¿Y si hablamos de traumas?

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/ 30 mayo 2025

Las situaciones de peligro en nuestra infancia influyeron en la manera en que formamos nuestro sistema de creencias

Un trauma activa el sistema límbico, la amígdala derecha, la corteza orbitofrontal, y la circunvolución cingulada anterior. ¿Y eso qué? Significa, en pocas palabras, que un trauma despierta el instinto de supervivencia, nos pone en situación de lucha o huída. Si el trauma no se trabaja, no sana, cualquier situación semejante, o bien la conclusión que causa a nivel intelectual, nos mantendrá en un estado de alerta. Un ejemplo es cuando a un niño le muerde un perro. El perro, en ese momento, era un animal grande y feroz a los ojos del niño, y su conclusión puede llegar a ser que los perros son animales peligrosos a los que hay que temer y tal vez hasta eliminar. Si el niño tiene la oportunidad de convivir con otros perros y experimentar otras cosas como el juego y la diversión, su idea puede cambiar y el temor disiparse.

Los traumas no son exclusivos de la infancia y sin embargo suele haber muchos traumas asociados a experiencias infantiles. A pesar de no recordar las experiencias, sí sabemos que tenemos creencias que nos son propias y que por alguna razón las formamos. Y no, no son creencias de mamá ni de papá, ni nos enseñaron ellos a pensar así. Ellos fueron actores en nuestras experiencias, por supuesto, pero las conclusiones fueron nuestras.

Doy un ejemplo. Yo concluí de niña que si me quedo congelada y no me muevo, cualquier situación que interpreto como peligrosa terminará y no me veré afectada. Puedo concluir que pasé por situaciones peligrosas y me paralicé de miedo. Recuerdo algunas en las que sentí total desesperanza y desolación. Sentía que me quedaría en esa situación para siempre. En algunos casos logré ver una salida y tomarla. No era una niña tonta, pero el miedo es una condición poderosa. Esta creencia me quita, aún hoy día, la opción de atacar o de huir. No me es fácil usar mi agresividad, ni quitarme de la situación. Confrontada por el trauma concluí que había que congelarme y no reaccionar. De allí mi creencia. Mi táctica de supervivencia es no reaccionar. ¿Y la tuya?

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