gran duda? ¿Cuál es su teoría? ¿Quién mató realmente a John F Kennedy?-
“Bueno, bueno, bueno... saltas a sensacionalistas conclusiones. Tratamos de demostrar (con el nuevo documental) que no fue Harvey Oswald, que ni siquiera estaba en el sexto piso. Es el primer lugar donde empezamos”.
-Usted había estado con Fidel Castro y también con Vladimir Putin que eran de la KGB. ¿Llegó a hablar con ellos del tema?-
“Castro sabía que él no fue. Se había sorprendido porque admiraba a Kennedy y pensó que podían llegar a unirse. Entendía que él no había estado detrás (de la invasión) Bahía de Cochinos y había salvado al mundo de la crisis de misiles. Castro admiraba a Kennedy, me lo dijo a mí”.
-¿Y Putin que había pertenecido a la KGB?-
“Bueno, sí, él estuvo en la KGB pero también es un hombre estadista que hace 20 años que está en el gobierno. Es fácil decir que es parte de la KGB. Putin sabe que algo pasó, sospecha que fue... un complot desde adentro, como pensaba Robert Kennedy, igual que Jackie Kennedy. Ellos mismos le escribieron una carta al Primer Ministro Ruso, diciéndoles: Ustedes no son responsables de esto. Eso lo sabemos. Creemos que fue una rama de ultraderecha en Estados Unidos”.
-¿Y si la vida de Oliver Stone fuera un documental? ¿Hasta qué punto influenció su vida real el mundo del cine que filmó?-
“En términos de los años 60, yo me crie en el típico hogar ortodoxo de Estados Unidos donde Eisenhower, Nixon, Castro y Rusia eran los villanos. Todos saben que he filmado lo opuesto a la historia de Estados Unidos, pero yo crecí con una historia que arruinó a la gente con toda la propaganda que habla de libertad. Sí, tenemos libertad para consumir lo que quieras, pero es muy difícil ganarse la vida expresando tu forma de pensar. Incluso cuando yo era joven, en los años 50, mi padre era muy respetado por trabajar en Wall Street, aunque era judío. Y él siempre me decía: No le digas a nadie la verdad, Oliver. Nunca digas que eres judío. Me decía que lo escondiera. Recién cuando yo volví de la Guerra de Vietnam empecé a hacer preguntas y descubrir el proceso me tomó por lo menos diez años de mi vida”.
-¿Cuándo decidió dedicarse al cine?-
“En medio de todo ese proceso, al final de los años 60, cuando entré a la Universidad de Nueva York, entre 1969 y 1971, como veterano de guerra”.
-¿Alguna vez pensó en escribir sus memorias?-
“Estoy escribiendo mis memorias sobre esos primeros años de mi vida, al menos hasta 1986. Es un tema interesante, cuando toco el tema que trata la película ‘Midnight Express’ y creo que lo explico bien. Hollywood tiende (políticamente) a la derecha. Es la única forma de entrar en el sistema. Es imposible escribir nada crítico al principio. Hay que estar de acuerdo con todo. Por eso yo no había podido filmar ‘Nacido el Cuatro de Julio’ cuando escribí el guion al principio. Tampoco ‘Pelotón’, cuando lo escribí en 1976. Algunos de mis mejores guiones quedaron guardados en un cajón”.
-¿Cómo es que tardó tanto en filmarlas?-
“Fijate el estilo de cine que recaudaba fortunas... eran las películas de ‘Rambo’ y Chuck Norris. Vietnam solo era una escenografía de guerra. ‘El Francotirador’ y ‘Apocalypse Now’ eran buenas, pero no eran políticamente sensibles, desafortunadamente no tenían la sensibilidad de ‘Pelotón’ y ‘Nacido el Cuatro de Julio’”.
-Muchos veteranos de Vietnam dicen que usted fue el primero en mostrar en cine lo que realmente se vivió-
“Hasta cierto punto, sí. Pero bueno, no hay cine que pueda aproximarse a esa realidad, solo hice lo mejor que pude. Es una buena historia, también, resultó una metáfora de la razón por la cual entramos en Vietnam. No era ningún documental, tenía el lado dramático de un buen sargento, un mal sargento, un joven influenciado por los dos, que se vuelve en esa mezcla con una batalla civil que aparece entre los soldados norteamericanos como una reflexión de la guerra que vivía nuestro país en aquel entonces. Los años 60 fueron muy violentos y muy polarizados”.
-¿El tema de las drogas fue algo que empezó en Vietnam o con Hollywood?-
“Había empezado en Vietnam y después volví, pero tampoco fue nada pesado. Seguí usando ‘hierba’ toda mi vida y varias otras drogas como algo psicodélico. Cuando sales de Vietnam, hay que entender que se vuelve de la guerra a una sociedad tan modernizada y técnica que se ve como otro estilo de viaje psicodélico (risas). Y pienso que mucha gente también tenía problemas en reintegrarse. No lo veo como una falla. Yo pienso que las drogas son algo bueno si se usan con moderación. Creo que te hace ver las cosas a otro nivel del que las viste antes. Te hace entrar mucho más profundo en el cielo. Tampoco le voy a aconsejar a la gente que lo haga porque hay muchos que no lo pueden controlar”.
-¿Las drogas lo ayudaron a hacer cine, en un principio?-
“Bueno, obviamente hay ataduras, en todo. Todo va hacia el mismo lado. No sé como responder tampoco. ¿Qué hacen dos años de LSD? Te iluminan mucho más. La cocaína es terrible. Me arruinó el cerebro por un tiempo. Nunca fui tan pesado, pero ‘Scarface’ vino de ese periodo”.
-¿El cine cambia la forma de pensar de la gente?-
“No, muy poco, no va más allá de lo superficial, aunque yo disfruto filmarlas, esperando que tengan vida propia. También es cada vez más difícil para mí, porque pongo demasiado trabajo en todo. Y el estilo de cine que era tan grandioso, ya no existe. Ya no se ve. Tiene que ser rehecho, reinterpretado. Por eso, es tan bueno haber hecho algo de cine. Eso es todo, aunque sea degenerado o tenga mal color, no importa. Tengo algo que existe”.
-¿Pero usted no se caracteriza por imponer temas controversiales que provocan discusiones?-
“Yo siempre me basé en mi instinto. Nunca fue mi intensión armar ninguna revolución. Yo solo busco la honestidad. Siempre me sorprendí después. Cuando hice JFK, la hice con total inocencia. Sí, claro que pienso que toda la investigación (del asesinato de John Kennedy) estuvo mal, a medida que fui leyendo, porque al principio yo también creí lo que creyeron todos. Y a lo largo de los años, es realmente importante cuanto más entendemos sobre el asesinato y el encubrimiento, porque la política de Estados Unidos tuvo un gran cambio después de su muerte”.
- ¿Después de haber filmado películas sobre Kennedy o Nixon, filmaría otra sobre Donald Trump?-
“Filmé una sobre (George) Bush”.
-Sí, claro ‘W’, con Josh Brolin-
“Bush fue un peor desastre que Trump. Bush nos metió en una segunda guerra con enormes consecuencias. Desestabilizamos el Medio Oriente y todavía lo estamos pagando. Todo el odio de Irak y con Irán... el Acto Patriótico (The Patriot Act) en Estados Unidos trajo un espionaje masivo que cambió nuestra vida”.