¡Velada de lujo en Vive Tu Centro! Una cena casi religiosa con sabor a leyenda

Los anfitriones de la noche fueron el restaurante Casa Vieja y el Viñedo Monte Rojo teniendo como escenario el bello templo de San Juan Nepomuceno del Centro Histórico

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/ 13 junio 2025
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La noche del jueves, el proyecto Vive tu Centro celebró la tercera cena maridaje de la temporada. Esta vez con un escenario casi sagrado: el patio de la iglesia de San Juan Nepomuceno, ubicada en el corazón de Saltillo.

Este recinto, cargado de simbolismo, belleza arquitectónica y una atmósfera mística, hizo de esta velada algo más que una simple cena. El entorno era iluminado por luces de colores rosa y el grupo Venecia amenizó la recepción, mientras los asistentes llegaban a la cita.

Con todo el respeto al templo, al aire libre fueron montadas mesas de madera con copas de cristal, bandejas individuales de charcutería y decoraciones con plantas del semidesierto.

$!El recinto religioso fue el ideal para la noche llena de música, historia y sabor.

CHARLA ANTES DE LA CENA

Esta fue una experiencia especial, ¿Cuántas veces tienes la oportunidad de cenar así en un templo?, y no lo digo solo por la comida o el vino, sino por la combinación de estos con el lugar y la historia.

El restaurante anfitrión fue Casa Vieja, Sabor y Leyenda, un lugar relativamente nuevo (comenzó operaciones en 2021) entre los comercios del centro de la ciudad, pero con mucha personalidad, ubicado en una antigua casona sobre la calle General Cepeda.

$!Los platillos servidos son las mejores apuestas del restaurante anfitrión.

LAS BEBIDAS EN EL INICIO

Para abrir la noche, se sirvió un cóctel a base de sotol de sandía llamado Rosita Alvírez, este es de la producción de María Ángela y Roberto Palacios, propietarios de la destiladora La Tradición de la Familia, ubicada en el kilómetro 32, de la Carretera Saltillo - General Cepeda.

Beto Palacios me compartió que comenzaron en 1998, cuando prácticamente no había quien hiciera sotol en Coahuila. Hoy exportan a Estados Unidos y su destilado ha sido premiado internacionalmente. Sobre el Rosita Alvírez, me contaron que aprovechan la temporada de sandía para mezclarla con el sotol y lograr ese sabor tan particular que no se pierde ni al fermentar.

$!La música fue parte de la velada.

También llevaron otros licores con nombres como un licor de granada llamado Dinosaurio (fue de mis favoritos), El Recluta y El Excéntrico, cada uno con su historia. Además, ofrecen visitas guiadas en su destilería, donde puedes probar, conocer el proceso y hasta cortar tú mismo la planta.

Ya entrada la noche, hicimos un recorrido guiado por el arquitecto Marco Flores, por el interior del templo. La iglesia de San Juan Nepomuceno es una verdadera joya arquitectónica, pero lo más memorable fue cuando subimos al segundo piso, donde se encuentran los órganos. Ahí, el maestro Eliezer Jáuregui interpretó Tocata y fuga en re menor de Bach, regularmente asociado al terror o vampiros. Escuchar esa pieza, en ese espacio y con esa acústica, fue un momento realmente único que probablemente no vuelva a repetir.

SABORES QUE CONQUISTARON

Luego, volviendo a las mesas, la cena comenzó formalmente mientras el trío Íntimo Saltillo acompañó con música en vivo. Se sirvió un vino blanco Verdejo del viñedo Monte Rojo, ubicado en Ramos Arizpe. Ignacio Carrillo, su propietario, nos explicó que es un vino fermentado con sus lías, lo que le da más cuerpo del habitual. Este primer vino acompañó un platillo llamado El Zaguán de Casa Vieja que consistió en una garnacha de maíz nixtamalizado con rabo de res, adobo norteño, corazón de sotol y queso Cotija. Creo que de los platillos este fue mi favorito pues la carne de res resaltaba bastante el sabor dulce del vino.

El segundo tiempo fue La Cúpula de San Juan, un lomo de cerdo en mole verde, acompañado con hortalizas, maridado con un vino rosado también de Monte Rojo. Aunque este vino no obtuvo medalla en concursos internacionales, su puntuación fue muy alta, a pesar de ser una producción tan joven.

Durante este platillo, el actor Güicho Feria interpretó un monólogo sobre la leyenda de Mónico Martínez. Tal fue su actuación que hasta el zapato dejó, tal y como lo relata la leyenda.

$!La bebida fue clave para acompañar la cena.

POSTRE PARA CABAR LA CENA

El postre, El Amuleto de Mónico, en honor y referencia a la historia del restaurante consistió en quesos y ates de la región, bañados en una mermelada de higo hecha en casa, (literalmente en casa) con frutos del árbol que crece en el patio del restaurante. Este fue maridado con un vino tinto Ensamble, también de Monte Rojo, con notas secas que contrastaba muy bien con la dulzura del postre.

En general, la experiencia fue muy bien cuidada. Aunque, como todo, hay detalles que se pueden mejorar. Por ejemplo, contemplar un poco más de vino para la cata, acompañar los platillos y disfrutar del maridaje. Por otro lado, la ausencia de agua en las mesas.

$!¡Velada de lujo en Vive Tu Centro! Una cena casi religiosa con sabor a leyenda

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Pero sin duda, la noche fue, como siempre, muy bien pensada y ejecutada, con una rica historia, sabores auténticos, cultura y una fuerte identidad. Me gusta cómo estos eventos nos permiten reconectar con nuestra ciudad y sus historias, tanto las reales como las que se esconden detrás de los mitos, y que todo esto se disfruta con una copa de vino.

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