Ralph Fiennes, delante y detrás de las cámaras

Ralph Nathaniel Fiennes nació en 1962 en Ipswich, Inglaterra, en el seno de una familia bohemia y en cierta manera nómada. Fiennes es el mayor de los seis hijos biológicos de la pareja y el segundo, tras su hermano adoptivo que llegó más tarde a la familia. Su madre, Jennifer Lash, era pintora y escritora. “Era su propia pensadora; altamente individual en la forma en la que se acercaba a quién eres”, dijo a Esquire en 2014.

Su padre, Mark Fiennes era granjero reconvertido en fotógrafo. “Era un hombre profundamente sensible, muy astuto y brillante con sus manos. Podía hacer una cocina entera. Yo trabajaba con él cuando renovábamos casas”, dijo al medio. “Pasaba la mano por lo que yo había pintado en una ventana de guillotina y decía: No debes dejar que gotee. Tienes que volver a lijarla. Siempre era muy dulce. Era, en el mejor sentido, un perfeccionista”.

Fiennes creció, se puede decir, en un ambiente en cierta manera artístico, según contó a la revista Saga en 2012. “Mis padres habían creado un hogar en el que estábamos rodeados de libros y suministros de papel de dibujo y pintura, donde había muchas salidas al teatro o a exposiciones de arte, y muchas discusiones y conversaciones abiertas sobre cualquier cosa que sucediera”.

Su madre permitía que los niños se expresasen, les dio confianza y apoyo en lo que elegían hacer. “Por ejemplo, estaba en el instituto y había una presión razonable para obtener buenos resultados en los exámenes e igual ir a la universidad”, contó a Esquire. “Mi madre decía: Si eso es lo que quieres, entonces ve a por ello, pero no sientas que el sistema establecido es el que tienes que seguir. Sé fiel a ti mismo, sigue tu camino y entrégate al 100%”.

Su infancia, sin embargo, no estuvo libre de desafíos. “Mis padres tenían problemas económicos. Todos nosotros, los hijos, tenemos el recuerdo de que nos dijeran que no había dinero, que había que vender esto, que no hay regalos de Navidad”, contó a The Guardian en 2011. “De estar en la primera línea de esa preocupación constante; el ambiente en la casa siempre cargado de ansiedad: ¿qué hacemos? ¿Qué hacemos?”.

Tras acudir un año al Chelsea Art School, comenzó a estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art, donde se graduó en 1985, año del que data su debut profesional sobre las tablas con “Twelfth Night”. Dos años después, se unió al National Thatre de Londres y tras otros dos años, entró a formar parte de la Royal Shakespeare Company. Tras años en el teatro debutó en la televisión con el telefilme “A Dangerous Man: Lawrence After Arabia”. Un año más tarde lo hizo en la gran pantalla con “Emily Brontë’s Wuthering Heights”.

SU DESPEGUE PROFESIONAL

En 1993 dio vida al personaje que hizo despegar su carrera en el cine: el del despiadado oficial de las SS y comandante de un campo de concentración nazi Amon Göth en “Schindler’s List”, por el que fue nominado a un Óscar. Ganó peso para interpretar al personaje, con una dieta que, según publicó en 1994 Los Angeles Times, incluía tres menús completos diarios antes de que comenzase el rodaje, varias Guinness y complementos de grasas vegetales.

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“Creo que había un precio que pagar por este”, dijo a The New York Times ese mismo año. “Cuando investigas un comportamiento que es negativo tan intensamente durante tres meses, entonces te sientes como peculiar porque en algunos momentos podrías haberlo disfrutado y al mismo tiempo te sientes ligeramente marcado por eso”, continuó. “Simplemente arroja todo tipo de signos de interrogación, sobre actuar, sobre el comportamiento humano, sobre cómo todo esto está probablemente más cerca de la superficie de lo que nos gusta pensar”.

Tras el éxito de la película, Fiennes fue sumando proyectos a su filmografía: “The English Patient”, por el que recibió su segunda nominación al Óscar, “Sunshine”, “Red Dragon”, “The Constan Gardener”, las películas de Harry Potter desde su cuarta entrega, y “The Reader”.

A partir de la segunda década de los dos mil, trabajó en películas como “Coriolanus”, que también dirigió; “The Grand Hotel Budapest”; “Skyfall”, “Spectre” y “No Time to Die”, como jefe de 007. “Yo no habría sido un muy buen James Bond”, dijo a Esquire. “Hubo una conversación tentativa hace mucho tiempo, pero no llegó a ninguna parte”, contó. Su último trabajo hasta la fecha es “The Menu”, estrenada este 2022, trabajo por el que ha recibido una nominación a los Globos de Oro.

Fiennes ha compaginado en estos años su éxito en la pantalla con el teatro, donde ha formado parte de producciones como “King Lear”, “Hamlet”, por la que ganó un Tony, “Julius Caesar”, “First Love”, “The Tempest”, “Richard III” y “Straight Line Crazy”, este mismo año, entre otras.

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El actor, que destaca por sus interpretaciones detalladas y elegantes, contó a Esquire que sufría ataques de ansiedad y que de vez en cuando le gustaba ver alguna comedia tonta, “especialmente en los aviones”. También reconoció que no le gusta estar aislado, aunque le gusta la libertad que conlleva estar solo. “A veces, la soledad o el sentimiento de soledad te confronta contigo mismo”, aseguró.